Prueba Citroën C5 Aircross Hybrid: llega la apuesta híbrida
Volvernos a encontrarnos una vez más con el Citroën C5, pero esta vez en su versión Citroën C5 Aircross Hybrid, una nueva variante electrificada de la gran sorpresa de Citroën dentro de este segmento, que lleva ya 15.000 unidades comercializadas.
En una prueba conjunta con su hermano pequeño, el Citroën C3 2020, la firma gala nos reunió en Madrid para poder conocer todo acerca de este nuevo C5 y probarlo con soltura por las carreteras madrileñas.
Las principales novedades de este Citroën C5 Aircross Hybrid son su mecánica híbrida y la inclusión del sistema Citroën Advanced Comfort que tan buenas sensaciones nos ha dejado.
Una estética familiar en este Citroën C5 Aircross Hybrid
La parte estética del nuevo Citroën C5 Aircross Hybrid es idéntica a la del C5 Aircross normal, y las únicas diferencias que podremos encontar serán los pequeños distintivos azules y la denominación hybrid en su portón trasero.
El diseño mantiene la filosofía de imagen diferencial de la marca frente a la competencia usando ciertos elementos que ya son familiares en los modelos galos como las ópticas que toman inspiración de los chevrones de la firma, los airbumps en los laterales o los paragolpes típicos de la familia Aircross.
Todo resulta familiar, y sin embargo fresco, y es que si algo está claro con los modelos de Citroën en los últimos años, es que no pasan desapercibidos. En la presentación no se habló de cambios significativos más allá de algunas combinaciones adicionales en los colores externos o una tapicería en tela y piel bastante elegante.
El verdadero cambio, si no hablamos de su mecánica, está en la inclusión del sistem Citroën Advanced Comfort. Se trata de una serie de elementos y cambios a nivel dinámico y de materiales que la marca está introduciendo en sus modelos con el objetivo de mejorar la comodidad de sus coches.
En este Citroën C5 Aircross Hybrid, la marca nos mencionaba como se han añadido suspensiones hidráulicas, lunas acústicas, materiales innovadores para unos asientos muy cómodos, mejores materiales en el interior y un claro enfoque de su conducción que se centra en hacer los viajes lo más comfortables posibles, algo que le viene como anillo al dedo a esta versión híbrida. Uno de los cambios realizados en esta dirección ha sido la adición de un sistema de brazos independientes en la suspensión trasera, que responde a dos necesidades, un mejor control del peso extra de las baterías y un plus en ese comfort que tanto quiere destacar Citroën. ¿Dónde se nota más este cambio? En el espacio del maletero, que se reduce en 120 litros frente a las versiones de motores gasolina y diesel. Sigue siendo sin embargo el referente en espacio interior de su segemento.
Hablando de espacio, cabe destacar el del interior. Su habitáculo es muy amplio, tanto en las plazas delanteras como en las traseras, y eso ayuda a ese feeling general de sentirse como en el salón de tu casa. Desde esos asientos anchos y mullidos (con regulación eléctrica y calefactados), hasta unas generosas plazas traseras que nos dejaban gran espacio para las piernas, desde luego en el Citroën C5 Aircross Hybrid no iremos apretados.
Mencionar también el techo acristalado y que podía abrirse al cielo así como la climatización regulable en la parte trasera.
Una mecánica que cobra sentido para su uso en ciudad
La unidad que pudimos probar solo fue una, el Citroën C5 Aircross Hybrid con su motor térmico gasolina de 180 CV sumado a un motor eléctrico que sumados ofrecen 225 CV. La autonomía del motor eléctrico es de 55 kilómetros, aunque a nosotros el sistema nos marcaba unos 47 antes de salir, por encima de los 40km que la firma dice que sus consumidores realizan diariamente, y que por tanto deberían ser más que suficientes.
En línea generales el motor funciona de una manera fluida, con un buen empuje y sabiendo aprovechar ambas mecánicas así como los sistemas de regeneración que extiendan la parte eléctrica. Una mención especial en este aspecto a dos sistemas, el modo «B» de conducción, que aumentaba la frenada regenerativa y que se notaba en como la autonomía eléctrica tardaba más en bajar y el modod eSave, que está pensado para ahorrar la máxima carga eléctrica en previsión de su uso en núcleos urbanos que obliguen al uso de esta tecnología, muy útil.
Todo esto podía controlarse desde la pantalla táctil central o bien desde un botón físico justo al lado que nos abría un menú con toda la información acerca de la parte eléctrica.
Hablando de su sistema de control táctil, infoentretenimiento, etc, hay que decir que es muy completo. El salpicadero cuenta con un cuadro de instrumentos que podemos configurar desde los mandos del volante y que nos ofrecen desde una visión del navegador muy intuitiva y que ayuda a mantener la atención en la carretera, hasta los consumos, la recuperación de energía o los datos de autonomía.
En la pantalla táctil ocurre algo parecido, pudiendo controlar el navegador, la climatización, la música y el entretenimiento y los ajustes generales de todo el coche.
En cuanto a las sensaciones durante la prueba decir que esta mecánica es el alma gemela de ese espíritu comfortable que busca la marca con el Advanced Comfort. En modo eléctrico durante tramos urbanos, la ausencia de ruido, la caja automática de 8 velocidades y los asientos tan mullidos, realmente hacían que fuera el tipo de carretera que fuera, en el interior nos sintieramos como en casa.
Por último el tiempo de recarga, puede ir desde las 2 horas en un punto de carga a las 7 en una toma convencional, unas cifras bastante asumibles y que no deberían suponer inconvenientes para recargarlo cada día.
El precio de esta versión es de 40.900€, con dos acabados diferentes, Shine y Feel, ambos con una dotación de equipamiento muy extensa donde no echaremos nada en falta.