Buscar

Especial 60 años de Mini, El estilo nunca muere

Sin pretenderlo inicialmente, el Mini se convirtió desde su lanzamiento en un coche con mucho estilo. Querían venderlo como un modelo sencillo y barato y se dieron cuenta de que, a diferencia de lo que estaba previsto, no lo compraban mayoritariamente clientes de posición social baja y media. La llegada del primer Mini de la era BMW en 2001 también demostró algo muy interesante: un coche pequeño también podía ser premium. Después muchas otras marcas se animaron a lanzar modelos pequeños pero lujosos y muy equipados. Hoy repasamos estos 60 años de Mini.

Mini

60 años de Mini: comenzando por los inicios

El Mini original fue uno de los pocos automóviles que, como el Citroën 2 CV, el Volkswagen Escarabajo o el Seat 600, se convirtieron en fenómenos sociales. Pronto se estableció como un icono de Gran Bretaña y en un coche deseado por los personajes más importantes de la época. Steve McQueen o Peter Sellers se dejaban ver a sus mandos, al igual que John Lennon o el mismísimo Enzo Ferrari. Del mismo modo que Porsche tiene en James Dean a su mártir más legendario, o que todo el mundo recuerda la muerte de Rubirosa al volante de un Ferrari 250 en París, en la leyenda negra de Mini aparece el cantante Mark Bolan, pionero del glam rock, que se mató en 1977 al volante de su Mini Cooper cuando volvía de una fiesta. Y nuestro Julio Iglesias sufrió en 1962 un grave accidente en el suyo, cuando era una joven promesa como portero en el Real Madrid.

El Morris Mini-Minor blanco que ilustra estas páginas no es uno cualquiera, sino el primero que salió de la línea de montaje y que nunca se vendió. Se expone en el British Motor Museum de Gaydon y su valor histórico es enorme, una pieza soñada para los locos de los Mini. De hecho su matrícula 621 AOK también es muy conocida por los aficionados. En 2012 un Austin Mini De Luxe Saloon de 1959 viejo y oxidado, pero considerado el Mini más antiguo sin restaurar, se vendió en una subasta de Bonhams por 46.800 euros. 

Ver juntos al Mini original junto al actual es toda una lección de historia. La longitud del Mini en estas seis décadas ha aumentado un 26% (de 3,05 a 3,85 metros) pero esa la magnitud que menos se ha incrementado. Si hablamos de potencia, el Morris Mini rendía 34 CV y el actual Mini One (la versión básica del Mini) alcanza 102 CV, lo que supone una subida del 200%. En cuanto a aceleración, el veterano tardaba 29 segundos en llegar a los 100 km/h y el Mini One los alcanza en 9,9 segundos, de modo que es tres veces más rápido. Lo más sorprendente es quizá el consumo, ya que el primitivo anunciaba 7,1 litros a los 100 km y el Mini One se conforma con 4,8 litros. En cuanto a las emisiones no tenemos datos del clásico, pero seguro que el actual contamina la décima parte. 

Desde el principio, el Mini se consolidó como la mejor demostración de un uso creativo del espacio. Esas cualidades siempre han estado presentes para ingenieros y diseñadores que han dado forma a los Mini modernos. Los primeros Mini llevaban una suspensión sencilla y barata pero eficaz, formada por una especie de conos de goma. Hacia 1964 comenzaron a incorporar la suspensión hydrolastic. En cambio los Mini actuales están a la última con suspensión McPherson delante y multibrazo atrás. Su conducción es precisa y deportiva, si bien las versiones Cooper son firmes y pueden resultar algo incómodos si el asfalto está en mal estado. 

Versión 60 Years para los 60 años de Mini

El Mini moderno que acompaña al Morris Mini Minor es un Cooper S de la versión 60 Years Edition lanzada a principios de 2019. En Mini existe una larga tradición de versiones especiales conmemorativas para celebrar los 25 o los 30 años en el mercado. Y en 2009 también hubo Mini para celebrar los 50 años, los llamados “50 Mayfair” y “50 Camden”, por lo que para celebrar los 60 años de Mini, estaba claro que habría un nuevo modelo. En Mini 60 Years Edition se ha comercializado con cuatro motores y 3 o 5 puertas, de modo que en total han sido ocho versiones diferentes. El que ilustra este reportaje es el más rápido y “coleccionable”, un Cooper S de 3 puertas con su motor de 192 CV. Dicen desde Mini que es un coche con estilo deportivo y británico, y no hay duda de ello comenzando por el color British Racing Green de su carrocería. No obstante, también se puede comprar en varios metalizados como negro, plata oscuro o claro, o azul. El logo de 60 Years aparece tanto en el exterior como en el interior del coche, y las llantas de 17 pulgadas son específicas para esta edición. 

