Los frontales más radicales: top 10 miradas que muerden

El nuevo BMW Serie 4 ha dado mucho que hablar por su nuevo diseño, especialmente su parte delantera. Son muchos los modelos que apostaron por frontales radicales, y aquí te dejamos algunos de los más reconocibles.

Veritas RS III (2009)

Entre los frontales seleccionados, este es el que tiene más pinta de querer engullirte. El biplaza construido en fibra de carbono lo creó Vermot AG, con el motor BMW V10 atmosférico del M5. Guarnieri lo presentó en Marbella, rodaron en Ascari y les pareció excepcional, pero finalmente la producción prevista de 30 unidades no llegó a concretarse.

Dodge Charger R/T (1968)

Es un frontal sencillo pero los faros ocultos le dan un encanto especial. Cuando son necesarios, la tapa simplemente se desliza hacia arriba para dejar los grupos ópticos a la vista. Y detrás de la parrilla llevaba un 7.2 V8 para reafirmar su carácter. No es casual que fuera el coche de “los malos” en la persecución con el Mustang de McQueen en Bullit.

Aston Martin Vulcan (2015)

Se hicieron 24 unidades de esta bestia con estructura de fibra de carbono derivada de la que usaba el One-77, y con un 7.0 V12 atmosférico de
800 CV. El precio era de 2,5 millones. Fue concebido para disfrutar al volante, no para buscar hasta el último segundo en el cronómetro. En teoría solo era para circuito, pero ya hemos visto alguno rodando por carreteras británicas gracias al trabajo de la firma de ingeniería RML. Entre otros cambios, le instalan faros en el capó, con lo que pierde agresividad.

Brabus GV12 900 (2019)

Si un tipo que va en un G Brabus te hace frenar de golpe…, ¿le harías la peineta y te acordarías de su madre? Nosotros tampoco. Brabus vende sus Clase G preparados sobre todo a clientes rusos y de Oriente Medio. Esta versión V12 (Mercedes ya no vende el G con este motor) rinde
900 CV, alcanza 280 km/h y la producción esta limitada a 10 unidades.

BMW Serie 7 E23 (1977)

Entre los frontales BMW “de siempre”, los diseñado por Paul Bracq, los más agresivos son los del Serie 6 E24 y este, con los faros exteriores más grandes que los interiores. Ya montaban frenos ABS y el 745i de 1980 llevaba un seis cilindros 3.2 turbo que rendía 252 CV. Hace tiempo que dejó de ser con coche viejo para ser cada vez más cool.

Ferrari F12 (2012)

Entre los modelos de la marca con V12 delantero, es quizá el que tiene un aspecto más cercano a un reptil, con sus faros afilados y la “boca” ancha por abajo. Esta percepción se acentúa si además va pintado en verde, como esta unidad 70º aniversario inspirada en el 365 P2 de David Piper. Maravilloso en cualquier caso, con su motor 6.2 V12 de 740 CV.

Porsche 991 GT2 RS (2017)

El 911 más salvaje y poderoso de todos los tiempos no podía faltar en esta selección de justicieros de la autopista, con uno de esos frontales que parecen absorber la carretera. Con motor biturbo de 700 CV, en esta versión tan racing no se considera de mal gusto recurrir a un estilo llamativo, en plan competición, con la fibra de carbono del capó y el techo a la vista. Acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos. Lo pudimos probar con el prototipo del Tycan en una experiencia increíble.

De Tomaso P72 (2019)

Una de las sorpresas del año pasado fue el renacimiento de De Tomaso desde Hong Kong, mediante la firma IdealVenture. Es un biplaza bellísimo al estilo de los sport prototipos de los años sesenta que cuenta con uno de los frontales más increíbles de los últimos años. Al parecer cuentan el apoyo técnico de HWA, la empresa de Werner Aufrecht, cofundador de AMG. Con estructura de carbono con motor Ferrari V12 de 780 CV, la producción estará limitada a 72 unidades y con un precio de 750.000 euros.

L. Jarama 400 GT (1970)

Ocupó el lugar del Islero con la misma mecánica V12, y en 1972 llegó la versión S. Diseñado por Gandini, destacaban sus faros frontales parcialmente cubiertos, un recurso de estilo que hace posible una mirada intimidante. Otros deportivos exóticos de la época también lo usaron, como el Iso Grifo, el Iso Lele, el Alfa 2600 Pininfarina (único) o el Alfa Montreal.

c. Eldorado Biarritz (1959)

Para muchos este Cadillac fue el automóvil americano por excelencia, creado en el periodo de máximo apogeo de los cromados, las aletas traseras y el estilo aeronáutico que queda patente en sus frontales. Diseñado por David Holls, los de 1959 y 1960 son los más apreciados por los coleccionistas por su fabuloso diseño. Se pueden llegar a pagar más de 300.000 euros por unidades completamente restauradas.