Nissan Micra, Suzuki Swift y Citroën C3: pequeños vengadores
El Nissan Micra tiene una historia curiosa. Nació en 1993 y se convirtió en el primer japonés en lograr el título Coche del año en Europa, creció en su segunda generación con una gama que incluía un cabrio, pero en su tercera entrega emigró fuera de Europa para venderse muy bien en Asia. Ahora vuelve con fabricación francesa y con un atractivo diseño dispuesto a convertirse en una de las opciones más atractivas para los clientes urbanos: ¿está listo el nuevo Nissan para enfrentarse al Suzuki Swift y al Citroën C3?
Quizá sí, pero como nadie su duerme en los laureles el pequeño Nissan debe mostrar primero sus cualidades ante los juniors del sector, completamente renovados y también muy atractivos, antes de verse las caras con gigantes como Clio, 208, Polo, Corsa, Fiesta o Ibiza. El nuevo Citroën C3 es todo un descubrimiento. El modelo renuncia a la deportividad para ofrecer un producto cómodo y personal que se ha convertido en un hit en ventas. El Suzuki Swift parece un rival menor, pero la marca coloca 50.000 unidades cada año en Europa y representa mejor que nadie el espíritu del primer Micra, un coche sin pretensiones, pero eficaz y completo en todos sus campos. Todos ellos se ofrecen con cinco puertas, versiones base muy económicas y topes de gama, como los aquí probados, rondando los 17.000 euros, así que: ¡Empezamos la acción!
El diseño del Micra es llamativo, con un punto de agresividad, muy personalizable con pinturas y adhesivos. El interior juega fuerte en cuanto a presencia, y el volante, la palanca de cambios o el equipo multimedia resultan sobresalientes dentro de un diseño rotundo. Eso sí, en el acabado básico el aire acondicionado no está siquiera disponible, y serán las versiones más altas de gama, N-Connecta o Tekna, las que nos permitan un interior con detalles de colores o un equipo de audio Bose con un altavoz en el reposacabezas. La gama de motores es curiosa.
El diésel está bien representado por el 1.5 de 90 CV. En gasolina, donde los japoneses suelen dominar, un motor de un litro y 75 CV estrena la gama, pero anuncia un 0 a 100 km/h en más de 15 segundos, así que es mejor optar por el turbo de 0.9 litros y 90 CV, que hace ese recorrido en 12 segundos. Es poco motor para ser un tope de gama, así que seguro que llegarán más mecánicas. Entretanto la tarifa del Tekna con esta mecánica es de nada menos que 18.900 euros. El maletero es bueno, con 300 litros, y las plazas traseras, aunque no recomendables para adultos altos, superan con creces la habitabilidad de la generación anterior.
Una interesante evolución
Pasemos al C3, una clara evolución del diseño del Cactus, pero con mayor atractivo. El coche cuenta con detalles originales por todos los costados: airbumps, pilotos 3D, techo de color distinto rcar19_a la carrocería…; también tiene detalles del mundillo crossover, y además estrena una cámara en el parabrisas para grabar lo que ocurra delante de nosotros, muy útil si viajamos a Rusia, por ejemplo. El interior también gusta, y en cada rincón vemos que se ha cuidado el diseño. Atentos a los asientos, confortables como pocos que hayamos probado, y es que la marca se ha tomado muy en serio eso del “Citroën Advanced Confort”.
El volante es bonito, la pantalla se maneja bien y solo echamos de menos el cuadro de relojes digital del Cactus. Eso sí, los plásticos son duros y brillantes. En cuanto a motores, el C3 se estrena con un 1.2 en versiones de 68 y 82 CV que aceleran de 0 a 100 km/h en 14 y 12 segundos respectivamente, es decir, se apañan bien en ciudad. El que equipa nuestra unidad, el mismo motor con turbo y 110 CV, lo hace en 9,3 segundos, así que se va a “fundir” a muchos coches más aparentes con facilidad. También hay dos diésel de 75 y 100 CV, un automático “pata negra” –con convertidor de par frente al CVT de sus rivales– y una versión para gas GLP. En cuanto a equipamiento, el Shine tope de gama sale por 17.450 euros. El C3 iguala el maletero del Micra, pero ofrece más espacio en su parte trasera, aunque le traiciona la altura del techo. Imaginamos que Citroën espera que, quien tenga familia, compre el futuro C3 Aircross, que llegará en pocos meses.
