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Prueba Ford Explorer 2020, el regreso del icono en formato híbrido enchufable

Si hay un país donde los SUV de gran tamaño son los reyes de la carretera este es Estados Unidos. La oferta de este tipo de vehículos allí, en el otro lado del charco, es inacabable. Y de entre todos ellos, hay uno que tiene desde hace 30 años el honor de ser el más vendido generación tras generación. Se trata efectivamente del Ford Explorer, un auténtico icono americano que, después de más de 2 décadas sin llegar a Europa, ahora está de vuelta. Lo mejor, es que vuelve con nuevos argumentos para seducir a su público potencial, entre los que destaca sus grandes dimensiones y gran potencia combinados con la etiqueta 0 de la DGT.

A priori puede que no parezca barato, y es que con un precio de partida de 79.350€ (al que se le podrá aplicar de entrada un descuento de 6000€ quedando en 73.350€), el Explorer de 7 plazas se alza como el nuevo buque insignia de Ford situándose como el modelo más grande y caro de toda su gama. Ahora bien, no le faltan buenos atributos: la única versión que nos llega es híbrida enchufable y viene totalmente equipada de serie, con acabado ST line incluido.

Grandes dimensiones, 7 plazas de verdad y una gran capacidad de carga

Como se podría esperar de un SUV americano, el Ford Explorer es muy grande para nuestros estándares europeos: mide 5,05 metros de largo, 2,28 de ancho y 1,78 de alto. La configuración interior ofrece mucha versatilidad y dispone de 7 plazas para adultos distribuidas en 3 filas de asientos con mucho espacio se mire por donde se mire. Eso si el acceso a la tercer fila de asientos es un poco complicado.

En cuanto a carga, las 2 filas traseras se pueden plegar muy fácilmente, permitiendo aumentar la capacidad delmaletero substancialmente. Desde los 330 l con todas las filas puestas hasta los 2.274 l con las 2 filas plegadas. Si solo plegamos la fila trasera –algo que se hace con un simple botón- la capacidad queda en unos respetables 1.137 l. Por otro lado, y haciendo gala de su carácter americano, el habitáculo está lleno de prácticos compartimentos donde guardar bebidas XL, hamburguesas de distintos tamaños,  pistolas o cualquier otro tipo de objeto cotidiano.

Equipamiento digno de Premium en un vehículo generalista

Otro de los atractivos del nuevo Ford Explorer es el amplísimo equipamiento que ofrece de serie. Y es que el único extra que se puede elegir como opción es un color metalizado. Por lo demás, todo es de serie. Desde el techo panorámico, la tapicería de piel, asientos de las dos primeras filas calefactables y delanteros refrigerados, el sensacional equipo de audio Bang & Olufsen, los cristales tintados, el navegador, los faros full led, el sistema multimedia Ford Sync3 con pantalla táctil de grandes dimensiones, una bola de remolque….

Todas las ayudas a la conducción habidas y por haber: control de crucero adaptativo, sistema de lectura de señales, mantenimiento de carril, detección de objetos, aparcamiento automático…  La lista de equipamiento de serie es verdaderamente inacabable.

El resultado es que si comparamos el precio de venta del Explorer con algunos de los vehículos Premium con los que quiere competir como el Audi Q7, el Volvo XC90 o el Cayenne,  la conclusión es que por un precio inferior estamos ante un vehículo mucho más equipado. Sigue siendo un generalista sí, pero las ventajas no acaban en el equipamiento.

Poderío con etiqueta 0 y unas prestaciones sorprendentes para el Ford Explorer

La única versión que nos llega a España equipa un potente motor 3.0 biturbo asociado a otro motor eléctrico ofreciendo una potencia combinada de 457 CV y 825 Nm de par. La caja de cambios es automática de 10 relaciones y también se puede accionar con las levas del volante.

A pesar de la gran potencia, con modo eléctrico puro el Explorer puede recorrer hasta 48km con la carga de batería completa, lo cual le otorga uno se sus principales atractivos: el de tener la etiqueta 0 emisiones que se traduce en pagar menos impuestos y evitar cualquier tipo de restricción circulatoria de las que están tan de moda. Cargar la batería en un enchufe convencional requiere poco más de 6 horas.

Consumo homologado vs real

El consumo homologado para el Ford Explorer es de 3,1l/100km con unas emisiones de Co2 de 71g/km, una cifra impresionante considerando el tipo de vehículo. Naturalmente, estas cifras se consiguen saliendo con la batería cargada al 100% y en condiciones óptimas de conducción. Si nos trasladamos al mundo real, con una conducción variada, los resultados cambian.

