La crème de la crème: prueba Renault Rafale E-Tech 4x4 300 CV
Aunque tiene un nombre muy francés, es “made in Spain”. Este nuevo SUV fabricado en la factoría de Palencia se ha convertido en mi favorito de la marca -más aún después de conocer cómo va en marcha-, y estoy segura de que a ti también te ganará.
Hasta ahora se vendía el híbrido de 200 caballos, y con esta versión no solo tenemos más caballos, sino que se trata del único híbrido enchufable que hay actualmente en su gama. Aunque su motor híbrido es muy fiable y han apostado por él en el resto de modelos, lo cierto es que una tendencia al alza de los enchufables les ha hecho replantearse esto y apostar por este motor en su producto tope de gama: el Rafale.
Un trozo de cielo en la tierra
A nivel de diseño expresa muy bien la excelencia que la marca quiere mostrar: el coche tiene una silueta muy aerodinámica, con muchas curvas y líneas llamativas que lo convierten en un SUV coupé preparado para competir con modelos como el BMW X2, o el Mazda CX-60.
Y para competir al más alto nivel, encontramos el acabado Atelier Alpine, que no solo lleva mejoras estéticas sino por primera vez también en el chasis, tarea de la que se han encargado los expertos de Alpine. Esta versión se caracteriza por un color exclusivo de carrocería como es el azul cumbre satinado, que le queda como anillo al dedo con el alerón flotante en negro brillante. Además, lleva unas llantas de 21 pulgadas, denominadas “Chicane” (por comparar, el acabado Esprit Alpine lleva unas de 20”). En el interior, detalles de Alpine en los asientos de alcántara, donde la letra A se ilumina al abrir el coche -el color depende del modo de conducción preconfigurado que haya- al mismo tiempo que suena una melodía.
Tampoco faltan las alfombrillas azules a juego o los múltiples emblemas por el coche. El volante por ejemplo, lleva alcántara, pero en la parte inferior e interior, para que no se vea castigado con el uso y el tiempo.
Por carreteras de ensueño
Una vez lista para recorrer kilómetros y kilómetros por carreteras francesas, mi objetivo principal es probar esta puesta a punto específica de esta versión, aunque no hace falta poner mucho de tu parte, pues desde el primer minuto ya se notan las mejoras y las diferencias. Desde el volante, podemos elegir entre los cuatro modos de conducción: eco, confort, sport y uno último, de nieve. De esta elección depende la potencia máxima y la distribución del par entre las ruedas delanteras y las traseras.
Los modos eco y confort son idóneos para los pasos por ciudad o para exprimir la autonomía de hasta 1.000 km que tiene los en los viajes largos. Por el contrario, si queremos pasar un buen rato disfrutando de la carretera, el modo sport acentuará el carácter deportivo del Rafale. Y para recorrer las revenidas carreteras de la Costa Azul me pareció buena idea, aunque fui cambiando los modos para ver las diferencias. Y es que la versión Atelier Alpine lleva una suspensión inteligente, con la que gracias a una cámara puede adaptar la amortiguación en función de los obstáculos que vaya detectando en la vía por la que se circula. De este modo, notaremos menos el paso por encima de un badén, de un socavón o simplemente de irregularidades -en carreteras estrechas es muy común-.
Este coche está construido sobre la plataforma CMF-CD, que comparte con varios de sus hermanos y como es habitual en Renault cuenta con el sistema 4Control Advanced, lo que le permite una mayor agilidad a menor velocidad aún sabiendo que estamos ante un coche de 4,71 metros y 1,61 metros de alto y que llega a pesar casi 2 toneladas. El tacto del pedal del freno también es muy agradable.
Es el más potente de Renault
Bajo el capó tenemos 300 caballos, o lo que es lo mismo, el más potente actualmente en su gama tras la despedida del Megane RS. Sin embargo, en este caso lleva un motor de tres cilindros de 150 caballos ubicado en la parte delantera, además de uno eléctrico de 70 caballos. En la parte posterior, lleva otro eléctrico, de 136 caballos. Todo esto se asocia a una caja automática para conseguir que el coche alcance el 0 a 100 km/h en 6,4 segundos. Esto se nota, ya que sus respuestas son más rápidas pero también más suaves y fluidas, sobre todo respecto a otros modelos de la marca o al compararlo con la versión híbrida.
