Prueba BMW iX, un SUV eléctrico creado para sorprender
El nuevo BMW iX es mucho más que un gran SUV 100% eléctrico. Diseñado partiendo de cero, es el primer miembro de una futura familia de modelos extraordinariamente avanzados.
La información oficial de BMW sobre el nuevo SUV está encabezada por este titular: “el primer BMW iX de la historia”. Es un tópico hablar de que estamos ante un “coche del futuro” pero, en este caso, dicha descripción se ajustaría a la realidad. Su aspecto sin duda es futurista y está muy influido del prototipo del que deriva, el BMW Vision iNext mostrado por primera vez en 2019.
Para situarlo en la gama hay que decir que el nuevo iX es ligeramente más largo que un X5 (+31 mm.) y con más distancia entre ejes (+25 mm.). También es más bajo que un X5 (-50 mm.). Desde BMW destacan que el iX ha sido diseñado partiendo desde cero, o sea, que no es “un X5 electrificado”. Su estructura combina mucho aluminio y con fibra de carbono con el fin de reducir el peso lo máximo posible, ya que las baterías superan los 500 kilos de peso.
Sabemos que a muchos aficionados a los coches la idea de un SUV eléctrico no les estimula especialmente, pero cuando conduces una máquina como el iX y vas descubriendo sus características, resulta inevitable no sentir cierto asombro ante tanta tecnología.
De momento se comercializa en dos versiones. El más asequible es el iX xDrive40, con 240 kW (326 CV, 630 Nm de par, de 0 a 100 en 6,1 seg), desde 87.150 euros. El iX xDrive50 (385 kW, 523 CV, de 0 a 100 en 4,6 seg) está a la venta desde 104.150 euros.
Como en la mayoría de los eléctricos, la batería ocupa todo el piso que hay entre los ejes. En el modelo básico ofrece una capacidad neta de 71 kWh. En el iX xDrive50, la batería ofrece 105 kWh. Ya se sabe que la capacidad batería es clave para el rendimiento, y el iX50 anuncia una autonomía sobresaliente, de 630 km. El iX40 por su parte alcanza 425 km. Los dos iX disponibles son 4×4 porque llevan un motor eléctrico en cada eje.
El diseño del interior es tan sorprendente como el exterior. Lo primero que vemos es un volante con el aro más o menos hexagonal, el primero de este tipo que se usa en un BMW. Después llaman la atención las superficies muy limpias, con pocos botones físicos y elementos de control en cristal, como el mando para el cambio o el giratorio para el sistema multimedia. Curiosa también la consola central en madera, con botones táctiles integrados en ella, sin relieve. Como opción puede incorporar un gran techo solar electrocrómico, y el maletero ofrece 500 litros de capacidad.
Como en cualquier coche moderno y electrificado no faltan las pantallas, una para la instrumentación de 14,9 pulgadas y otra de infoentretenimento de 12,3 pulgadas. Según la marca, incorpora el conjunto más amplio de sistemas de asistencia a la conducción que jamás se hayan montado en un BMW. Y es el primer coche premium con conectividad 5G.
Comenzamos a conducir en silencio, como cualquier eléctrico. Pronto puedes sentir que es muy cómodo y refinado, con un excelente aislamiento. En cuanto salimos a carretera nos sorprende lo que han llamado tren de rodaje inteligente. Normalmente en los eléctricos el conductor puede regular el nivel de retención cuando levantas el pie del acelerador. Así puede retener poco, como en un coche normal, o mucho, de modo que apenas tengas que tocar el freno y se cargue más la batería.
En el iX notas como unas veces retiene más que otras, sin que el conductor intervenga. Por ejemplo, cuando por hay un coche próximo por delante, o cuando se acerca a una intersección. Aun así también se puede seleccionar que retenga siempre lo mismo. También, como en muchos coches modernos, si no mueves el volante gira solo para mantenerte en el carril, de modo que podría decirse que tiene cierto nivel de conducción autónoma.
Respecto al comportamiento, han logrado un gran equilibrio entre comodidad y agilidad. Además es muy rápido y estable, pero ni tiene carácter deportivo ni pretende tenerlo (eso lo dejan para el iX M60). La suspensión neumática y la dirección en el eje trasero son opcionales.
No obstante se siente verdaderamente veloz gracias a su elevada potencia y al abundante par disponible (630 Nm o 765 Nm según versión), de modo que recupera y adelanta como su tuviera una turbina. Hay que destacar también la eficacia aerodinámica (Cd 0,25), muy buena para un SUV de su tamaño.
El motor responde con inmediatez y anuncia un consumo bastante bajo teniendo en cuenta el peso total del coche, 19,4 kWh para el xDrive40 y 19,8 kWh para el xDrive50. Según el fabricante sus motores mejoran en un 40% respecto a un i3 en lo que llaman la densidad de potencia, es decir, rendimiento del motor respecto a su tamaño.
El conductor puede elegir entre tres modos de conducción. Estos condicionan no solo la respuesta sino también el sonido. En BMW se han tomado el tema acústico tan en serio que han contratado nada menos que a Hans Zimmer, compositor de épicas bandas sonoras como la de “Gladiator”, para desarrollar el sonido de sus eléctricos.
Es difícil describirlo, pero es un sonido bonito y estimulante sin imitar mucho el sonido de un motor de explosión. El sistema de sonido opcional Bowers & Wilkins incluye controladores de bajos integrados en los asientos.
Respecto al tiempo de recarga, el navegador te indica no solo los puntos de carga, sino también si están ocupados o no. Y prevé incluso cual debe ser la temperatura óptima de la batería al llegar al punto de carga. En las mejores condiciones, como es un cargador Ionity de alta potencia (DC), el xDrive50 puede pasar del 10% al 80% de carga en 35 minutos.
El iX se puede ir actualizando en remoto y próximamente incorporará un asistente de maniobras que recuerda hasta 200 metros, con hasta diez maniobras se quedan registradas. Esto quiere decir que si has entrado en un garaje de frente, el coche hacer el camino marcha atrás por sí mismo.
Además se acaban de mostrar las primeras imágenes de la versión iX xDrive M60, que con 600 CV es el primer BMW M 100% eléctrico (en la foto inferior).
Curiosidades del iX
De este modelo se podría escribir un libro, y está lleno de detalles tecnológicos. Puede por ejemplo aprender de tus costumbres; si todos los días llegas a la puerta de tu oficina y bajas una ventanilla para el control, te preguntará si quieres que lo haga solo.
También es curiosa la superficie auto-reparadora que cubre el morro, los llamados riñones. Lleva un recubrimiento de poliuretano adicional que hace posible que ciertos arañazos se reparen solos, en 24 horas a temperatura ambiente o en cinco minutos aplicando aire caliente.
Cámara en el interior. Puede hacer fotos de los ocupantes. Además si salta la alarma graba lo que pasa en el interior, y también puedes conectarla a tu móvil para ver lo que pasa en el habitáculo de tu iX.
No se puede abrir el capó, solo en el taller, así que ¿cómo relleno el líquido para el limpiaparabrisas? Pues se levantando el logo del frontal. Tampoco es habitual que no haya posición “P” en el cambio, basta con tocar el botón de freno de mano.