En la prueba realizada en que partimos con la batería llena y recorrimos más de 200kms por carreteras secundarias con distintos tipos de conducción, el consumo medio fue de unos 11l/100km. De hecho al hacer conducción deportiva exigiendo un alto rendimiento al motor llegamos a obtener unas medias de más de 25l/100kms. A pesar de ello, hay que reconocer que la media de entorno a unos 10l/100kms contando el gasto de la batería se puede considerar más que buena poniendo en relieve una vez más el tamaño y potencia del vehículo. Una vez que la batería se ha agotado resulta casi imposible bajar de esos 10l/100kms incluso en el modo Eco.

7 modos de conducción y 4 configuraciones del modo eléctrico

Porque el Explorer viene con 7 modos distintos de conducción específicos que se adaptan a las circunstancias de cada momento, y son fácilmente seleccionables desde la consola central. Modo Normal, modo ECO para optimizar consumos, modo Deportivo para obtener el máximo rendimiento, modo Pista para terreno off-road, modo Terreno resbaladizo, modo Remolque y modo arena profunda o nieve. Cada modo modifica de forma inteligente la entrega de potencia, la gestión del cambio de marchas, o la tracción inteligente entre otros para optimizar la conducción y hacerle la vida fácil al conductor. Asimismo, cada modo va asociado a una apariencia distinta en el cuadro digital ofreciendo la información más adecuada según cada caso.

En cuanto a la conducción en modo eléctrico hay 4 modos seleccionables: EV auto en que el coche elige de modo automático cuando utilizar el motor eléctrico, EV now para conducción urbana puramente eléctrica, EV charge para recarga de batería por motor de combustión, y EV later para guardar la batería del motor eléctrico para más tarde.

Sensaciones al volante del Ford Explorer

Como decíamos anteriormente, nuestra prueba fue de algo más de 200kms, concretamente por las tierras del Priorat, en Tarragona. En esa zona del sur de Cataluña, recorrimos carreteritas secundarias de lo más bellas y reviradas. A priori podría parecer un terreno inadecuado para un gran SUV como el Explorer. Sin embargo el comportamiento fue mejor de lo esperado incluso cuando le pedimos el máximo rendimiento. A pesar del gran tamaño, las prestaciones, agilidad y buen comportamiento del vehículo son totalmente comparables a algunos SUV Premium potentes

El Explorer no tiene una faceta mala en cuanto a comportamiento. Además de la buena aceleración, la estabilidad es alta, y la frenada potente. No obstante y como es lógico, el peso se hace patente sobre todo en los cambios de apoyo más bruscos, pero no es para menos teniendo en cuenta sus 2,5 toneladas de peso. Aún así, insisto, las sensaciones son buenas, decididamente mejores de lo cabría esperar.

El único inconveniente de que se comporte tan bien es que, debido a su gran anchura, cuando llevas un ritmo de conducción alto en carreteras estrechas es muy fácil tender a pisar en exceso el carril contrario, lo que se puede traducir en algún sobresalto si te encuentras un vehículo inesperado en sentido contrario. El resumen es: puedes llegar a ir muy rápido pero si decides hacerlo mejor que no olvides tus dimensiones.

En vías más rápidas, el confort de marcha es absoluto. Nada que criticar en esta faceta. Por último, en cuanto a circulación por vías urbanas no tuvimos la oportunidad de probarlo pero con sus enormes dimensiones es evidente que no se tratará de su hábitat natural.

Ford Explorer, una opción diferente pero interesante

En cualquier caso, el Explorer sigue siendo un vehículo puramente americano pensado por y para americanos. Aquí en Europa está por tanto, fuera de su mercado natural algo que por el lado positivo lo diferencia de sus competidores. No obstante, sus buenos argumentos sumados a su buena  relación calidad precio lo convierten en una opción interesante para ciertos públicos, algo que seguro le permitirá encontrar su propio espacio en el mercado, aunque sea con un volumen de ventas muy por debajo de sus hermanos de gama.

Sea como fuere, aplaudimos la decisión de Ford de traer un segundo icono americano a nuestro mercado después de la llegada del Mustang. Ahora la pregunta es… ¿Será el el Bronco el tercer icono en llegar? Esperamos que sí. Ahí lo dejamos Ford Europa.

Por: Dani Blasco

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