Como mencionaba, la versión Atelier Alpine permite hacer cambios en el chasis gracias a sus tres modos: Confort, Dynamic y Sport. Al elegir, el coche modifica los siguientes parámetros: ESP, 4Control Advanced y la suspensión. También tenemos la opción de modificarlo nosotros específicamente con un modo personalizado.
Lleva una batería de 22 kWh que se puede cargar a una potencia máxima de 7,4 kW; de manera que la batería estaría completamente cargada en 2 horas y 55 minutos, mientras que si lo hacemos en una toma convencional de cada se eleva hasta las 9 horas -una cifra algo alta, aunque podría dar tiempo durante la noche-. Además, con la frenada regenerativa o la activación del botón E-Save podemos preservar el nivel de carga de la batería, con el que es posible recorrer más de 100 km.
En el interior, es un coche espacioso y luminoso gracias al techo Solarbay, que con unos toques puede volverse más o menos opaco. Su sistema openR link sigue siendo uno de mis favoritos del mercado, por ser verdaderamente intuitivo y cómodo. En la parte trasera el espacio también es generoso, gracias a sus 2,74 metros de distancia entre ejes. Me resulta curioso el reposabrazos inteligente que lleva en esta parte, pues esconde un utensilio que permite colocar dispositivos como un smartphone o una tablet para que también haya entretenimiento aquí -y no tengan demasiada envidia de la pantalla central vertical de 12 pulgadas-.
Cuenta con un maletero de 539 litros y a pesar de que no es para nada mala cifra, si es menor que la de su versión híbrida de 200 caballos. Al tener una silueta coupé, desde el asiento del conductor se pierde algo de visibilidad trasera pero como dice mi madre “para estar guapa hay que sufrir”. Y es que este coche tiene un diseño muy bonito, aunque eso signifique tener la luneta trasera más pequeña.
¿Cómo saber si este coche es para ti?
Llegados a este punto, pocas pegas le puedo poner a este coche… me ha dado mucha pena despedirme de él, pues creo que es el mejor producto que he probado de la marca -sin ofender al Megane RS Ultime que pude conducir hace unos meses-.
No sé si llega a estar a la altura para competir contra las marcas más premium del mercado, pero sí es cierto que para aquellos que quieran apostar por una generalista que tenga un gran equipamiento y un gran comportamiento, este es el coche.
Respecto a si decidirse por la versión híbrida de 200 caballos o esta de 300 caballos, va a depender de tus necesidades. Si la idea es no cargarlo, aunque eso suponga prescindir de estas prestaciones extra, la versión híbrida es la idónea. Si tenemos punto para cargar y queremos tener un producto que esté por encima del mercado, el Rafale de 300 caballos es perfecto. Además, lleva la etiqueta 0 de la DGT.
En ambos casos, los consumos son muy buenos. En la prueba con este Rafale de 300 CV en su acabado más bestia, el Atelier Alpine, los consumos se llegaron a situar por debajo de los 4 litros al alternar el uso del motor térmico y el eléctrico. Una vez casi agotada la batería, incluso habiendo usado el modo Sport la mayor parte del tiempo y exigiendo al coche más de lo que haríamos en un uso normal, el coche no superó los 9 litros/100 km.
Y si te estás preguntando si vale la pena la versión Atelier Alpine, mi respuesta es sí. Ofrece mucho y no eleva demasiado el precio, aunque tampoco estamos hablando de los precios habituales en Renault. Pero el producto tampoco es habitual, por eso la versión de acceso al de 300 caballos es el Esprit Alpine -en otros modelos se trataría del tope de gama-. Su precio parte en 50.537 euros (este entra dentro del plan Moves de ayudas), y la Atelier Alpine llega a los 55.387 euros, aunque la gama con el de 200 caballos arranca en 41.807 euros. Los pedidos se abrieron en septiembre y las primeras entregas se realizarán este mismo mes.