Prueba Porsche 992 Targa 4S Heritage: el grand tourer de Stuttgart

La variante Targa de Porsche ha cumplido recientemente 55 años y, ahora más que nunca, parece no tener sentido. Sobre el papel, combina todos los inconvenientes de un Cabriolet y un Coupe, y sin embargo el Porsche 992 Targa 4S -que lleva el nombre de la mundialmente conocida carrera Targa Florio- es posiblemente el 911 no-GT más deseable que se puede comprar.

Entonces, ¿qué pasa? ¿Para qué sirve el Porsche 992 Targa 4S?

Diseñado originalmente para ser una versión más segura del Cabriolet, el primer Targa contaba con un techo extraíble manualmente y un aro antivuelco para proteger a los ocupantes en caso de accidente. Era un modelo de vanguardia para 1965 y ofrecía verdaderas ventajas con respecto a un descapotable tradicional.

Ahora los cabriolets son mucho más seguros, y el icónico arco antivuelco del Targa basado en el 992 es ahora una floritura skeuomórfica, en parte por la rigidez del chasis, pero sobre todo por su aspecto. Aun así, el techo desaparece en 19 segundos y la ingeniería necesaria para conseguirlo es impresionante.

Porsche también reconoce la historia del Targa, con una especificación Heritage Design Edition muy recargada, que hemos probado con el volante a la derecha. Aunque se ha agotado (Porsche sólo fabricó 992 unidades de esta versión), con su esquema de color borgoña propiamente retro, sus calcomanías y su llamativa combinación de colores, todavía puedes equipar tu Targa 4S con un paquete de diseño patrimonial que incluye unos bonitos asientos de cuero y terciopelo.

¿Qué velocidad tiene?

Al igual que el 4S estándar, el Targa 4S produce 443 CV con un motor bóxer de seis cilindros y 3,0 litros con doble turbocompresor, y lo pone en marcha a través de un PDK de ocho velocidades y el refinado sistema de tracción total de Stuttgart.

El peso de la cubierta opcional significa que el Targa 4S es un poco más lento: hace el 0 a 100 en 3,6 segundos, lo que es sólo 0,2 más lento que el 4S estándar, y su velocidad máxima de 305 km/h mph es 2 km/h más lenta que la versión estándar. Cuando se alcanzan décimas de segundo en los tiempos de sprint, la «pérdida» de rendimiento es marginal. Sigue siendo un coche estupendamente rápido.

Y la forma en que se despliega la potencia seguirá resultando extraña para quienes estén acostumbrados a los Porsches de aspiración natural. Se trata de un coche deportivo en el que puedes apoyarte en el par motor a medio régimen para progresar rápidamente, en lugar de hacerlo a bajas revoluciones. De hecho, aunque el seis cilindros planos del Targa suena bien, es demasiado ruidoso a pleno rendimiento como para disfrutarlo. Sin embargo, para un coche con motor turboalimentado, la respuesta del acelerador del 911 es intensamente nítida a cualquier velocidad.

Decimos que el 911 es supremo en este departamento por una razón

Empecemos por el sistema de tracción total. Mientras teníamos el Heritage Edition, llovía bastante (la ley de Dios con un descapotable, ¿verdad?), y sin embargo el agarre era más que abundante. Incluso en condiciones poco ideales, el 4S te infunde confianza para ir más rápido: «no te preocupes, lo tengo». Y, sin embargo, también parece pensar que no «lo tengo», avisando de que está mojado y sugiriendo que me calme con el modo húmedo integrado en el coche.

Aun así, la conducción es realmente impresionante. Nuestro coche de pruebas llevaba ruedas grandes, lo que hace que el ruido de los neumáticos sea un poco molesto, pero si especificas los amortiguadores adaptativos del PDCC, el confort de rodadura puede ser muy suave cuando vas a velocidad de crucero o lo suficientemente tenso como para establecer un nuevo récord de vuelta en carretera.

Es ligeramente más suave que el 4S de serie, con un toque de balanceo y un poco menos de aplomo, pero ese es el precio que hay que pagar por añadir un invernadero de 110 kg a un coche deportivo ya refinado.

Porsche 911 Targa 4S: veredicto

Sin embargo, nada de esto importa cuando se conduce: este Porsche en particular no está construido para la velocidad máxima, sino para la experiencia general. El parabrisas trasero envolvente del Targa y el arco antivuelco envuelven al conductor y al pasajero en un capullo de cristal, junto con toda la tecnología del interior del nuevo 911, pero le mantienen tan conectado a la carretera como cualquier otro 911.

A diferencia de los modelos GT, más centrados en el conductor (es decir, manuales y con tracción trasera), el sistema PDK del Targa y la tracción total se encargan de las tareas intensivas por ti, clavando los cambios de marcha y buscando el agarre. Y sí, aunque no es el 911 más rápido per se, el Targa 4S sigue siendo implacablemente rápido.

Pero no compras un Targa por su velocidad o manejo. No es el 911 más rápido que se puede comprar, pero las métricas que utilizamos para medirlo se miden en décimas, milímetros o porcentajes de un solo dígito. Sigue siendo un emocionante coche deportivo de principio a fin, con el añadido de ese magnífico techo, pero diríamos que es mucho más el gran turismo de la gama 911 que un coche deportivo a toda prueba. Eso lo hace tremendamente deseable.