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Mazda CX-60: supremacía japonesa

La firma japonesa busca hacerse un hueco en el segmento premium y este SUV es una clara evidencia de que entran con todo. No le falta de nada, incluso cuenta con una versión híbrida enchufable. 

El CX-60 es el nuevo modelo de grandes dimensiones de Mazda. Creado para rivalizar con los todocaminos más importantes de las marcas europeas, se ha convertido en una verdadera alternativa para este segmento, que cada vez crece más. Este SUV es pionero dentro de la marca por muchas razones, es el primero en llevar un motor híbrido enchufable (PHEV) y el primero en entrar en el segmento M-SUV. 

El primer motor en llegar a España es el mencionado PHEV de 327 CV, y cuenta con algo muy importante en nuestro país actualmente, la etiqueta Cero, ya que puede recorrer 63 km en modo eléctrico. A principios de 2023 llegarán versiones mild hybrid. Otras opciones de motor son las e-Skyactiv D, diésel, una con 200 CV y tracción a las ruedas traseras, y otra de 254 CV con tracción total. Del futuro gasolina se desconoce todavía la potencia. Estos motores están asociados a una caja de cambios de ocho velocidades, que funciona realmente bien.

Su diseño exterior difiere de lo habitual, y de la filosofía europea. Si nos paramos a pensar en sus principales rivales se nos vienen a la cabeza el Audi Q5, el Volvo XC-60 o el Mercedes GLC, entre otros. Al compararlos en cuanto a estética, se pueden identificar sus raíces orientales y la forma de hacer las cosas de Mazda. El diseño sigue la línea Kodo, que inició su segunda fase con el Mazda 3. También ha sido muy importante fijarse en el concepto “Ma”, que es la belleza serena y majestuosa del espacio vacío, entrelazada con la solidez de una arquitectura típica de SUV. Con esta base, la marca ha logrado construir un vehículo en el que cada pieza y forma estética confluyen para llegar a la silueta del CX-60.

Las dimensiones se encuentran dentro de lo habitual en los SUV grandes. La longitud total es de 4,75 metros y el ancho es de 1,89 metros, lo que quiere decir que es un poco más largo que el Audi Q5, y muy similar en anchura.

Excelentes desde el punto de vista dinámico

Las sensaciones al volante son muy gratificantes, es un vehículo bien construido, que permite disfrutar de una gran aceleración en un coche que está cerca de las dos toneladas. Se nota que está diseñado para la comodidad del conductor y los pasajeros; aún así, su versión de 327 CV es capaz de pegar al asiento a quien se atreva a exprimir toda su potencia. Los consumos que conseguimos en la versión híbrida enchufable fueron sorprendentes, quedándose en 1,5 l/100 km. 

A altas velocidades y en curva, transmite muy bien una sensación de estabilidad que es difícil que se dé en coches de estas características, debido a su tamaño y peso. Esto es gracias a la rigidez de su carrocería, que transmite al conductor una respuesta instantánea. Los asientos delanteros van en la misma línea de filosofía de la carrocería, sujetando a la perfección el cuerpo del conductor. También se ha implementado una nueva tecnología, denominada Kinematic Posture Control, que es exclusiva de Mazda, y tiene la función de aprovechar el diseño de la suspensión del Mazda CX-60. Esto facilita unos movimientos de la carrocería más suaves y una mayor estabilidad en las curvas, incluso a altas velocidades. La configuración de los asientos es una de las innovaciones que aporta este coche. En función de la altura del conductor, el asiento queda regulado automáticamente en la disposición idónea. Esto solo se trata de una sugerencia, ya que el gusto del asiento es muy relativo y depende de cada conductor. La configuración se guarda dentro de un perfil, y se pueden crear varios perfiles para diferentes personas.

El interior es uno de los mejores que ha creado Mazda hasta el momento. Se nota el cuidado por los detalles. La consola central tiene una forma poderosa, que se proyecta hacia el interior del habitáculo. En el salpicadero, una gran pantalla de 12, 3” permite manejar el sistema de infoentretenimiento del vehículo: otro aspecto en el que Mazda también se ha superado.

