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Lawrence Stroll: el tifosi que ahora controla Aston Martin

El empresario canadiense Lawrence Stroll comenzó a sonar en el mundo del motor como apasionado cliente de Ferrari, y después como dueño de la escudería de F1 Racing Point. Ahora Lawrence Stroll dirigirá Aston Martin, tras comprar el 16,7% de las acciones y convertirse en el nuevo presidente ejecutivo.

Primero fue en agosto de 2018, cuando pagó 117 millones dólares para quedarse con el equipo Force India. Su entonces propietario, Vijay Mallya pasaba por un mal momento, con unas deudas enormes e India reclamando su extradición al Reino Unido. Solo al piloto Sergio Pérez le debían cuatro millones. Stroll cambió el nombre al equipo por el de Racing Point y junto a él invirtieron varios de sus socios, como Silas Chou y el también ferrarista John McCaw Jr.

Lawrence Stroll es un habitual del paddock de la F1 desde que su hijo Lance (1998) compite. Stroll jr. debutó con Williams en 2017 con solo 18 años y logró ser tercero en Azerbaijan, con lo que se convirtió en el segundo piloto más joven de la historia en subir al pódio, tras Max Verstappen. En 2018 no pudo brillar y solo puntuó en Azerbajan (80) y en Italia (90). De cara a la temporada 2019 el joven piloto se pasó a Racing Point, el equipo “familiar”. Allí le ha ido algo mejor, con un brillante cuarto puesto en Alemania como mejor resultado.

Lawrence Stroll
El magnate posando en su circuito (Mont-Tremblant, en Quebec) con el más fantástico de sus Ferrari, el 330 P4 de 1967. Solo se fabricaron tres unidades de este modelo.

Tras su entrada en la fórmula 1 como propietario, Lawrence Stroll volvió a los periódicos económicos el pasado mes de diciembre, cuando se especuló sobre su posible interés en entrar como accionista de Aston Martin Lagonda Global Holdings plc. La firma británica cuenta con una brillante gama de modelos (incluyendo el nuevo SUV) y audaces proyectos futuros, pero parece que los beneficios no acaban de despegar y necesitan financiación. Según Financial Times, el magnate estaría estudiando invertir unos 260 millones de dólares, que le darían el control de casi el 20% de la compañía. La misma fuente también hace referencia en el interés de la marca china Geely en comprar parte de la firma británica. Conviene recordar que Geely controla un 9,69% de Daimler (fabricante de Mercedes-Benz) y también son dueños de Volvo Cars.

Stroll, por tanto, ha ido pasando por muchas fases en el mundo del automóvil, desde la de simple aficionado a cliente VIP y patrocinador de la Scuderia Ferrari, hasta llegar a dueño de un equipo de F1 y quién sabe si accionista de referencia en Aston Martin. Esa pasión por el motor es también la que ha hecho que su hijo Lance le haya salido piloto.

Los orígenes de Lawrence Stroll

Stroll, nacido Lawrence Sheldon Strulovitch, se crió en el seno de una próspera familia judía de Quebec. Comparte origen hebreo con otro magnate de la moda y coleccionista como es Ralph Lauren, hijo de inmigrantes rusos, judíos y pobres (su apellido real era Lifshitz), y nacido en 1939 en el barrio neoyorkino del Bronx. El padre de Stroll era un exitoso hombre de negocios, pero nuestro protagonista  siempre tuvo mucha ambición y quería más. Su padre fue quien comenzó a distribuir ropa de Pierre Cardin y Polo Ralph Lauren en Canadá, y allí fue también cuando Lawrence comenzó a aprender sobre el negocio de la moda. La primera carrera a la que asistió Stroll fue al gran premio de Canadá de 1978, precisamente en el que venció en legendario Gilles Villeneuve al volante de un Ferrari. Desde ese momento el “veneno rojo” entró en el corazón del canadiense.

Expansión del negocio

Su siguiente paso fue lanzar la firma Ralph Lauren en Europa durante los años 80. Fue en ese periodo cuando conoció a Silas Chou, ejecutivo de Ralph Lauren y heredero de Novel Denim, una importante firma de moda asiática. Stroll y Chou fundaron la firma Sportwear Holdings, y su primera puesta les salió mejor que bien. En 1989 compraron la empresa de un joven diseñador llamado Tommy Hilfiger. Tras mejorarla y potenciarla, la vendieron en 2006 por 1.600 millones de dólares.