60 años de Mini edición especial
60 años de Mini interior

El equipamiento del 60 Years es completísimo, configurando un verdadero automóvil de lujo. De hecho, si te bajas del Morris Mini y te subes en el actual, es como salir de un Seat Panda y meterte en un BMW Serie 4. Lo más llamativo son los fantásticos asientos de cuero en color marrón oscuro con perfiles verdes. En el Morris los asientos son sencillísimos, sin apoyo lateral y por supuesto sin reposacabezas. La puerta se abre tirando de un simple cable, como en el Ferrari F40… Es un coche ultraligero por austeridad, sin necesidad de lucir siglas RS ni piezas de carbono. 

Lleva un sencillo volante de plástico fijado a una columna de dirección que queda a la vista hasta que se esconde en el piso del coche. La palanca del cambio manual de cuatro velocidades también es una sencilla barra con un pequeño pomo, mientras que el moderno lleva una bonita palanca para el brillante cambio automático de Steptronic, de siete marchas y doble embrague. Por supuesto también se puede cambiar con las levas del volante. 

Ligereza

En el Morris el cuentarrevoluciones va en el medio del salpicadero (no lleva velocímetro), y la instrumentación en el centro se convirtió en un rasgo de estilo típico de este coche durante décadas. Una solución perfecta para facilitar la producción de coches tanto con el volante a la derecha como a la izquierda. En el Mini de 2001 quisieron hacer guiños al modelo clásico y pusieron el cuentavueltas sobre el volante y el velocímetro en el centro, y en el de 2007 igual. Pero como realmente no resultaba muy útil, en el Mini de 2014 ya pusieron el velocímetro y el tacómetro sobre el volante, y conservaron la pantalla esférica en el centro para controlar diferentes funciones.  

Bajo el capó las diferencias son más que notorias y, como decíamos al principio del reportaje, difícilmente comparables. El Cooper S es todo un deportivo y el Mini Morris aún era un simpático cochecito con prestaciones modestas, porque hasta que no llegaron los Cooper los Mini no fueron deportivos de verdad. Todos los Mini clásicos llevaron el motor A-Series de diferentes cilindradas (848 cc, 970 cc, 998 cc, 1.275 cc), pero en los Mini de la era BMW ha habido mucha más variedad. 

La primera generación (2001-2007) medía 3,60 metros de largo y son los llamados R50/53. Estos modelos usaron los motores 1.6 Tritec fabricados en Brasil en colaboración con Chrysler. El One rendía 90 CV, el Cooper 115 CV y el Cooper S 163 CV, gracias a un compresor volumétrico. El JCW alcanzaba 210 CV.

Los segundos Mini de BMW (2007-2013) llamados R56/57, crecieron poco (3,69 de largo) y estrenaron los brillantes motores 1.4 y 1.6 “Prince” que desarrollaron junto a PSA. El Cooper llevó un 1.6 turbo de 120 CV que mejoró sus prestaciones, ya que ofrecía mucho más par. El Cooper S alcanzaba 174 CV (184 CV desde 2010) y el JCW de 2011, 211 CV. 

60 años de Mini fábrica

En la tercera generación (F55/56/57), que mide 3,85 metros y lleva una nueva plataforma, todos pasaron a llevar motores BMW, cuatro de gasolina y dos diésel. Destacaríamos por su rendimiento y consumo el tres cilindros 1.5 turbo de 136 CV que lleva el Cooper (y también varios modelos BMW). El Cooper S sube a un 2.0 turbo de 192 CV, que en el JCW alcanza 231 CV. La llegada del nuevo GP, que supera los 300 CV, supone un hito en la historia de los deportivos de la marca británica durante esos 60 años de Mini.

Alec Issigonis, el hombre que inventó el Mini

Cuando comenzó el desarrollo del Mini original las necesidades de los usuarios eran muy distintas a las actuales. En 1957 Leonard Lord, presidente de BMC (British Motor Corporation) se reunió con el ingeniero Alec Issigonis (1906-1988) para plantearle la necesidad de desarrollar un nuevo modelo pequeño. La crisis del Canal de Suez había evidenciado por primera vez que la escasez de gasolina sería un problema en el futuro, y la necesidad por tanto de diseñar coches más pequeños y económicos. El nuevo vehículo debía ser capaz de transportar a cuatro personas y contar con algo de espacio para el equipaje. Mediría solo 3,05 metros de largo y usaría un motor ya disponible, con el fin de rentabilizarlo lo antes posible. En agosto de 1959 se presentó el coche, bajo los nombres de Austin Seven y Morris Mini-Minor. 

