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Prueba BMW X7 2019, el «king-size» de la primera clase

Hace años cuando un grupo de rock&roll o Cher y su coristas tenían que ir a Las Vegas a una actuación les ponían una limusina, la típica Pontiac negra con mucho espejo y moqueta por dentro. En cambio ahora ese estilo ha quedado obsoleto o destinado a despedidas de soltera. Ahora lo que se lleva es llegar en tu SUV de más de cinco metros y siete plazas, y mira tú por dónde, BMW acaba de lanzar uno. Estamos en Arizona, en Estados Unidos, para recorrer la mítica Ruta 66 a bordo del nuevo BMW X7, el último en llegar a la familia SUV de la marca alemana.

La elección de tal escenario responde a dos premisas. La primera es que BMW tiene a solo 3.000 kilómetros de Arizona su fábrica donde produce la mayoría de SUV, incluido este X7, en Spartanburg (Carolina del Sur). La segunda premisa es que no hay mejor manera de probar un coche hecho para viajar con toda clase de lujos que una de las rutas más famosas del mundo, y acabar en una de las ciudades con mayor fama por excesos del planeta como es Las Vegas.

Nos encanta la idea de un coche aún más grande que el X5, donde no solo quepa Cher, Axl Rose, el Fary y dos domadores y su tigre albino, sino también nuestro equipaje, y todos y cada uno de los ocupantes viajen con el confort y la clase que caracterizan a BMW. Este X7 por lo tanto, se postula como el Serie 7 de los SUV con sus 5.151 metros de largo y 1,85 de alto, con una batalla de 3,1 metros y la opción de pedirlo con 6 plazas individuales en lugar de las siete de serie.

Para ponerlo en contexto, es más largo que un X5, igual de ancho, con un poco más de batalla y más alto y altura libre al suelo. Por lo tanto, también es 180 kg más pesado, 2.390 kg en su versión 40i que probamos. Esto significa que dentro tenemos más espacio de carga y habitabilidad, que al final es lo que alguien busca cuando salta a este nivel de coches.

Estamos de acuerdo en que no se parece en nada a las grandes pick-up que por aquí habitan, pero su presencia es tan imponente que no necesita tres ejes o doble rueda para achantar por el retrovisor a cualquier votante republicano. Su gran parrilla frontal, sus faros Mátrix Láser o sus llantas de hasta 22 pulgadas hacen el resto.

Por dentro todo es clase, buenos detalles, bien rematados, con conectividad, tecnología y cuero, mucho cuero Vernasca de serie. Tenemos 326 litros de maletero con las 7 plazas ocupadas y ampliable a 2.120 litros, con un portón de apertura partida y accionamiento eléctrico.

Precisamente su interior nos recuerda al planteamiento de un Rolls&Royce, y es que en este X7 sus plazas traseras cobran mucho más protagonismo que en cualquier otro SUV de la marca alemana. En su segunda fila de asientos, hay opción de pedir dos asientos individuales, que se pueden desplazar hasta 14 cm de forma longitudinal. Llevan la opción de pedirlos calefactados y por supuesto el reglaje es eléctrico. Es como ir en la butaca de un jet privado, y además puedes llevar una pantalla de 10,2 pulgadas delante desde la que controlar el sistema multimedia, ver la navegación o añadir un DVD y ver lo que quieras.

Luego está su tercera fila, que no deja de tener el mismo cuero que los demás asientos, la opción de calefactarlos, climatización y hasta tomas USB, pero indudablemente no están pensadas para los ingenieros alemanes que diseñaron el X7. El acceso es cómodo y digno, con más espacio que en la tercera fila que la mayoría de coches del mercado, por no hablar del que ofrecen muchas compañías aéreas. Si no los vamos a usar, con apretar los botones de plegado del maletero ganamos espacio extra de carga. Hablando de este, se puede abrir en dos partes, e incluso bajar su altura 40 mm con el botón que se incluye para cargar las cosas más cómodamente.

¿Se disfruta entonces en sus plazas traseras? Nuestro BMW X7 llevaba precisamente esa configuración de seis plazas, y lo cierto es que cuando el paisaje de la Ruta 66 dejaba de ser entretenido a ser un océano de desiertos o casas medio ruinosas, era como viajar en primera clase en avión, incluso esperas que aparezca el sobrecargo a ofrecerte un refrigerio. Es tremendamente cómodo en su segunda fila, en parte gracias a su suspensión neumática de serie, y con espacio más que de sobra incluso si lo adelantamos mucho para dar cabida a alguien en la última fila o llevar más carga.

Las pantalla entretendrán a los niños y no tan niños, y si queremos echar una cabezada solo hay que inclinar los asientos, o bien disfrutar del techo panorámico de serie, presente incluso en la tercera fila. Es más, hay uno denominado Sky Lounge, que cuando cae la noche incorpora LEDs que se reparten por toda su superficie para iluminar más de 15.000 patrones gráficos y generar una pantalla que recuerda a un cielo iluminado por las estrellas. El esquema de color además es personalizable.

Y si te aburres de que te lleven, la experiencia al volante es la que cabría esperar en un BMW. La firma bávara ha vuelto a imprimir su sello personal de diversión al volante de forma aún más grande, en tamaño, y notoriedad. Por lo general conducir un coche de tales dimensiones y peso suele ser una tarea que requiere delicadeza, anticipación y poca emoción, pero aquí no ocurre esto.

La clave está en los elementos que el X7 lleva o puede llevar. Para empezar, su suspensión neumática se encargará de que en modo Confort ningún famoso de Beverly Hills sepa si acaba de atropellar a un paparazzi o pasar un resalto. Pero a su vez, nos permite trazar muy rápido y con seguridad, sin que sus 2,3 toneladas tiren de nosotros hacia el exterior de la curva.

