Especial Ferrari Daytona SP3, el segundo Icona
Cuentan que, desde que Ferrari logró un triplete en las 24 Horas de Daytona de 1967, la foto de los tres coches victoriosos siempre estuvo presente en el despacho de Enzo Ferrari. Para el Commendatore fue un éxito especialmente gratificante, porque supuso la revancha a la victoria de los Ford GT40 en Le Mans en 1966. Es por tanto uno de los momentos cumbre en la historia de la Scuderia Ferrari. El nuevo Daytona SP3 se llama así por aquello, no porque tenga nada que ver con el 365 GTB/4 “Daytona”, un apodo que nunca fue oficial pero que también tiene su origen en aquella carrera.
El Daytona SP3 se ha presentado a finales de noviembre en el circuito de Mugello, durante la celebración de las Finali Mondiali. En este festival Ferrari nunca faltan los GT ni los Fórmula 1, pero este año el protagonista ha sido el nuevo biplaza.
Rodó además por la pista acompañado por los tres coches que ocuparon los tres primeros puestos en las 24 Horas de Daytona de 1967: el 330 P3/4, el 330 P4 y el 412P.
Al ver el nuevo coche por primera vez es normal preguntarse: ¿qué posición ocupa el Daytona SP3 en la gama de la marca italiana? No es un modelo de serie, y tampoco es un nuevo miembro de la estirpe 288 GTO, F40, F50, Enzo y LaFerrari. El nuevo Daytona SP3 es el segundo deportivo de la serie Icona, que “celebra la historia de Ferrari reinterpretando el estilo atemporal de los coches más emblemáticos de la marca”.
El primero fue la barchetta Monza SP1/SP2 (monoplaza o biplaza) lanzada en 2018, de la que se fabricaron 499 unidades a un precio de 1,6 millones de euros. Esta utilizaba la plataforma y el motor del 812 Superfast. Del Daytona SP3 se fabricarán 599 unidades a dos millones con impuestos incluidos (precio en Italia).
En Ferrari saben que su historia es un tesoro, una leyenda del automovilismo que da mucho valor sus modelos actuales, y hay que cuidarla como tal. En los últimos años hemos visto cómo Jaguar y Aston Martin han fabricado lo que han dado en llamar “continuation cars”, que no son sino réplicas exactas de modelos clásicos fabricadas por ellos mismos. Así hemos visto salir de la fábrica nuevos Jaguar D-Type y C Type, o Aston DB4 GT Zagato y DB5 “Goldfinger” que se venden por una fortuna. Son máquinas maravillosas, sin duda, pero Ferrari nunca haría algo así.
Influencias en su estilo
El genial Flavio Manzoni, jefe de diseño de Ferrari desde 2010, tiene muy claro que no quiere modelos retro. Para la serie Icona lo que buscan son deportivos inspirados en el pasado pero radicalmente modernos y originales.
En el caso del Daytona SP3, se trata de utilizar los volúmenes evocadores de Sport prototipos de los años sesenta del siglo pasado, especialmente y según la propia marca, los 330 P3, 330 P4, 350 Can Am o 512 S.
Es normal que beban de estas fuentes, porque para muchos aficionados, entre los que nos incluimos, los sport prototipos de finales de los sesenta y principios de los setenta son los coches de carreras más bellos de la historia, con máquinas como el Ford GT40 y el Porsche 917.
Por eso no es extraño que otras marcas hayan querido traer ese estilo al siglo XXI, como hemos visto recientemente en el De Tomaso P72 (2019). Sin duda es un deportivo muy bello pero no aporta nada en cuanto a diseño, en la medida de que es una mezcla entre el estilo del Ferrari P4 y el Lola T70.
Los responsables de Ferrari explican así el diseño el nuevo biplaza, en términos propios del arte contemporáneo: “Su diseño pivota sobre la yuxtaposición armoniosa de contrastes entre superficies plásticas y sensuales, que alternan con líneas incisivas que evocan la relevancia creciente de la aerodinámica en el diseño de los coches de competición de la época, como fueron el 330 P4, el 350 Can-Am y el 512 S.
Es del mundo de los sport prototipos donde el Daytona SP3 se inspira al equipar una carrocería tipo ‘targa’ con un techo rígido extraíble. Esta elección brinda al conductor emociones únicas y al mismo tiempo garantiza una gran facilidad de conducción”. Nosotros siempre hemos sido partidarios de la conducción a cielo abierto que ayuda a hacer más emocionante cualquier recorrido, sobre todo si la banda sonora viene de un V12 atmosférico.
En cuanto a rasgos concretos de estilo, el nuevo Ferrari da para pasar un buen rato observándolo. Comenzando por el frontal, con dos líneas horizontales y una poderosa parrilla.
No hay duda de que el motor necesita mucha refrigeración, y sobre el capó vemos también dos salidas de aire. Nos gustan mucho además los faros, porque llevan una tapa retráctil que recuerda a los modelos exóticos de los años setenta que van ocultos bajo una especie de visera, como el Iso Grifo Serie II o el Lamborghini Jarama.
Cargado de detalles
El parabrisas en forma de cúpula es otro detalle esencial, tanto para el aspecto como para la sensación racing a la hora de conducirlo. Las puertas son verdaderas esculturas, con grandes “hombros” donde se han integrado las tomas de aire.