Alec issigonis 60 años de Mini

Issigonis nació en Turquía, hijo de un griego y de una alemana, y contaba con 51 años cuando le fue encomendado su gran reto. Entonces era director técnico de la fábrica de Longbridge, y el Mini no fue su primer acierto. En 1941 comenzó el desarrollo del proyecto “Mosquito”, que en 1948 se convertiría en el Morris Minor, el coche de más éxito en la posguerra en Gran Bretaña. En 1952 se fusionaron Morris y Austin, creándose la BMC. Entonces Alec se marchó a Alvis para crear una berlina de lujo, pero la falta de financiación le decidió a volver a BMC en 1955. En la empresa tenía fama tanto de prepotente como de técnico detallista, apasionado y poco ortodoxo. El Mini estaba lleno de soluciones inteligentes para aprovechar el espacio, como el motor delantero en posición transversal y la caja de cambios debajo. La suspensión era independiente a las cuatro ruedas mediante conos de goma y su estabilidad era magnífica (sus llantas de 10 pulgadas hoy resultan diminutas). Sin embargo, el veterano motor de 848 cc y 34 CV empleado anteriormente en los Morris Minor no daba para muchas alegrías. 

Aun así Issigonis recordaba la primera vez que invitó a Leonard Lord a subirse: “Dimos una vuelta a la fábrica, yo iba a toda velocidad. Estoy seguro de que él tenía mucho miedo, pero quedó entusiasmado al ver la capacidad de adherencia del coche. Cuando se bajó dijo: ¡Fabriquémoslo!”.

El primer año completo de ventas, 1960, no fue especialmente bueno, y se fabricaron 64.000 unidades. Pronto, preparadores como John Cooper se plantearon desarrollar un Mini de alto rendimiento. Así nació el Mini Cooper en 1961. Por esas fechas empezó la verdadera fiebre por el Mini, del que se vendieron 116.000 unidades aquel año. Había versiones para todos los gustos, capaces de satisfacer tanto a los que buscaban economía como a los demandaban prestaciones. En 1965 se alcanzó el millón de unidades fabricadas, los dos millones en 1969 y los tres en 1972. Cuando acabó la producción en 2000 se habían producido más de cinco millones. Para muchos trabajadores fue el único coche que produjeron durante toda su vida. 

60 años de Mini Alec Issigonnis

Alec Issigonis se hizo famoso en todo el mundo gracias al Mini, y entre 1967 y 1968 diseñó el prototipo 9X, concebido como un Mini de segunda generación. Lo creó con la intención de fuera aún más pequeño, ligero y fácil de fabricar que el Mini original. Las únicas piezas que compartía con el de serie eran las llantas de 10 pulgadas, por lo que fabricarlo hubiera supuesto una enorme inversión y la compañía finalmente canceló el proyecto. En 1969 Issigonis fue nombrado Caballero el Imperio Británico por la Reina, y se retiró en 1971 aunque siguió como asesor de la empresa hasta 1987. 

La producción de la actual generación del Mini comenzó el 18 de noviembre de 2013, cuando se cumplieron 106 años de su nacimiento

Un concepto con mucho futuro para los 60 años de Mini

Mini Vision Next 60 años de Mini

Hay muy pocos conceptos de automóvil que hayan envejecido tan bien como el Mini, quizá solo el Porsche 911. Y ninguno ha derivado en tantos modelos y carrocerías. En 2016 presentaron el prototipo Mini Vision Next 100, un modelo con superficies transparentes concebido para uso compartido. En el centro del sencillo salpicadero está el llamado Cooperizer (a la derecha) un instrumento circular, en color y translúcido, que se comunica con el conductor con cambios de color. Teóricamente, porque de momento no es posible, entre un viaje y otro el Mini podrá ir por sus propios medios hasta un centro de servicio, donde lo dejarán bien limpio y cargado para el siguiente conductor. También podría ser que algún diseñador haya experimentado con sustancias que fueron populares en los años sesenta… El resumen es que durante estos 60 años de Mini, el modelo ha tenido una vida muy intensa.

TEAM CAR SPAIN PUBLICACIONES, S.L utiliza cookies propias y de terceros para recordar tus preferencias y optimizar la experiencia de usuario. Para obtener más información lee nuestra política de cookies.
Al pulsar en “Aceptar” aceptas el uso de las diferentes cokies que utiliza el sitio web. Puedes configurar o denegar el uso de las cookies en la configuración de la política de cookies.