Markus Flasch, jefe de BMW Motorsport: Sin M no hay paraíso
Pocas marcas despliegan una letra con un impacto tan devastador como la M. ¿Se te ocurre una letra con más relevancia para los entusiastas de las altas prestaciones? Nosotros no estamos seguros. Por eso se palpa la emoción cuando el nuevo líder de BMW M GmbH, Markus Flasch, nos abre las puertas de su cuartel general en Múnich, con el entusiasmo y astucia de Willy Wonka abriendo las puertas de su fábrica de chocolate.
Estamos bajo un día lluvioso, junto a un edificio indescriptible al norte de la ciudad, para conocer a Markus Flasch. Será su primera gran entrevista desde que llegó el octubre pasado. Está cargado de energía, inteligencia y poder de la misma forma que los altos cargos de la junta, pero también luce un gran entusiasmo. “Sabía desde temprana edad que me gustaban los BMW y especialmente los más rápidos”, señala. “Esto fue algo complicado dado que mi padre era un hombre de Mercedes, pero poco a poco se fue acercando. Incluso me preguntó hace poco por el X5…”. Puede que Flasch tenga trabajo intentado persuadir a su padre para que cambie la estrella de tres puntas por la hélice azul y blanca, pero los números demuestran que cada vez más clientes en el mundo están comprando la filosofía M. Las ventas crecen cada año desde la pasada década y 100.000 modelos M encontraron comprador en 2018; con unas ventas en 2019 que apuntan a que se mejorarán los registros.
Pero no todo son récords de ventas y quemar goma. El nuevo jefe tiene muchos desafíos por delante, y ha adoptado cierta controversia. Los SUV vitaminados de Porsche, para empezar. La transición a la turboalimentación, tracción total, los modelos M de acceso, incluso –aún rumoreada– la electricificación… ¿Quedará alguna vaca sagrada sin sacrificar por M en nombre del crecimiento? Cuando se abre la puerta hacia los secretos más profundos de M, me doy cuenta que nos espera un día especial.
Pero primero a las colinas tirolesas, a 90 minutos al sur de Múnich, en uno de esos coches que alteran todo orden natural a golpe de gas y afloran nuestra adrenalina. Le pedimos a Mr. Flasch una vuelta en el último M5 Competition como muestra de lo que es un M moderno antes del tour guiado. Este es un coche con todo: dos turbos respirando en un V8 de 4.4 litros, con unos monstruosos 625 CV y 750 Nm entregados a las cuatro ruedas, y con los suficientes gadgets para atrapar a un adolescente durante semanas. Dista mucho del primer M5 E28 de 1984, con 280 CV de un seis en línea ligado a una sencilla transmisión manual de cinco velocidades y con solo dos ruedas motrices. Días felices aquellos, de los primeros M puros.
Un dilema para los puristas
Las superberlinas modernas plantean un dilema para los puristas. Al agregar capa tras capa de tecnología, algo de la pureza del E28 seguramente se pierde, o eso se piensa. Pasó de ser un velocista ágil y delicado a un musculitos en un traje vistoso. Se puede debatir si culpar al departamento de ingeniería por una mentalidad de solo agregar más o al equipo de marketing por perseguir el crecimiento, pero el M5 ciertamente se ha transformado en algo más grande, voluminoso y más empresarial. Para algunos, las guerras de potencia se han descontrolado y los placeres más puros de conducir se han dejado de lado.
Nos sorprende ver a Markus Flasch detenerse en un nuevo y brillante Toyota Supra, desarrollado conjuntamente con BMW. “Por favor, no fotografíes esto”, comenta antes de anular los rumores de una versión M de su primo el Z4. Y con eso, camina hacia el M Studio, un almacén escondido en la parte trasera donde nos habla de su visión de la marca. Flasch, de 38 años, ha disfrutado de un ascenso meteórico en la escala corporativa y se une a M en un momento crucial en la evolución de la división. “Considero que mi periodo en BMW M es de cuatro años, algo típico en la administración de la marca, se trata de liderar a M en el futuro”, dice. “Esto significa electrificación, por supuesto, este será el mayor cambio. No tenemos que ser los primeros por el bien de la tecnología, pero debemos ser muy cuidadosos para preservar lo que significa M”. ¿Deben prepararse los fanáticos para los modelos M totalmente eléctricos? “Estamos trabajando en todo tipo de electrificación, ya sean sistemas de 48 voltios, híbridos completos o vehículos eléctricos con batería; todos estos conceptos están en el estante de BMW Group. Podemos coger de este estante lo que queramos”.
