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Prueba Bentley Flying Spur Hybrid

 La berlina inglesa de gran lujo demuestra en su versión híbrida que también puede ser de lo más eficiente sin renunciar a ninguno de los atractivos que la caracterizan. Sí, es un auténtico Bentley.

 

El refinamiento de los modelos Bentley es una de las credenciales de la marca desde sus orígenes. Refinamiento, confort, excelencia y potencia, entre otras virtudes. El Flying Spur actual, lanzado en 2019 coincidiendo con el centenario de la marca británica y disponible hasta ahora en versión W12 y V8, es la máxima expresión de estos atributos. La llegada de la versión híbrida enchufable, con un propulsor de 6 cilindros biturbo sumado a un motor eléctrico de 136CV con una batería de 14,1 kWh, es la última versión en sumarse a la gama, equipada con el motor más pequeño y la más eficiente de todas.

La buena noticia, es que aun con el V6, el Flying Spur Hybrid sigue siendo un Bentley con todas las letras y a todos los niveles.

Datos que hablan por sí solos

De 0 a 100km/h en 4,1s, una velocidad máxima de 285 Km/h, pero más de 700kms de autonomía… Con los 416 CV del motor térmico de 6 cilindros biturbo de 2.9l de cilindrada y los 136 del motor eléctrico vinculado a una batería de 14,1 kWh, el Flying Spur hybrid consigue una potencia combinada de 544CV y 750Nm. Se trata efectivamente de unas cifras muy cercanas a la versión V8, cuya potencia se sitúa en 550CV, tan sólo 6 por encima que la híbrida. Y es que si algo tienen claro en Bentley es que tanto el futuro ecosostenible de la marca -que será 100% eléctrica en 2030- como el camino hacia esa electrificación total tiene que seguir satisfaciendo a su exigente clientela con cada versión, y eso tiene que ser así especialmente en el apartado prestacional.

Una eficiencia que sólo se adivina por el logo hybrid

Todo esto, claro está, es una buena noticia. Porque la esencia de Bentley nos encanta, y por nada del mundo nos gustaría que se perdiese en la transición hacia el uso de nuevas energías. De momento, podemos estar tranquilos.

El Flying Spur hybrid es idéntico al resto de la gama empezando por su estética, igual de atractiva y señorial que el resto de la gama. Tan sólo las insignias de hybrid y la doble tapa lateral para acceder al depósito de gasolina por un lado y a la conexión del cargador por el otro permiten adivinar ante qué versión nos encontramos.

Desde dentro, lo mismo. La exquisitez la norma, como en todos los modelos que salen de la factoría de Crewe. Con su tapicería obra de los artesanos más delicados, los ajustes perfectos de cada pieza, el “olor a bueno” tan característico, el Flying Spur es un Bentley más.

Un confort de marcha al alcance de pocos

Una vez en marcha, el confort a bordo es extraordinario. Sentado al volante y una vez en movimiento, nada hace percibir el elevado peso de esta gran berlina, que no olvidemos, se ve incrementado más de lo habitual por el peso extra de la batería.

El buen trabajo de puesta a punto a nivel de suspensiones y chasis, convierte el Flying Spur Hybrid en un modelo ágil y agradable de conducir, especialmente en modo Sport. Las reacciones al volante son neutras y agradables, combinando una entrega de potencia suave pero contundente con un chasis que absorbe perfectamente las irregularidades del firme pero que no balancea en ningún caso. Si ponemos el modo de conducción en confort pasamos directamente a flotar por encima del asfalto, en el buen sentido: este coche lo absorbe absolutamente todo, y convierte cualquier viaje en una experiencia relajante y silenciosa. Si encima a eso le sumamos el maravilloso sistema de masaje de serie en los asientos delanteros, o el soberbio equipo de audio Naim que montaba la unidad probada, poco más se puede añadir al confort de marcha de este Flying Spur. ¿O sí?

Y se hizo el silencio

Sí se puede pedir algo, sí. El silencio absoluto en marcha para aislarnos completamente del resto del mundo, algo que sólo el Flying Spur Hybrid te puede dar. No es que los motores que montan los Bentley destaquen por ser ruidosos. Pero si lo que queremos es silencio absoluto para escuchar mejor a Mozart o Beethoven en la sala de conciertos privada que es el habitáculo, -y a su vez dejar de emitir Co2 localmente-, nada mejor que poner el modo de conducción en puramente eléctrico. Más allá del atractivo de dejar de emitir Co2 a nuestro paso, que también, circular en Bentley en modo sólo eléctrico me parece algo digno del mejor refinamiento. Si al final lo de la electrificación en según qué modelos tendrá más sentido del que pensamos...

La montura ideal para ir a Autobello Barcelona

Mira tú por donde que mi prueba de esta unidad, cargada de extras y con una combinación de color muy especial, dorado con llanta negra, coincide con Autobello Barcelona. Obviamente no es casualidad. Y es que qué mejor coche que este para asistir al concurso de elegancia por excelencia de nuestro país. Así que tras recoger a mi fiel compañera, ahora recién esposa, Baiba, pongo rumbo al club de Golf Terramar, en Sitges.

Obviamente allí me siento como pez en el agua, rodeado del mejor glamour y los mejores coches a bordo de “mi ecológico Flying Spur” que destaca por su elegancia sobre el césped del campo de golf. El evento es como siempre increíble, un espectáculo único que cuesta describir si no lo has vivido. Si queréis saber más os tocará leer los artículos sobre las ediciones de este año…

Tras el evento, toca volver a casa. Mañana tocará devolver esta magnífica super berlina tras pasar 4 días conmigo. Suficientes para conocernos bien. Si soy sincero, puede que sea un poco demasiado grande para mi gusto, de hecho, yo soy más de Continental GT. Aun así, para moverse con eficiencia y total confort, esta versión Hybrid me parece ideal para el día a día. Igual puedes entrar a las zonas de bajas emisiones de cualquier ciudad a comprar el pan en modo eléctrico que te puedes ir de viaje adonde quieras con un nivel de confort y dinamismo pocas veces vistos en una berlina híbrida enchufable.

 Solo un pequeño detalle a la hora de considerar esta opción de compra, su precio está a la altura de sus cualidades: en el caso de la unidad probada ascendía a unos nada despreciables 270.000€. Un pequeño detalle sin más importancia tratandose de un auténtico Bentley de última generación y cargado de tecnología.

 

Prueba realizada gracias a Bentley Barcelona

 

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