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JLA Performance: Caballeros negros

Ni Lamborghini ni Ferrari. Nunca hemos llamado tanto la atención por las calles de Madrid como subidos al Jeep Wrangler preparado por JLA Performance. Con sus enormes llantas californianas Fuel, su frontal con ópticas dobles y línea de Led’s o sus puertas tubulares de acero, no sabes si encajaría mejor en un comando de Operaciones Especiales o en la nueva versión de la película “Mad Max”.

JLA Performance

En el interior también nos sorprende que el cuadro de instrumentos es una pantalla TFT, algo que no está disponible en los Wrangler. Luego Javier Laso Argos nos aclara que los fabrica un especialista canadiense. Nuestro protagonista concibe cada una de sus creaciones como un modelo único, e incluso cada uno lleva una placa numerada.

“Empecé hace cinco o seis años, cuando compré un Wrangler y lo preparé para mi. También preparé mi Ferrari 599 y a partir de ahí me empezó a gustar, y la gente comenzó a pedirme que hiciera algo con sus coches”. Nos reunimos con él en una nave donde tiene cuatro espectaculares 4×4 listos para entregar. Todos son todoterrenos puros, con bastidor de largueros y la carrocería acoplada encima.

El más moderno es el Jeep Wrangler CRD de 2012 del que hablamos al principio. El Land Rover Defender también es de 2012, con un motor “Puma” 2.4 TDCi potenciado a 240 CV. Lleva mucha preparación, con suspensión incluyendo el kit de suspensión Terrafirma. Más exótica es la pick up Ford F-150 de 1984.

Lleva un motor de 6 cilindros en línea de carburación y llegó a España con los militares estadounidenses. Tras años de duro trabajo, ahora disfrutará de una existencia más tranquila y glamurosa. El buque insignia de JLA es el espectacular Chevrolet Blazer Silverado de 1982, con carrocería del 89.

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Su frontal resulta especialmente llamativo gracias a las ópticas modernizadas con luz diurna. Bajo el capó lleva un enorme motor V8 diésel de 6.2 litros, el mismo que montan los Humvee militares.

Y hay que aparcarlo junto a sus hermanos para ser conscientes de sus enormes dimensiones. Han tardado año y medio en tenerlo listo, porque estaba tirado en una finca de Murcia y lo han restaurado hasta el último tornillo. Este modelo vio la luz por primera vez en el reciente AutoBello de Madrid, donde recibió un premio a la mejor preparación. Javier le ha cogido mucho cariño al Blazer y se lo quería quedar, pero finalmente ha decidido ponerlo a la venta.

Elementos como la parte trasera acabada en madera o las tablas de surf personalizadas para colocar detrás, dicen mucho del buen gusto y el amor por el detalle de nuestro protagonista.

“Siempre me ha gustado el mundo del motor, desde mi primer coche, un Ford XR3 de segunda mano algo modificado, pasando por todo tipo de marcas y modelos, lo que me ha permitido conocer bien el mercado y dedicarme a construir estos modelos únicos”.

Cuando un cliente me encarga un coche, me dice que modelo quiere y yo lo diseño. Compro el coche y todos los componentes (ya sea en Europa o en Norteamérica) certificados para la Unión Europea para poder homologarlos. Los clientes me cuentan y me enseñan fotos de algo que más o menos les gustaría, ven los coches que ya hemos hecho, colores, pero no eligen todos los detalles, lo entregamos en plan sorpresa”.

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Sus coches tienen auténticas virguerías, como el iPad con los interruptores tipo aeronáutico de Blazer o las luces diurnas del Defender, cuyo color (rojo, rosa, verde, azul…) se puede seleccionar por medio del smartphone. En JLA Performance están abiertos a trabajar con cualquier marca, siempre que el proyecto les guste.

JLA Performance monta sus automóviles con la colaboración principalmente de dos empresas, Al Límite 4×4 y Deyscom Sport. Para responder al creciente número de pedidos están preparando una nueva nave en Las Rozas (Madrid) donde centralizarlo todo, “aunque seguiremos colaborando con ellos. Queremos hacer también un Club JLA Performance donde poder ir a ver los modelos, diseñarlos en el ordenador, etc.”. Igualmente están valorando la posibilidad de abrir una sede física en Ibiza.

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“Llevo hechos unos diecisiete, y según nos dice suele tardar entre tres y cinco meses en hacer cada coche. La mayoría han sido 4×4 pero también han hecho un par de Porsche 911”.

Javier vive a caballo entre Madrid e Ibiza y en la isla tiene muchos amigos que aman sus creaciones. No se anuncian y los clientes le llegan sobre todo por el boca a boca, o porque lo han visto en Instagram.

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“Son coches que enamoran a la vista, en cuanto ven uno, ya me piden tres. Tengo pendientes de entregar varios a final del verano”. Le preguntamos si la gente se está animando más a este tipo de proyectos raíz de programas de TV de preparadores y restauradores del estilo Fast N’ Loud.

“Es posible, allí es mucho más fácil hacer este tipo de coches, en España con las homologaciones es mucho más complicado y por eso no hay gente que haga este tipo de cosas. Pero nosotros trabajamos para superar esas dificultades y hacer coches únicos como los que se ven en Estados Unidos, pero aquí en Europa».

«Aparte de diseñarlos, la parte más compleja de todos estos coches son las homologaciones. En proyectos y laboratorios se pueden ir unos tres meses, es la parte más larga. Dependiendo del coche tienes ensayos de frenada, dirección, etcétera”.

Pudimos rodar con sus 4×4 sobre asfalto y lo sensato es conducir con tranquilidad, como con cualquier 4×4 muy alto y con preparación off-road. El Wrangler es el más moderno y lógicamente es el más refinado de los tres, aunque tanta goma y tanta altura restan precisión a la conducción, y en las frenadas en apoyo la carrocería oscila.

Los Defender ya se sabe lo que son, unos todoterreno sensacionales pero con una posición de conducción peculiar e incómodos para ir por carretera, y la pick up F150 con cuarenta años, más o menos lo mismo.

Pero eso es secundario, porque si quieres un coche que vaya de cine sobre el asfalto te sirve con un Golf. Estos 4×4 son caprichos, enamoran como un clásico y son igual de irracionales, aunque con la gran ventaja de que puedes llevar pasajeros y carga.

Javier aclara que sus automóviles de JLA Performance “están preparados para hacer todo terreno a lo bestia. Digamos que en general mis clientes los compran simplemente porque les gustan, no lo compran para el campo, pero sí que es frecuente que lo disfruten también en el campo. El Defender por ejemplo se lo va a quedar un cliente que tiene una finca en El Escorial”.

Nosotros fantaseamos con conducirlos al atardecer con la brisa del mar entre palmeras, a ser posible con un 50% del pasaje en bikini. Tener un Mehari en la casa de la playa está muy bien, pero uno de estos juguetes es otro nivel.

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