En cuanto pudo permitírselo Stroll comenzó a comprarse modelos de Ferrari y también a competir. Entre 1995 y 1997 participó en la Ferrari Challenge americana con un F355 patrocinado por Tommy Hilfiger, o sea, por él mismo. Además la firma americana fue, durante muchos de los victoriosos años de Schumacher, patrocinadora oficial de la Scuderia Ferrari, lo que le permitió entablar una buena amistad con Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari entre 1991 y 2014. A lo largo de los años

su hijo Lance, con el que siempre han tenido una relación muy buena, ha ido a los circuitos con él y se ha ido empapando del mundillo de las carreras. En 2010 el pequeño Lance entró en el programa Ferrari Driver Academy para formarse como piloto.  

Lawrence Stroll

Aparece en la lista Forbes

Además, en 2003 Stroll y Chou habían tomado el control de la firma Michael Kors, así que muy posiblemente tu novia o mujer también hayan puesto su granito de arena en la fortuna de nuestro protagonista. Tras diversificar su oferta con bolsos y lujo asequible –las chicas de CAR nos confirman que en sus tiendas no hay nada por debajo de 100 euros–, en 2011 las acciones de la empresa se valoraban en 3.800 millones de dólares. Así él y su socio entraron al club de los multimillonarios, y en 2012 aparecieron por primera vez en la lista Forbes. No es extraño por tanto que aquel año Stroll comprara un apartamento en la torre One57 de Nueva York por 50 millones de dólares. En 2014 Stroll y Chou vendieron su parte en Michael Kors, ingresando otra millonada. Como declaró Stroll a Ferrari Magazine, en los negocios le gusta jugar duro y apostar fuerte.

Caprichos

Nuestro protagonista tiene todo lo que un hombre puede desear, al menos en términos materiales. Quizá lo mejor es la sensacional colección de Ferrari clásicos de competición. Tiene todos los “pata negra”, como los 250 TR, 250 SWB, 250 GT California o el legendario 250 GTO. También posee los mejores entre los modernos (288 GTO, F40, F50, Enzo, FXX…) y también un par de McLaren F1, de calle y de carreras. Atesora incluso un maravilloso Ferrari 330 P4, uno de los tres que se fabricaron. El suyo es el número de chasis 0856, el mismo que ganó los 1.000 km de Monza en 1967. Le costó unos 10 millones en el año 2000, pero actualmente podría superar los 40, en el improbable caso de que alguna unidad se pusiera en venta. Stroll suele acudir al FOS de Goodwood, y allí le vimos charlando con Jackie Stewart, que salió a rodar con su Ferrari P4.

Además es dueño de un circuito en Mont-Tremblant (Quebec). Su proyecto de convertirlo en un punto de atracción para aficionados a los deportivos se encontró con la oposición de algunos residentes. El magnate tenía las ideas claras y declaró al Montreal Gazette: “Puedo entender que a algunas personas les moleste el ruido, en cuyo caso no deberían vivir cerca de un circuito”. Igualmente Stroll tiene residencias en Quebec, Ginebra, Londres y en la exclusiva isla caribeña de Mustique, en el archipiélago de San Vincente y Granadinas. Según Forbes, su fortuna asciende a unos 2.600 millones de dólares. Por nuestro compatriota Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de Inditex, ya sabíamos que las cadenas de ropa y el sector retail puede ser muy rentables. No obstante el gran Amancio es el número 6 de la lista Forbes y su fortuna se estima en 62.700 millones de dólares. Aunque tiene 24 veces más “pasta” que Stroll, el gallego es un hombre discreto y se conforma con un yate más pequeño que el del canadiense. El Faith de Lawrence Stroll (ver apoyo sobre el barco) mide 96 metros de eslora, y el Drizzle de Ortega mide “solo” 67 metros.

Lawrence Stroll
También posee el descapotable más deseado de Ferrari, un 250 GT California.

Lawrence Stroll: un tipo normal

Respecto a la vida personal, a Lawrence Stroll también le gusta la discreción y no suele conceder entrevistas. Su esposa, la madre de su hijo y su hija (Lance y Chloe), es la diseñadora de moda belga ClaireAnne Callens, aunque según nuestras fuentes hace años que hacen vidas separadas. Los que han tratado a Stroll coinciden en señalar que es un tipo bastante agradable, lejos de las actitudes excéntricas de algunos supermillonarios que parecen vivir en realidades paralelas. En el Montreal Gazette él mismo se definía como “un tipo cualquiera enamorado de los coches”. No obstante, sabe disfrutar de la vida y su 60 cumpleaños lo celebró el pasado mes de julio con una fiesta en la isla de Capri, inspirada en El gran Gatsby y los años veinte del siglo pasado. A la celebración asistieron VIP como Michael Douglas y su esposa Catherine Zeta-Jones, Tommy Hilfiger o Sarah Ferguson. Otro rasgo que dice mucho de Stroll es que a lo largo de los años ha sabido cultivar y mantener una buena relación con sus amigos y socios. No hay duda de que el canadiense es un genio ganando dinero, pero es aún mejor gastándolo.

Por: Guillermo Lahoz

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