La lista de tareas pendientes es larga y compleja, pero Flasch se mantiene firme en que incluso un automóvil M electrificado debe mantenerse fiel a las raíces de la marca. “La mejor experiencia de conducción tiene que ver con la precisión, la agilidad y la dinámica. Nada de esto tiene que cambiar solo porque hay una batería involucrada. Sabemos que debemos tener cuidado. Solo iré al siguiente paso cuando la tecnología esté lista”. Reconoce que la aceleración absoluta es un hecho en todos los vehículos eléctricos, y que BMW tendrá que equilibrar el golpe instantáneo de un motor eléctrico con un manejo aún más agudo y destreza dinámica. “No se trata solo del rendimiento longitudinal, es más que eso: se trata de conducir y cómo te hace sentir”.
Markus Flasch: “Haremos más ediciones especiales”
Paseamos por el estudio M y hay un par de BMW personalizados del servicio de confección Individual Manufaktur, un recordatorio de que pintarán su Serie 7 en un color que coincida con la parte inferior de la tortuga de su hijo, si lo desea. “Pero también construiremos más coches con el espíritu puro de M, los modelos típicamente más pequeños que ofrecemos como el M2. Has visto nuestros modelos Competition, nuestra versión GTS del M4, el CS del M3 y el M4; estos son lo que llamamos Sondermodelle (ediciones especiales). Haremos más de estos, y pensaremos en extenderlo más allá de los cupés”.
Pregunto si M se ha mantenido fiel a sus raíces en los últimos años. Los SUV más rápidos, en particular, han irritado a los entusiastas, pero Markus Flasch responde que el modelo M más vendido en todo el mundo el año pasado fue un crossover, el X3 M40 saliente. “Mire, soy más un piloto de cupés y de deportivos, nunca había llevado muchos SUV antes”, admite. “Pero el enfoque M de los SUV es que estamos tratando de transportar la sensación que tienes en un M3 o M4, pero en un primer piso. Era el objetivo cuando desarrollamos los nuevos X3 y X4 M. No queríamos hacer la versión M de un X3, queríamos hacer un M3 en una apariencia SUV. La razón de eso es bastante lógica. No todos pueden conducir un M3, el clima, más espacio, son algunas razones”.
Los puristas pueden estar tranquilos de que hay una larga lista de berlinas deportivas y cupés deportivos con distintivos M rápidos y familiares a la vista. Uno de los coches del corazón M, el M3, está siendo preparado para un lanzamiento en 2020 y Flasch sugiere que su sonido será mucho más espectacular que el modelo de hoy, que siempre ha tenido que vivir bajo la sombra de su predecesor, con motor V8. “El próximo BMW M3 tendrá el nuevo motor S58 que hemos lanzado en el X3 M y X4 M”, revela. “Tendrá 480 CV en la versión estándar y 510 CV en la versión Competition”. Sin embargo, no esperes un M3 Touring en un corto plazo. “Los familiares con carrocería Touring no son parte de nuestro plan M. Si le preguntara a los clientes en Austria, Suiza o Alemania, probablemente me darían el visto bueno, pero somos una empresa global y tenemos tantas cosas con las que lidiar en el lado del tren motriz que no entramos en productos como este. Para eso están los SUV”.
Deportivos y eficientes
Es alentador escuchar que los héroes de M siguen siendo fundamentales para la estrategia en estos tiempos de crisis de emisiones. Los ingenieros de Markus Flasch tienen sus propios objetivos de CO2 para alcanzar y la presión para reducir las emisiones es la razón por la cual los futuros automóviles M pronto serán electrificados de alguna forma. Pero saben que tienen que mantener un suministro constante de automóviles para los conductores, y el jefe confirma a CAR que habrá un sucesor de nuestro pequeño Beemer deportivo favorito. “El M2 es muy fuerte: tiene una comunidad de admiradores muy grande, destila los genes M en el paquete más crujiente posible y funciona muy bien. Lo repetiremos en la próxima generación”.
De alguna manera dudo que los proyectos durmientes como el Z3 M Coupé los corten en el entorno corporativo más actual. BMW tiene suficiente trabajo electrificando en sus manos, conectando y automatizando sus coches, sin poder distraerse en los proyectos más pasionales. Sin embargo, a medida que nuestra entrevista llega a su fin y los limpiadores se retiran, me doy cuenta de que lo que M realmente necesita es volver a sus raíces. Necesita un sucesor del M1 original, desarrollado fuera de la red.
“No hay superdeportivos en los que estemos trabajando en este momento”, responde Markus Flasch. “Pero la idea de un superdeportivo es algo que, por supuesto, queda en la mente de cualquier ingeniero de BMW, especialmente los ingenieros de M. Lo estamos revisando constantemente. No trabajando en un proyecto así, sino revisando. No lo descartaría”. ¿Un héroe deportivo propio y descabellado, un M1 renacido? Ahora valdría la pena quemar el aceite de medianoche.