La otra clave es la Integral Active Steering, el gran aliado de cualquier coche que mida más de 4,7 metros de largo, no digamos ya 5,1. Es un sistema opcional de eje trasero direccional, que gira las ruedas en sentido contrario con las delanteras a baja velocidad, y en la misma dirección a gran velocidad. El resultado es que no habrá calle, rotonda, o parking que se le resista al X7, aunque en Estados Unidos todo es tamaño grande, ya que aquí un coche de 5,1 metros es una pick-up mediana para ellos. Habrá que verlo en un «drive through» de un restaurante de comida rápida…

¿Y si quiero llevar mi X7 al campo? BMW ofrece un Paquete Offroad que nos proporciona paragolpes con protectores específicos, así como varios modos de conducción extra seleccionables desde la consola central: xSnow, xSand, xGravel and xRocks.

Aunque no al estilo de Rolls con sus satélites, el BMW X7 puede adaptar en tiempo real la suspensión para que no notemos ni la más mínima perturbación del terreno. Es un sistema de estabilización activo de la carrocería denominado Executive Drive Pro, que actúa tanto en el paso por curva como cuando aceleramos para optimizar la tracción del coche. La cual recordemos es siempre total.

El BMW X7 2019 llega a nuestro mercado con tres motores. De gasolina solo tenemos en su lanzamiento el BMW X7 xDrive 40i, un seis cilindros en línea con 340 CV y 450 Nm de par, siendo capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y con una velocidad máxima de 245 km/h.

En las variantes diésel el acceso por ahora es el 30d, con un motor de seis cilindros en línea de 265 CV y 620 Nm de par a tan solo 2.000 rpm. En lo más alto de la gama del BMW X7 está el M50d, variante M Performance con diferencial M Sport de serie, en opción en el 40i. Este motor, también seis cilindros, rinde 400 CV y 760 Nm de par, con un 0 a 100 km/h en solo 5,4 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h.

Nosotros hemos probado el BMW X7 40i, que para que os hagáis una idea del potencial y la eficacia de este motor, es el mismo que lleva el BMW Z4 más potente, un 6 en línea turbo que hará las delicias de cualquier apasionado de los coches. Es sorprendente como empuja en cualquier régimen, y lo bien que mueve a este gigantesco SUV. es una pena que no llegue el 50i con su V8, pero en Europa no tenemos el litro de gasolina a 0.75 céntimos.

Después del largo viaje de Phoenix a Las Vegas descubrimos que viajar en primer clase es posible gracias al X7, y que muchas veces estar a los mando es divertido más allá de dejarse llevar por las pantallas. El nuevo X7 ha llegado para demostrar que se puede ser grande con todo lo bueno de los más pequeños.

La gama de precios del BMW X7 2019 no es accesible a cualquier influencer o celebrity de plató de salsa rosa, pero es más baja que la mayoría de sus rivales más directos y premium. Así pues el precio para un X7 30d son 98.950 euros. Nuestra versión 40i, único gasolina actualmente a la venta, son 99.950 euros, y el más bruto de todos, el M50d con sus 400 CV, salta a los 124.000 euros. Intentamos saltar la banca en el Bellagio para llevarnos uno con paquete M a Madrid, pero salimos más tiesos que un imitador de Elvis.

Otros SUV Premium de más de 5 metros

Pero el BMW X7 no es el primer SUV premium que llega al mercado con más de cinco metros de largo o siete plazas, y es que tanto dentro de su grupo como en casa del vecino tiene rivales muy competentes y exquisitos.

Rolls-Royce Cullinan

Aunque puedan parecer el mismo coche por ser marcas del grupo, el Cullinan no comparte el mismo chasis, de hecho, no tiene pilar B, ya que las puertas traseras se abren a la inversa. El Rolls no tiene siete plazas, pero se puede pedir una opción que incluye dos asientos en el maletero que se despliegan hacia fuera y ver las vistas del paraje hasta el que hayamos llegado gracias a su tracción total y su V12 de 571 CV.

Bentley Bentayga

El inglés si puede llevar siete plazas, gozando de uno de los mejores interiores del mercado con todo tipo de personalización, así como muchos gadgets para llevar en el maletero, como sets de caza o cetrería, o incluso pesca gracias a su división Mulliner. La gama de motores incluye un V8 diésel de 435 CV, otro gasolina de 550 y el glorioso W12 de 608 CV, así como el Hybrid.

Audi Q7

El más veterano de todos es el único siete plazas de Audi en la gama SUV y está a punto de renovarse. Tracción quattro y potentes motores diésel de 231 y 286 CV disponibles en su gama. Su hermano deportivo, el Q8, incluye extras más a la altura del X7, como la suspensión neumática o el eje trasero direccional, incluyendo modos offroad.

Range Rover

Si hablamos de clase y todocaminos, el Range no puede faltar. Hay dos versiones de carrocería, la estándar con cinco metros de largo justos, y el LWB, con 5,2 metros de largo pero solo 5 plazas igualmente. La gama de motores va desde los 275 CV hasta los 566 del SVAutobiography con su V8 de 5.0 litros gasolina.

Mercedes GLS

El gigante alemán al que se enfrenta de forma más directa es el GLS de Mercedes. Si tiene siete plazas y está a punto de renovarse. En su oferta mecánica nos encontramos el 350d 4Matic con 258 CV, el 400 4Matic con 333 CV y en lo más alto el AMG GLS 63 AMG con 585 CV.

Nuevo BMW X3 M y BMW X4 M, junto a variantes Competition

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