Sólo motores eléctricos para la gama Volvo a partir de 2019, ¿una jugada arriesgada o todo un acierto?

La marca sueca ha anunciado que a partir de 2019 implementará únicamente motores respetuosos con el medioambiente, eso excluye cualquier motorización puramente de combustión interna.

Los nuevos modelos a partir de esa fecha solo estarán disponibles con motores híbridos o eléctricos. Junto a los modelos 100% eléctricos se unirán los modelos de gasolina y diésel con un sistema híbrido enchufable o con un sistema híbrido de 48 V.

Este cambio tiene como intención llegar al objetivo de vender un millón de vehículos con cualquier sistema eléctrico para 2025. También como parte de la iniciativa de Volvo para recudir el impacto medioambiental, el fabricante también asegura que las plantas de producción serán más ecológicas para 2025.

Según el CEO de Volvo, Hakan Samuelsson, este nuevo sendero que se abre ante el fabricante sueco «está orientado hacia el cliente». «Cada vez hay más demanda de coches eléctricos y nosotros queremos responder a esa demanda para solventar las necesidades presentes y futuras del mercado».

A partir de la segunda generación del XC90, la cual se lanzó al mercado en 2014, todos los nuevos modelos Volvo han implementado en su catálogo de motorizaciones exclusivamente los trenes de potencia de cuatro cilindros y 2.0 litros de gasolina y diésel.

También la compañía sueca ha prometido que desarrollará cinco modelos 100% eléctricos, los cuales llegarán al mercado entre 2019 y 2021; tres de ellos pertenecerán a Volvo y los otros dos restantes a Polestar. Hace pocos días Volvo anunciaba que Polestar sería «una marca independiente de coches eléctricos de altas prestaciones».

¿Qué supondría que Volvo solo disponga de motores alternativos?

En un principio puede parecer una locura eliminar los motores que llevan años en nuestras carreteras, pero nada más lejos de la realidad. Con las constantes restricciones en las principales ciudades, las marcas se están viendo obligadas a rebajar las emisiones a toda costa y, en ocasiones, prescindir de las motorizaciones diésel (como ocurre con Toyota).

Si Volvo se consigue desmarcar como una marca puramente eléctrica o híbrida puede que entre a competir directamente con las marcas emergentes dentro de la movilidad del futuro, como Tesla. La ventaja de solo disponer de estas motorizaciones es que no tienen ningún problema a la hora de circular por ciudad- por el momento-, ya que los vehículos eléctricos e híbridos pueden circular por las ciudades bajo cualquier nivel del protocolo anticontaminación.