Hemos estado de ruta con Land Rover Velar por los fiordos en Noruega
Una experiencia de esas que no se pueden olvidar… Jamás pensé que a solo cuatro horas de avión desde Madrid podría disfrutar de unos paisajes tan impresionantes y aún menos que 24 horas dan para tanto. Ese ha sido el tiempo que hemos estado en Noruega probando el nuevo Land Rover Velar, y hemos hecho de todo: carretera, montaña, todoterreno…
Normalmente, tenemos en la cabeza que los Land Rover pueden hacer de todo, y que pasan por cualquier sitio que se pueda ocurrir meterlo. Pero cuando te subes al Velar, la sensación es extraña. Aunque lo vi grande por fuera, cuando me senté pensé… «Qué bajito es, ¿no?». Pero luego te enteras de lo que mide, y claro, alucinas. Presenta unas dimensiones considerables (4803 mm de largo, 2032 mm de ancho y 1665 mm de alto; en tamaño se encontraría entre el Evoque -4371x1900x1660- y el Sport -4850x1983x1780-) que se equilibran estéticamente gracias a la optimización perfecta de sus proporciones y su volumen. No tienes la sensación de ir sentado en un todocamino de los rudos y poderosos, de los que puedes ver al conductor de un camión casi a tu misma altura, pero empecé a conducirlo, y mi percepción fue cambiando poco a poco.
La presencia en carretera se refuerza con el techo flotante y el capó con apariencia de concha que refleja fielmente el linaje de la marca británica. La distancia entre ejes es de 2.874 mm (el Evoque tiene una distancia de 2.660 mm y 2.923 mm para el Range Rover Sport), que realza su longitud visual y permite disfrutar de un espacio interior notable, junto con un volumen de maletero de 673 litros (uno de los de más alta capacidad del segmento).
Empezamos con el motor gasolina V6 de 380 CV, y como podréis imaginar, es una máquina espectacular. Por las carreteras de curvas más estrechas y retorcidas de Noruega, el Velar nos dejaba unas sensaciones deportivas dignas de admirar. La suspensión con dureza en su justa medida, sin tener la impresión de ir flotando, pero tampoco poniendo a prueba a nuestra espalda. La potencia es más que suficiente y la sensación de seguridad es total. El sonido del escape es único, reflejando la potencia de forma meticulosa al hundir nuestro pie derecho en el acelerador, pero guardando el mismo refinamiento para viajar a velocidad crucero de forma serena. Luego pasamos al motor V6 diésel de 300 CV, el motor de cuatro cilindros más potente de la historia de Land Rover.
Y llegamos a la parte más divertida para los que disfrutamos haciendo cosas raras: la parte de todoterreno. En Land Rover son especialistas en llevarte al límite, tanto que llegas a dudar de si realmente puedes sentirte 100% seguro. Pero una vez que lo haces, piensas en la poca fe que has tenido. Creo que de todas las veces que he hecho pruebas de este estilo. con ningún coche había pensado «por ahí no paso». Y, ¿sabéis qué? Que pasé. Y pasé porque el Velar, a pesar de no parecer un todoterreno de los de poder con todo, puede con más. El nivel de inclinación que puede aguantar es de nota. Puede subir una pista de esquí empedrada hasta arriba sin hacerte sudar demasiado, y sobre todo, puede volver a bajarla.
El interior del Velar se ha fabricado de forma precisa y artesana que acoge la más alta tecnología que dota el SUV de un aspecto diferenciador de entre sus competidores. Normalmente estos diseño tan vanguardistas los vemos en prototipos en los salones del automóvil, pero pocas veces llegan a los modelos de producción; sin embargo, no es el caso con el Velar, el diseño interior no tiene ni un botón. La configuración del salpicadero está coronada por pantallas táctiles que contribuyen a dar una sensación de limpieza y fluidez visual que resulta agradable y atractiva.
Como primicia en el segmento, se ofrece con el Velar un material textil Premium como alternativa para los asientos de piel. Este material sostenible ha sido desarrollado en colaboración con Kvadrat, el fabricante de diseños textiles de alta calidad más importante de Europa. Está disponible en Dapple Grey e incluye un tejido de mezcla de lana que contrasta con inserciones de antelina en color Light Oyster o Ebony. Las fibras de antelina han sido desarrolladas a partir de botellas de plástico recicladas y conforman un material no tejido de gran textura de tacto suave. Los modelos estándar ofrecen la tapicería de antelina y tejido Luxtec con un distintivo doble pespunte. Los modelos S y SE están equipados con piel Grained perforada de alta calidad. La gama más alta HSE incorpora cuero Windsor perforado, la máxima expresión de suavidad y lujo.
En definitiva, nos ha encantado el Velar. Es bueno para carretera, para montaña y para el que se atreva a entrar en el campo más abrupto con él. El nuevo Land Rover Velar ha superado nuestras expectativas y es lo más cercano a un todoterreno deportivo que hemos tenido nunca entre nuestras manos.