En cuanto al Suzuki Swift, resulta que la versión base tiene 90 CV y acelera hasta los 100 km/h en poco menos de 12 segundos, dando un varapalo tremendo a las versiones base de sus dos rivales o, dicho de otro modo, con el motor de la versión más barata del Suzuki iremos más rápido que con el Micra más veloz y no andaremos lejos del C3. Si queremos alcanzar al francés, mejor optar por la versión turbo, con un motor 1.0 de 111 CV que, si bien no da un salto gigante en prestaciones, sí que permite un mayor ritmo en carretera. Este modelo tiene un sistema de ayuda con motor eléctrico que permite que se homologue como híbrido, con algunas ventajas fiscales en los ayuntamientos con más congestión de tráfico. Llamado “Boosterjet”, el motor eléctrico ni se ve ni casi se nota –rinde 2,7 CV–, pero el coche acelera más y mejor, y consume y contamina un poco menos. El precio, 16.950 euros, lo convierte en el más barato del trío.
Por dentro el Suzuki Swift ha dado un paso de gigante si lo comparamos con las generaciones anteriores. Puede que no tenga el ingenio del C3 ni la percepción de calidad del Micra, pero se venga con el mayor espacio para las plazas traseras gracias a un techo más alto y una forma más cuadrada de su carrocería que hará que atrás se viaje más cómodo. Eso sí, con poco equipaje, ya que tiene 265 litros de maletero.
Hora de conducir
En marcha el Micra corre, acelera y se mueve bien, pero echamos de menos más potencia para poder jugar al completo con el chasis o más confort para el día a día urbano. El cambio es preciso y el Micra responde muy bien al volante, pero, para ser un coche urbano, ha ganado muchos enteros en materia de habitabilidad.
El C3 es el maestro del confort… y de las prestaciones. Con su motor de 110 CV se impone a un montón de coches urbanos y hasta compactos. Se mueve muy bien por la ciudad –lástima que el cambio no sea más preciso– y resulta muy cómodo. Además, todos los detalles y lo bien que va su pantalla hacen que los que van a bordo se sientan como en casa, incluida una mayor altura que facilita subir y bajar al coche. El Citroën convence con su confort y se convierte en un buen coche urbano con pretensiones viajeras siempre que llegue el caso, aunque la trasera del C3 anterior era más amplia, cosas del diseño.
El Suzuki Swift sorprende con la ligereza de su chasis, con menos de 900 kilogramos, lo que unido al motor turbo con el sistema híbrido, lo convierte en rápido y divertido al volante. Es el más corto, así que “ratonea” y aparca con facilidad, y las plazas traseras no solo son amplias, sino también muy accesibles con grandes puertas, lo que agradecerán los papis que tengan que subir a los niños en sillitas. Lástima que el maletero no sea tan grande como su competencia, porque el repaso sería completo.
¿Diseño, espacio o comportamiento?
Llega la hora de definir conclusiones. Está claro que el diseño del Micra es muy atractivo, se comporta bien en carretera y podríamos convivir con él perfectamente, especialmente si viajamos solos. El Citroën gustará a los que quieran un coche muy cómodo y con gran personalidad, y con su motor de 110 CV vuela. En cuanto al Suzuki, es la sorpresa del trío, cuenta con la mejor mecánica, y si el interior fuera un poco más atractivo, arrasaría, porque en el resto de apartados brilla muchísimo. Además, tiene el mejor precio, así que su compra está más que justificada.