Michael Fassbender: objetivo Le Mans

Nuestro protagonista, Michael Fassbender (Heidelberg, Alemania 1977) es una estrella mundial tras haber participado en numerosas películas y series de éxito.

Pero también es un loco de los coches y de la competición desde que era un niño. A sus 44 años le tratan como un rey allá donde va y su fortuna personal se estima en unos 40 millones de dólares, de modo que podría dedicarse a ver crecer la hierba y a buscar inspiración tumbado en una villa frente al mar.

Y sin embargo Michael Fassbender ha querido asumir un reto complicado, como es el de convertirse en piloto de automovilismo, lo suficientemente bueno como participar en las 24 Horas de Le Mans. Dentro del coche ya no es una estrella, sino un novato con mucho que aprender.

Todos lo que le han tratado coinciden en destacar que Michael Fassbender es un tipo muy cercano, simpático y natural que enfoca su reto como hay que hacerlo, con trabajo, disciplina y humildad.

Esta ambición recuerda a la de otros actores que hicieron antes el mismo camino, como Steve McQueen, Paul Newman y más recientemente Patrick Dempsey. Curiosamente, todos ellos estuvieron especial vinculación con Porsche.

Steve McQueen (1930-1980) debutó en competición en Riverside en 1959 al volante de un Porsche 356 Speedster, y su mayor éxito fue un segundo puesto en las 12 horas de Sebring junto a Peter Revson en 1970, conduciendo un Porsche 908/2. En 1971 pilotó un Porsche 917 durante el rodaje de su película Le Mans, pero no llegó a participar en la prueba francesa.

Dereck Bell pasó el verano rodando con él y lo recordaba así: “Creo que le conocimos de una manera que poca gente pudo hacerlo, aparte de su familia.

En su otra vida todo el mundo quería ser como él. Pero cuando hicimos la película él saltó a nuestro mundo, y era modesto y respetuoso”.
Por su parte Paul Newman comenzó a correr con 47 años y estuvo 35 años compitiendo.

Robert Redford dijo una vez que, para Newman, nunca hubo conflicto entre actuar y competir: “Las películas siempre estuvieron en un segundo lugar”. Su mayor éxito fue acabar segundo en Le Mans en 1979 con un Porsche 935.

Desde entonces las cosas han cambiado mucho, y actualmente el nivel de pilotaje es tan alto que subir al podio (en la categoría absoluta, Le Mans Hypercar) es imposible para un piloto amateur. Aún así, todos los exactores convertidos en pilotos aspiran a lo mismo: ser respetados y que el resto de los pilotos les tomen en serio.

Patrick Dempsey visitó Le Mans en 2006 como espectador y andando por el paddock se preguntó: “Dios, ¿no sería fantástico competir aquí?”. En 2007 participó en la Clase GT del campeonato Grand Am americano, y fue evolucionando hasta que en Le Mans 2015 logró un segundo puesto en la clase GTE Am (amateur) con un 911 RSR.

Los compañeros de Dempsey fueron Patrick Long (su mentor y entrenador), con doce participaciones en Le Mans (USA) y Marco Seefried, debutante (AUT). Un año después Dempsey se retiró como piloto pero siguió al frente de su equipo, Dempsey Proton Competition, donde corre Fassbender.

Fassbender conoció a Patrick Dempsey en un vuelo Londres-Los Ángeles: «Le felicité por la buena clasificación de su equipo en las 24 Horas de Le Mans y mencioné que estoy muy interesado en las carreras».

Patrick Dempsey se puso en contacto con Porsche y, a partir de entonces, todo fue muy rápido. Actualmente Fassbender está metido de lleno en el reto que supone disputar las 24 Horas y compite en un 911 RSR de Dempsey Proton Racing.

Su plan es competir en la edición 2022, y el pasado 15 de agosto participó en el día de pruebas pero no en la carrera. Fue la primera toma de contacto para el actor al volante del RSR en el circuito de Le Sarthe (13,6 km) y se mostró cauto: “Estoy yendo paso a paso, es genial estar aquí y formar parte de este evento”.

Los comienzos de Michael Fassbender

El padre de Michael Fassbender era alemán y su madre irlandesa, y cuando tenía solo dos años la familia se trasladó a Fossa, cerca de Killarney (Irlanda). Allí fue al colegio y sus padres regentaban un restaurante y un B&B. El actor por tanto se siente irlandés, y esa es la bandera que luce en su casco.

Comenzó a actuar a los 16 años y a los 17 produjo, protagonizó y dirigió una obra de teatro en Killarney basada en Reservoir Dogs, la primera película de Quentin Tarantino. La hicieron en la discoteca Revels y para la oreja cortada del policía usaron un filete.

Hubo dos actuaciones. A la primera asistieron 120 personas y a la segunda 140. El actor suele bromear diciendo que todo lo que sabe sobre interpretación lo aprendió de aquella experiencia.

Después fue a una escuela de teatro en Londres y pronto llegó su primer papel en televisión en Band of Brothers (Hermanos de Sangre en España, 2001), la serie para televisión sobre la II Guerra Mundial creada por Tom Hanks y Steven Spielberg.

