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Prueba Citroën Berlingo Van 2018, confortable aliado

Para aquellos trabajadores que necesiten un vehículo perfecto para el día a día en el trabajo, Citroën quiere darles una opción que reúna todo lo bueno de la marca. Para ello llega este nuevo Citroën Berlingo Van, la versión más enfocada a quien necesita una herramienta de trabajo. Una furgoneta líder del mercado, pionera ahora en varias tecnologías, y con el confort en todas sus facetas como principal baza en esta renovación.

El año pasado probamos el Berlingo Combi, una versión más polivalente y pensada para la familia. Este Berlingo Van es su versión de trabajo, enfocada a labores de carga y transporte. Un vehículo listo para las necesidades del día a día y del trabajador, con la tecnología como garantía para facilitar las cosas.

El diseño, aunque similar al del Berlingo normal, recibe una actualización en su frontal más enfocado a parecerse a la Jumpy. Las luces diurnas son LED y las de carretera alógenas. Además Citroën pone a disposición dos tallas y dos variantes, siendo estas la Berlingo Van Furgón de 2 o 3 plazas y la Doble Cabina de 5 plazas, solo XL. La Berlingo Van M mide 4,4 metros y la XL crece a los 4.75 metros.

Además con la opción de la Cabina Extenso, sus tres plazas delanteras son totalmente modulables, pudiendo llevar un escritorio en el respaldo del asiento de en medio, o suprimiendo el tercer asiento para ganar un espacio de carga adicional de 0,3 m3. En la opción de Doble Cabina la segunda fila se puede abatir completamente, quedando el suelo plano y ganando más de 1 m3 de capacidad.

En su interior también hay cambios, recibiendo la pantalla central de ocho pulgadas táctil y una nueva disposición de la consola central, así como Head-Up Display y carga inalámbrica para el móvil. Y pensando en la comodidad de cada trabajador hay hasta 113 litros de espacio en el interior para objetos entre los diversos huecos habilitados. Además se incluye el Mirror Screen con nuestro smartphone y el sistema de aviso de emergencia de Citroën a través del botón de llamada.

El espacio de carga del Citroën Berlingo Van es más que generoso, con 4,4 m3 de espacio, con un total de 1.000 kg de capacidad de carga, y una longitud de 3,44 metros, así como un ancho entre las ruedas de 1,23 metros. En total caben dos europalets.

Para que en la carretera el trabajador vaya más seguro, el Citroën Berlingo Van lleva hasta 20 asistentes a la conducción. También se incluyen algunas tecnologías muy innovadoras en este segmento de las furgonetas, como es el indicador de exceso de carga, el freno de mano eléctrico, el Head-Up Display y el sistema Surround Rear Vision. Este consiste en dos cámaras traseras, una en las puertas traseras y otra en el lado derecho del vehículo para ver lo que ocurre detrás y controlar mejor el ángulo muerto del lado derecho, cuya visión se proyecta en una pantalla de cinco pulgadas donde iría el retrovisor interior. La resolución no es la mejor del mercado pero su funcionamiento es correcta y se convierte en una opción indispensable cuando llevas una parte trasera sin ventanas.

Citroën Berlingo Van

La gama de motores incluye versiones gasolina y diésel. El gasolina es el Puretech de 1.2 litros con 110 CV o 130 CV (este con opción de caja automática EAT8) y en diésel el motor 1.5 BlueHDi se divide en potencias de 75, 100 y 130 CV, manual o con la caja automática EAT8 para el motor más potente. Hemos tenido ocasión de probar el motor BlueHDi de 100 CV con su caja manual de 5 velocidades, y el resultado ha sido bastante satisfactorio.

Citroën Berlingo Van

Acompaña muy bien al peso del Citroën Berlingo Van, aunque íbamos descargados en nuestro caso, por lo que con más peso las repuestas de aceleración habrían sido peores, en nuestra prueba ha resultado ser un motor equilibrado. La insonorización del habitáculo es perceptible y a velocidades normales y en ciudad con frenadas y aceleraciones continuas el ruido es muy bajo. Además es muy estable en autopista y ofrece una buena agilidad en ciudad, con una dirección liviana y fácil de dominar, como cabe esperar en un coche así.

El confort ha sido bueno, una plataforma EMP2 en su parte delantera se ha encargado de ello, aunque la suspensión es algo dura, prueba de que el tarado está hecho para ir cargados y que las inercias sean más contenidas, así que no podemos reprochar nada. En nuestra prueba en ciudad y carretera ha demostrado que la cámara trasera es muy útil, así como sus asistentes de conducción o el navegador y el Head-Up Display. Todo el conjunto del vehículo, tecnología, habitáculo, ayudas; se nota que está muy enfocado a ese confort para facilitarnos el día a día.

Para elegir un Citroën Berlingo Van adecuado, los franceses dan a elegir dos versiones nuevas tope de gama, justo por encima del acabado Control y Club. Uno de ellos es el Driver, que incluye el Pack acústico, la pantalla de 8″, el Surround Rear Vision, sensor de lluvia y luminosidad y freno de mano eléctrico.

En la otra cara de la moneda está el Berlingo Van Worker, más enfocada al trabajo duro. Lleva una suspensión que eleva su altura, protecciones de los bajos, Grip Control con Hill Descent y neumáticos M&S y tres plazas delanteras, así como el Pack de carga. Cada equipamiento supone unos 500 euros adicionales y Worker y Driver son equivalentes en tope de gama y por tanto no pueden sumarse.

Y después de todo esto, el precio del Citroën Berlingo Van se coloca en 159 euros al mes por el modelo con el motor BlueHDi 75 con acabado Control. La tarifa base en realidad son 17.700 euros sin impuestos.

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