Sorprende que estas tomas estén en las puertas y no el paso de rueda trasero. Esto favorece un diseño lateral más limpio, y ha permitido a los ingenieros desplazar hacia delante los radiadores. Además, los espejos retrovisores adelantados son otro detallazo que remite a los años sesenta.
Sobre el motor lleva un “elemento dorsal” muy moderno en color metal que canaliza el aire y deja parte del motor a la vista, y los sensuales pasos de rueda traseros son muy similares a los de los clásicos de los sesenta.
Lo más llamativo es quizá la parte posterior, que recuerda mucho a un prototipo que en el comunicado oficial no se menciona (quizá por no ser un coche de carreras).
La trasera del Daytona SP3 está claramente inspirada en la de un prototipo de Pininfarina, el 250 P5 Berlinetta Speciale de 1968. Este show car lo diseñó Leonardo Fioravanti y se presentó en el Salón de Ginebra de 1968. Sobre el paradero del P5 lo más fiable es lo que nos ha dicho Lorenzo Andizio, director del museo Alfa Romeo: el P5 ya no existe, porque el prototipo Alfa 33/2 Coupé Speciale lleva su carrocería. En Pininfarina la desmontaron, la modificaron y la montaron en un chasis de Alfa 33/2.
Lo que seguimos sin tener claro es qué base mecánica usaba el P5, y donde acabó. Sí es seguro que existe una réplica del 250 P5, porque la vimos en vivo en 2009. Fuimos a Maranello a probar el 599 HGTE, y cuando visitamos los talleres de Ferrari Classiche (restauración), allí estaba.
Según nos contaron, ese P5 réplica la había encargado a Pininfarina un japonés, quien después lo había llevado a Ferrari Classiche para que lo motorizaran (no tenía mecánica). Según fuentes de toda solvencia, esa réplica ahora está en Suiza.
Volviendo a la trasera del Daytona SP3, lleva una banda lumínica en la parte alta, debajo del alerón, que recorre todo el ancho del coche. Los escapes van colocados en el centro y más elevados que en ningún otro modelo del cavallino.
Esto no es por estética, sino para dejar sitio a un difusor más ancho y alto. El Daytona SP3 es muy bello pero sus formas responden a su función, con una aerodinámica muy elaborada. Esto queda patente especialmente en el diseño de los bajos o gran alerón posterior.
Sublime V12
¿Qué hay bajo su bella carrocería de fibra de carbono? Pues lo que era previsible y deseable, una moderna estructura de fibra de carbono y un glorioso V12 atmosférico. La marca habla de fibra de carbono T800 para la “bañera” central, y de tipo T1000 para las puertas y umbrales, ya que sus características la hacen ideal para los impactos laterales.
También se ha usado kevlar en las zonas más expuestas a impactos. Los asientos van integrados en la estructura de carbono y son fijos, lo que se puede ajustar son los pedales y el volante, como en el LaFerrari.
Respecto a la mecánica 6.5 V12 (de la familia F140), tiene su origen en el Enzo y ha seguido evolucionando en 599, F12, LaFerrari, F12 tdf, 812 (motor tipo F140GA) y el más reciente 812 Competizione (F140HB), donde rinde 830 CV a 9.250 revoluciones, aunque sube hasta las 9.500 rpm. En el Daytona SP3 el V12 (F140HC) anuncia una potencia de 840 CV (10 más), así que es prácticamente igual.
Para lograr este increíble rendimiento lleva nuevas bielas de titanio, pistones un 2% más livianos o un cigüeñal que es un 3% más ligero y gira con aceite menos viscoso.
Además incorpora culatas revisadas con árboles de levas tratados con un recubrimiento de carbono similar al diamante, o cámaras de admisión más compactas para forzar la entrada de aire al motor más rápidamente (los conductos de admisión de longitud variable ayudan a suavizar el par en toda la gama de revoluciones).
Respecto al dinamismo del Daytona SP3 podemos esperar lo mejor, como una aceleración de 0 a 200 km/h en 7,4 segundos. Lleva la última versión del SSC (control de ángulo de deslizamiento lateral que actúa sobre el diferencial autoblocante, para derrapar con seguridad), que por primera vez en un V12 con motor central incluye el FDE (Ferrari Dynamic Enhancer). Este último funciona de forma imperceptible sobre los frenos al poner el selector de modos de conducción (el manettino) en posición “CT Off”.
Si usted es aficionado se habrá dado cuenta de que, por sus características, el SP3 Daytona tiene pinta de ser un LaFerrari (2013), pero sin la hibridación.
Es decir, más ligero. Y lo decimos porque el monocasco de carbono será igual o muy similar, y el motor también. La distancia entre ejes del LaFerrari es de 2.650 mm, y de 2.651 para el Daytona… Durante la presentación del coche alguien se lo preguntó a Enrico Galliera, director comercial y de marketing, quien declaró que “no es un LaFerrari Speciale. Icona está más enfocado al diseño, y hay muchos coleccionistas que están muy centrados en ese aspecto de Ferrari. Aunque comparte elementos con LaFerrari, la filosofía y la estrategia son completamente diferentes”.
En todo caso, Galliera ya tiene bastante con pelearse con los concesionarios y VIP de todo el mundo, que le estarán llamando para conseguir que les asignen alguna unidad de este nuevo superFerrari. Los afortunados comenzarán a recibir sus deportivos a finales de 2022.