Después se pasó dos años en Los Ángeles sin encontrar trabajo. Luego logró despegar, podemos recordarlo como guerrero espartano en la película 300 (2007), aunque algunos consideran que su mejor papel lo logró en Malditos bastardos (2009) junto a Brad Pitt y con la dirección de Quentin Tarantino.

Posteriormente ha participado en muchas más producciones, como la saga X-Men, que sin duda le ha proporcionado ingresos periódicos y abundantes.

El 2014 fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto por 12 años de esclavitud, y en 2016, otra nominación por su papel interpretando a Steve Jobs en la película homónima.

Ya había logrado ser un grande de la interpretación y entonces decidió enfocarse hacia su otra gran pasión, las carreras. “Me aficioné a la F1 gracias a mi abuelo, sobre el año 1988 o 1989. Ayrton Senna era mi héroe, y después Michael Schumacher. Siempre me han apasionado los coches, contaba los días hasta que me pude sacar el carnet a los 17”.

Y en septiembre de 2016 comenzó su entrenamiento con el programa Ferrari Corsa Pilota. En 2017 debutó en la Ferrari Challenge norteamericana (copa monomarca con el 458 Challenge).

“Estaba tan nervioso que tuve que ir al baño. Pensaba que iba a vomitar, no lo hice pero estuve muy cerca”. Ese mismo año logró su primer podio, tercer puesto en Ontario. “Muchas emociones burbujeaban dentro de mí cuando crucé la meta.

Afortunadamente mi entrenador no me dijo mi posición, pero sabía que había pasado muchos coches”. Antes recibió entrenamiento en lluvia. Y después vinieron más podios, incluyendo una victoria en Daytona en enero de 2018.

El actor demostró así que tiene habilidad y talento para conducir. Recuerda con especial cariño cuando en 2010 pudo conocer a Schumacher, que le invitó en Mónaco. “Estuve con él en la parrilla de salida, fue un momento realmente especial para mí”.

Llegada a porsche

Primero participó en el Porsche Driving Experience y después al Porsche Racing Experience. El siguiente paso fue competir en la Porsche Sports Cup en Alemania con un 991 GT3 en 2019. Aquí el nivel era más alto y Fassbender terminó el campeonato sin subir al podio y en el puesto 13, con 26 puntos.

El actor divide su tiempo de modo que durante unos meses al año interpreta, y en otros compite. En 2020 participó tanto en la Porsche Mobil 1 Supercup (con el 911 GT3 Cup) como en las European Le Mans Series (con el 911 RSR). Este es un campeonato de mucho nivel donde las carreras son de cuatro horas.

Cada stint (turno por piloto) es de hora y media, corren tipos que han pasado por la F1, y muchos otros que no llegaron pero no por falta de cualidades. Fassbender disputó las 4 Horas de Le Castellet en julio en el circuito de Paul Ricard, compartiendo coche con Richard Lietz (AUT) y Felipe Fernández Laser (GER).

Michael Fassbender sufrió una colisión durante los entrenamientos y en la carrera acabaron séptimos. “Me llevó cinco vueltas encontrar mi ritmo”, dice. «Después de eso, mis tiempos mejoraron significativamente».

Un mes después en la carrera de la Porsche Supercup en Barcelona se vio implicado en otra colisión, lo que hizo flaquear su confianza. A Michael le costaba sentirse cómodo rodando en grupo con muchos coches.

Esto es algo normal, porque compite contra pilotos que empezaron en los karts y tienen muchos años de experiencia. Lars Kern, recordman de Porsche en las pruebas en Nürburgring Nordschleife, nos comentaba hace poco que él comenzó a correr muy tarde, con 16 años…

Además en estas carreras los más numerosos son los “sport prototipos” LMP2, mucho más rápidos que los GT. Suponemos que para un actor famoso estos incidentes añaden presión extra, porque sus errores suelen tener mucha más difusión que los accidentes que sufren los pilotos anónimos. En la siguiente prueba, las 4 Horas de Spa, hicieron un gran papel y acabaron cuartos entre los GTE.

Michael Fassbender encuentra una conexión entre actuar y pilotar, en el sentido de que rinde mejor cuando no piensa demasiado, cuando se relaja e interpreta con confianza. En todo caso y según sus propias palabras, sigue tratando de mantenerse en la pista ganando experiencia, sin meterse en problemas y sin molestar a los tipos que luchan por la victoria.

La siguiente carrera iba a ser en Montmeló el 28 y 29 de agosto, pero se canceló por los problemas de la Covid-19 y se disputó otra vez en Paul Ricard, donde no acabaron. En Monza fueron quintos y en Portimão cuartos.

La temporada 2021 comenzó con las 4 Horas de Barcelona (18 de abril) donde fueron sextos (siempre hablando de la clase GT). En las 4 Horas de Red Bull Ring (16 de mayo) acabaron cuartos, en Le Castelet (6 de junio) octavos, en Monza (11 julio) séptimos y en Spa (19 septiembre) cuartos. Fassbender cada vez es más consistente al volante y confía en cumplir su sueño tomando la salida en Le Mans 2022.

El objetivo a largo plazo es ganar en su categoría. De momento unir su nombre a los de McQueen, Newman y Dempsey ya es toda una victoria.