52.000 euros es el desembolso necesario para tener el motor más potente, el phev de 327 CV 

Dentro del CX-60 también destaca ese aura de tradición nipona. Incorpora madera natural, cuyas vetas transmiten sensaciones de calidad viva, y tejidos de alta calidad, con niveles de acabado excepcionales. Para crear texturas, Mazda ha recurrido tanto a métodos tradicionales como a nuevas tecnologías. Los acabados entre los que se puede escoger son cuatro: Prime Line, Exclusive Line, Homura y Takumi. El Takumi es el más equipado de todos, y en japonés tiene un significado relacionado con el artesano, filosofía que sigue toda la línea de producción del coche, y a la que Mazda se quiere apegar en sus próximos modelos de igual manera. 

El CX-60 está pensado para un público muy definido por rango de edad. Los que suelen decantarse por este tipo de vehículos, son personas en una media de edad de 48 años, en su mayoría hombres. Estos datos, facilitados por Juan Antonio Moya, jefe de prensa de Mazda en España, reflejan que es un SUV pensado para personas de edad intermedia.  Los usuarios que buscan, sobre todo, comodidad, y entre sus prioridades destacan los viajes, los deportes, el lujo y la economía. 

Poniendo a rivalizar este modelo con sus principales competidores, el Mazda CX-60 PHEV logra batir a casi todos: es más potente que el Audi Q5 TFSI E, o el Mercedes-Benz GLC que se sitúa en el mismo rango de precio, y también supera al X3 2.0 PHEV. Se podría decir que el CX-60 se está convirtiendo en el terror de los SUV alemanes. Además, el acabado Exclusive Line viene muy bien equipado de serie, con unas bonitas llantas de 20 pulgadas, volante calefactable y Head-Up Display. El maletero tiene una capacidad de 570 litros, perfecto para guardar todo el equipaje para un viaje largo. El modelo de otra marca que más se le acerca en este segmento es el X3 con una capacidad total de 490 litros.  Y ya que es un coche pensado para afrontar sin problemas viajes largos, las sorpresas no podían faltar. En el maletero encontramos una toma corriente de 230 voltios que puede utilizarse cuando el coche está parado. Existe una potencia opcional para el PHEV de 1.500 vatios que permite realizar una amplia gama de actividades al aire libre, sin depender de la red eléctrica. Las plazas traseras tienen espacio de sobra para los pasajeros que las ocupen, y, al igual que las delanteras, también son muy cómodas.

Los sistemas de seguridad han dado un salto muy importante en este nuevo modelo. Hay varias tecnologías que se utilizan por primera vez en el Mazda CX-60, como el See-Through View, un monitor de visión 360° que amplía el campo de visión durante la circulación a baja velocidad; control de descenso de pendientes, que facilita el descenso por rampas pronunciadas, con superficie resbaladiza o irregular; control de crucero, ahora con limitador de velocidad basado en el reconocimiento de señales de tráfico; y Vehicle Exit Warning, para detectar a los vehículos que se aproximan por detrás. Además, los frenos se sienten muy seguros, con una respuesta inmediata.

Este SUV nipón ofrece cinco plazas, pero ya se espera que en los próximos años se presente el CX-80. Será uno de los vehículos más largos que estarán disponibles en el mercado, y dispondrá las ansiadas siete plazas que muchos desean para un todocamino de Mazda. En cuanto a modos de conducción, solo pudimos probar los Normal, Sport , EV y Towing, debido a la ruta en la que se realizó la prueba de conducción. El modo Normal ofrece un equilibrio óptimo entre consumo, prestaciones y confort de marcha en la vida diaria. El modo Sport explota todo el potencial de prestaciones dinámicas del coche, y ofrece una respuesta del motor adaptada a una conducción más deportiva. En este modo, el sistema de tracción total incrementa el agarre para mejorar la estabilidad, de modo que el conductor pueda disfrutar de una conducción más intensa con absoluta tranquilidad. 

En el modo Towing, la entrega de par a las cuatro ruedas se reajusta para acomodar un mayor peso. montadno un portabicicletas o un cofre en el techo es donde saca todo su rendimiento y se nota este modo. La tracción total funciona de manera increíble en estas circunstancias, ya que trabaja para optimizar la estabilidad en línea recta cuando se circula con un remolque. 

El color que nos sigue robando el corazón a todos los que vimos el modelo por primera vez es el rojo clásico de Mazda, llamado Soul Red Crystal. También están disponibles otros siete tonos más para la carrocería. Ya están llegando al mercado español las primeras unidades con el motor PHEV. Para las demás motorizaciones habrá que esperar todavía un tiempo. Los precios de este CX-60 ya han sido revelados, y van desde 48.720 hasta los 59.500 euros.

 

 

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