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El nuevo Mazda CX-5 gana en refinamiento y ofrece un precio muy competitivo, desde 24.000 euros

El nuevo Mazda CX-5 es el modelo más vendido de la marca japonesa en España y ahora se renueva con una nueva imagen y más equipamiento. También gana en refinamiento y ofrece un precio muy competitivo frente a sus rivales premium.

El CX-5 es uno de los puntales del éxito de Mazda en Europa. El año pasado se vendieron 56.000 unidades, y 260.000 desde su lanzamiento. Y en todo el mundo son 1,5 millones. Para la importadora española su importancia es capital igualmente. Las ventas de este SUV (Sport Utility Vehicle) han ido aumentando año tras año, y actualmente este modelo supone un 40% de las ventas. Los SUV´s (la suma de las ventas de CX3 y CX5) representan un 60% de las matriculaciones de la marca japonesa en nuestro país. Mide 4,55 metros de largo y desde Mazda ven como sus rivales naturales al VW Tiguan, al Audi Q3, al BMW X1 y al Mercedes GLA.

El Mazda CX-5 se lanzó en 2012 y a principios de 2015 recibió un restyling. El cambio que ha recibido ahora no parece muy profundo pero, si pones juntos el modelo anterior y el nuevo, las diferencias son muy evidentes. Esto por supuesto es voluntad de los diseñadores de Mazda, que han querido mantener las exitosas líneas esenciales del modelo.

El Mazda CX-5 2017 no es un modelo nuevo al cien por cien, pero se ha modificado más de lo que suele ser habitual en estas renovaciones de gama. Incluso la pintura roja “Soul Red” que Mazda usa casi como imagen de marca, ha evolucionado y ahora es “Soul Red Cristal”.

En el CX-5 2017 la distancia entre ejes no cambia y es ligeramente más largo (+5 mm.) y más bajo (+35 mm.), con un ancho de vía 5 mm. mayor. La rigidez del conjunto ha aumentado un 15% y el chasis tiene un 50% de elementos que han sido cambiados o modificados. Esto afecta tanto a la amortiguación como a la dirección. En todo caso, la mejora que más notará un cliente que se baje del anterior y se suba al nuevo será el refinamiento general y los equipamientos más avanzados. El CX-5 sigue siendo un coche ágil y con buen tacto, algo típico de la marca japonesa. Una novedad que afecta al comportamiento del coche es el G-Ventoring Control, un mecanismo que ya han montado en otros modelos de la marca y que regula el par motor para mejorar la tracción y el agarre.

La gama de motores Mazda CX-5 es básicamente la misma que se ofrecía hasta ahora, aunque gastan un 4% menos. Está compuesta por el 2.0 de gasolina con 165 CV y el 2.2 diesel de 150 o 175 CV. La novedad es el 2.5 de gasolina con desconexión de cilindros para gastar menos cuando no son necesarios. Esta motorización no estará a la venta hasta septiembre.

El 2.0 atmosférico rinde 165 CV a 6.000 rpm. y un par máximo de 210 Nm a 4.000 rpm. en la versión tracción delantera, y 160 CV automático con AWD. Por su parte el turbodiésel de 150 CV rinde la potencia máxima a 4.500 rpm. y el par máximo de 380 Nm. entre 1.800 y 2.600 rpm. El resultado es que el de gasolina, con mucho menos par, y además disponible a mayor número de revoluciones, frente al diesel da la sensación de que le falta empuje y carácter, aun cuando sus prestaciones son buenas: de 0 a 100 en 10,9 seg (9,4 para el diesel), con un consumo medio de gasolina de 6,4 litros y del 5 para el diesel.

En la marca se están viendo sorprendidos por la alta demanda de los modelos de gasolina, que actualmente es del 60% respecto al 40% de los diesel. Esto parece causado por la reciente campaña anti-diesel de ciertas corporaciones municipales, y el temor de los clientes de que su coche pueda tener restricciones de uso en el futuro. Lo cierto es que los diesel modernos tienen un nivel de emisiones muy bajo, y para quienes hagan muchos kilómetros siguen siendo la mejor opción. Además en el caso del CX-5, el diesel anda bastante más (sobre todo recuperaciones) y gasta menos.

La nueva gama se organiza en tres niveles de acabado: Origin, Evolution y Zenith. En la marca creen que las ventas se concentrarán en los dos acabados superiores, más o menos al 50 por ciento cada uno. El básico Origin ya va muy bien equipado, con climatizador bizona, llantas de 17 pulgadas, sensor de lluvia y luces o sistema de asistencia a la frenada en ciudad avanzado con detección de peatones. Esto último es nuevo en la gama 2017, como también lo es la función Auto-Hold del freno en atascos, el cierre automático de puertas, los asientos traseros 40720/40 reclinables en dos posiciones o las salidas de aire en las plazas traseras.

El acabado Evolution incluye además sistemas de alta gama como el reconocimiento de señales de tráfico, el Head Up display en color, la cámara de visión trasera, los sensores de parking delantero y trasero y los retrovisores con plegado automático.

Para todos los modelos hay una campaña de lanzamiento que incluye un descuento de 2.000 euros, y otros 500 euros adicionales más los cinco primeros mantenimientos si se financia el coche con la financiera de la marca.

Por lo tanto un cliente se puede llevar un CX-5 2.0 165 CV gasolina 2WD (tracción delantera) Origin por 24.100 euros, descuentos incluidos. El diesel más asequible es el 2.2 150 CV 2WD Origin por 26.350 euros. La marca destaca así mismo el alto valor residual de sus coches. Según los datos de su Eurotax, el CX-5 de gasolina tiene el valor residual (de reventa) más alto de su clase, y el diesel solo se ve superado por el GLA de Mercedes.

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