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¿Con cuál te quedas? Mercedes C63 AMG Coupé 2011 vs Ford Mustang V8 2014

El nuevo Mustang es seguramente el “chollo” deportivo de la década, no hablamos del 2.3 turbo, que también, sino del V8 de 415 CV que, por algo más de 45.000 euros, puede estar en tu garaje. Y como el último Mustang está por fin diseñado para todo el mundo, no solo recibirás un gran motor, sino un eje trasero independiente capaz de hacer del Mustang un coche dinámico y confortable, y un interior con una calidad más que correcta frente a la competencia europea. Así que cuando estás dispuesto a sacar la billetera y llevártelo, un rápido vistazo a los anuncios de ocasión hacen saltar las alarmas: el Mercedes C63 AMG de ocasión, con el soberbio motor V8 de 6.2 litros y 457 CV, acaba de entrar en el rango de precio del nuevo deportivo de Ford.

mercedes

La versión AMG del Clase C se presentó en 2007 con carrocerías berlina y familiar, y en 2011 recibió una puesta al día en diseño además de una bonita versión cupé de dos puertas. Ambas generaciones cuentan con el soberbio motor V8 con 457 CV en versión estándar y 487 en versión Performance. En 2011 el modelo recibió también el nuevo cambio AMG-7 Speedshift, que es como llega a nuestras páginas. Las versiones berlina o familiar de la primera serie se cotizan por unos 35.000 euros, mientras los cupé de esta segunda saga empiezan a estar por debajo de los 50.000 euros, a tiro de lo que cuesta el Mustang. ¿Músculo americano o precisión alemana? Busquemos respuestas.

El 6.3 de Mercedes –6.208 cc muy bien redondeados al alza– es un motor carismático por sí mismo, y está considerado uno de los mejores de la historia de AMG. El nuestro viene firmado por Behar Pepshi, ya que AMG culmina cada una de sus mecánicas con una placa con la firma del operario encargado del montaje. Más importante es que, según el propietario de esta unidad, el motor es capaz de subir hasta las siete mil vueltas con la rapidez de su antiguo Civic Type R.

Mercedes C63 AMG

Un deportivo de armas tomar

Además de un gran motor, el C 63 AMG tiene una excelente dirección, más pensada para un deportivo que para un cupé derivado de una berlina. El cambio automático de siete marchas también me parece mejor de lo que recordaba, y es que en la presentación internacional de 2011, en el circuito de Monteblanco (Huelva), nos hartamos de derrapar y nos faltaba pista para seguir haciéndolo, pero en la calle hoy en día es un cambio rápido y preciso. Por su parte, el interior se ha quedado un poco antiguo, especialmente la consola “tipo Nokia” y, aunque no se puede tener lo último en pantallas táctiles o conectividad, el Clase C va bien surtido de equipamiento de serie.

Pasemos al Mustang, y no es hasta que subimos al coche después del Mercedes cuando percibimos lo realmente grande que es su carrocería. El diseño técnico puede ser muy global y europeo, pero la talla es americana. Sorprende la más que decente calidad y acabado de todos los elementos del cuadro de mandos, y también el buen equipamiento, con un sistema multimedia muy fácil de usar. Pero no estamos aquí para analizar “plastiquitos”, así que ponemos en marcha el motor y el sonido inunda el interior, mientras el coche vibra en parado con cada acelerón en vacío. Los asientos son fantásticos y muy cómodos, más aun que los del AMG, ya de por sí bastante buenos, aunque si queremos castigar los riñones Ford ofrece unos Recaro opcionales. En marcha el Mustang es más confortable y algo menos preciso que el AMG, sobre todo en línea recta, ya que la suspensión está pensada para absorber los grandes baches de las highways americanas, pero cuando giramos todo funciona, la dirección es precisa, el Mustang se agarra como un demonio y el control de tracción y estabilidad es tan permisivo que a veces pensamos que no está puesto, ya que permite cruzadas gloriosas antes de que intervenga la electrónica. Un 10 para Ford.

mercedes

El C63 también es capaz de grandes derrapajes, pero no en el día a día, o no al menos el día soleado en el que lo probamos, ya que ni con los Dunlop a mitad de vida logramos que derrapara con los controles conectados. La precisión y el ritmo de este Mercedes están fuera de dudas, y ambos son coches francamente divertidos al volante.

¿Cuál visitará más el taller?

El consumo del Ford es alto, pero el del AMG no es mucho menor, y ambos rondarán los 25 litros si les damos zapatilla, algo lógico con este tipo de coches. Eso sí, el Mercedes requiere gasolina de 98 octanos y las revisiones son cada año o 15.000 kilómetros. También se recomienda cambiar cada cuatro años el lubricante del cambio, origen de muchos males de la caja. Los frenos son buenos, pero los discos son algo blandos y es habitual cambiar pastillas y discos a la vez. En resumen, el mantenimiento del AMG será más alto que un modelo completamente nuevo. En cuanto al Ford, cuenta con mayor garantía de fábrica y revisiones cada dos años o 40.000 kilómetros, lo que supondrá un ahorro significativo respecto al AMG de ocasión. 

No hay problemas de fiabilidad importantes en el Ford, que ha colocado cientos de miles de unidades de este V8 en el mundo en los últimos tres años. Las primeras unidades del C63 AMG sí podrían tener algún problema de culata que obligaba a rehacer el motor, atento por tanto a las especificaciones iniciales. De nuevo en cuanto al AMG, conviene hacerse con una unidad posterior al restyling de 2011, no son mucho más caros, ganaron mucho en diseño y pueden pasar por un coche de hoy en día, a pesar de sus cinco años. No diríamos lo mismo de los modelos 2007 y sus aristas más marcadas, pero si el precio es bueno y el historial impoluto, no rechazaríamos un familiar con poco kilometraje o una berlina con pack performance a buen precio.

¿Músculo americano o precisión alemana?

Los dos modelos son muy apetecibles, pero es el AMG el que tiene uno de los mejores motores y chasis de la historia, y aunque la carrocería sea un poco anodina, hay deportivos actuales de 150.000 euros que no tienen las mismas sensaciones que se obtienen con este fantástico AMG, y todo con la calidad premium alemana. Ahora bien, si tu destino es comprar un Mustang, nada te detendrá de ese camino, y el coche ahora es realmente fantástico. Está a punto de llegar una nueva versión, así que podremos esperar su llegada o negociar un mejor precio en las unidades actualmente disponibles. Sea cual sea el elegido hay que tener cuidado, el hechizo de un V8 podría capturarnos para siempre y será difícil ponerlos de nuevo en venta… 

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