Hennessey: “Nunca he tenido un plan de negocios”
HAce treinta años, John Hennessey lanzó un negocio de tuning desde casa. Hoy en día, los coches de Hennessey Performance Engineering han batido los récords de velocidad de Bugatti, y entre sus clientes se encuentran desde Steven Tyler, de Aerosmith, hasta Jim Farley, director ejecutivo de Ford, quienes suelen acudir a la pista de pruebas de Hennessey, en Texas.
Soñar a lo grande y resolver los detalles según vayan surgiendo ha puesto algunos obstáculos en el camino, pero hay algo genial en la forma en que Hennessey hace negocios: decidió que el Dodge Demon necesitaba un rival llamado Exorcist antes de saber qué era el Exorcist. La respuesta fue un Camaro ZL1 de 1.000 CV capaz de alcanzar los 350 km/h. El Venom GT basado en Exige era un mero boceto cuando un cliente encargaba uno. El real alcanzó un récord mundial de 350 km/h.
Hoy, el Venom F5 celebra las tres décadas de Hennessey. El hipercoche ha sido diseñado desde cero en conjunto con Delta Motorsport en Silverstone, y empequeñecerá todo lo que Hennessey ha hecho antes: 1.850 CV, 1.360 kg, una velocidad máxima objetivo de 500 km/h, y un precio de 2,1 millones de dólares. Solo se construirán 24 unidades.
Dado que Hennessey es sinónimo de muscle cars estadounidenses ridículamente poderosos, es bastante sorprendente saber que todo comenzó con un Mitsubishi 3000 GTO. “A finales de los ochenta del pasado siglo me fascinaban los coches de rally del Grupo B y Pikes Peak, y el Porsche 959 era el coche de mis sueños”, le dice a CAR. “Mi negocio de limpieza ambiental generó algo de dinero y pensé que podría modificar el Mitsubishi y convertirlo en una gran versión estilo Porsche 959”.
Hennessey participó en las carreras de Pikes Peak y Nevada Open Road Challenge en 1991, y se dedicó a modificar los automóviles de los clientes para pagar las facturas. Inicialmente era “cualquier cosa que entrara por la puerta”, principalmente importaciones japonesas.
Luego, en 1993, uno de los primeros propietarios de un Dodge Viper le pidió a Hennessey que agregara modificaciones de seguridad para la Silver State Road Race. Hennessey estuvo de acuerdo, pero pensó que al V10 le vendría bien más empuje. “Tenía mucho par motor, pero me preguntaba cómo se sentiría con otros 100 caballos más”, recuerda. “Ese es el tipo de solución que hemos estado haciendo durante 30 años”.
Hennessey construyó su marca alrededor del Viper desde 1993 hasta el año 2000 aproximadamente. Más tarde Hennessey venció al Bugatti Veyron de 0 a 320 km/h por cuatro segundos en una prueba de carretera y pista. El desafío era a dónde ir después. “Alrededor de 2007 comencé a pensar que agregar más caballos no siempre es la respuesta”, explica.
La ingeniosa solución fue agregar más caballos y aligerar peso. Hennessey miró a los Ford GT y Corvette, y pronto se enteró de que “si rebajas unos 100 kg, pasas de un coche de calle a uno muy rápido. Pensamos cómo podríamos tener 1.000 CV en un automóvil que pesa 900 kg, y bromeamos pensando cómo se vería un Lotus Exige si le pusiéramos nuestro V10 biturbo”. El Venom de 2005, con su V8 de origen GM, producía 1.244 CV y pesaba 1.244 kg.
“Nunca hubo realmente un plan de negocios, y nos lanzamos sin sopesar completamente los costes. “Construimos una docena de Venom GT”, dice Hennessey. “Fue un gran desafío en términos de ampliar realmente nuestras capacidades”.
Ahora el Venom F5 se sustenta sobre una “bañera” de fibra de carbono. Utiliza un V8 biturbo de 6.6 litros y es tracción trasera. A Hennessey le gustaría alcanzar los 500 km/h, pero también quiere probarlo en Nürburgring. Está convencido de que el F5 debería “ser tan cómodo en carreteras secundarias como en una Autobhan con el acelerador completamente abierto”.
Hennessey todavía “sintoniza” los muscle cars que le dieron fama mundial, pero en estos días su negocio principal refleja las tendencias del mercado. “Los SUV son ahora el 75% de nuestro negocio”, revela. “Hemos modificado la Ram T-Rex que viene con el motor Hellcat de 700 CV; nuestra versión es el Mammoth y anoche registramos más de 900 CV en el banco de potencia”.
Hennessey dice que está “muy interesado” en la electrificación, y planea comprar un Tesla Plaid e incluso modificar eléctricos, pero no está convencido de que la combustión interna vaya a desaparecer tan rápido… Eso sí, la pasión de Porsche permanece. Hace poco compró un nuevo 911 Turbo S y planea ganarle otros 100 CV, ese Porsche 959 de ensueño no vería en qué dirección iba.