El “número 1” de Stellantis

Carlos Tavares (Lisboa, 1958), CEO de Stellantis, es una de las figuras más influyentes del sector automovilístico. El ejecutivo portugués puede presumir de que, el año pasado, Stellantis logró un beneficio récord de 18.625 millones de euros, un 11% más que el año anterior. Su opinión cuenta, y recordamos cuando dijo que, por primera vez en la historia, las marcas no estaban haciendo los coches que querían los clientes, sino los que querían los políticos. 

No obstante, y respecto a las voces que reclaman a la Unión Europea que relaje los límites de emisiones que entrarán en vigor a partir de 2025, el ejecutivo declaró que ellos no piden ningún retraso. “Solo pedimos estabilidad en la normativa. Creo que si se pide un retraso daremos un mensaje de que el cuidado del medio ambiente no es un problema importante. Stellantis quiere estar en el lado correcto de la historia”. En el salón, las marcas Alfa Romeo, Citroën y Peugeot presentaron una nueva generación de vehículos de movilidad eléctrica asequible, con tres primicias mundiales de Citroën y una de Peugeot.

Respecto a la cuestión de los aranceles a los vehículos chinos que la UE va a imponer para defender a la industria europea, Tavares expuso un punto de vista interesante. Según su criterio, en principio los aranceles son buenos para proteger a la industria local, pero tienen efectos secundarios. Estos pueden hacer que los chinos se decidan más a fabricar en Europa para evitar estos aranceles (ejemplo de ello es que Chery tiene previsto fabricar el Omoda 5 en la factoría de Barcelona que fue de Nissan), lo que provocaría exceso de producción y cierre de plantas en Europa, con el enorme coste social que esto implica.

Tavares se graduó en ingeniería en la École Centrale de París y su carrera, marcada por decisiones audaces y un estilo de liderazgo férreo y directo, le ha llevado a lo más alto. Su trayectoria en la industria comenzó en Renault, donde durante más de tres décadas fue ascendiendo posiciones clave hasta llegar a ser número dos de la compañía. Sin embargo, en 2014 asumió la presidencia ejecutiva de PSA Peugeot Citroën, donde se enfrentó a su mayor desafío hasta la fecha: salvar a la histórica automotriz francesa de una situación financiera crítica. 

En PSA, Tavares demostró su habilidad para ejecutar estrategias de recorte de costos y mejoras de eficiencia, transformando a PSA en un grupo rentable en poco tiempo. Esta “receta Tavares” se ha convertido en un sello característico de su liderazgo: optimización de recursos, enfoque en productos con fuerte identidad y un cálculo preciso en inversiones de tecnología. El éxito de esta fórmula permitió a PSA tomar el control de Opel y Vauxhall en 2017.

En 2021, Tavares protagonizó otro movimiento estratégico crucial al liderar la fusión entre PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) para dar vida a Stellantis, el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo. Bajo su dirección, Stellantis se ha propuesto como un gigante competitivo en la era de la electrificación y la movilidad sostenible. Su visión para Stellantis es clara: mantener la independencia y carácter distintivo de cada una de las 14 marcas que conforman el grupo, mientras acelera la transición hacia un portafolio de vehículos eléctricos y sostenibles.

No obstante, su camino no está exento de problemas y actualmente debe enfrentarse a varios. Las ventas del grupo en EE. UU. han caído en lo que va de año, y ni los concesionarios ni los trabajadores de las fábricas están contentos. En Italia las cosas tampoco van como les gustaría, con el gobierno señalando a la empresa como responsable de la reducción en la producción nacional de automóviles. De hecho, el pasado mes de septiembre la histórica planta de Mirafiori en Turín detuvo la producción unas semanas ante la falta de demanda del Fiat 500 eléctrico. La marca inicialmente no quería hacer un 500 de nueva generación de gasolina, pero el mercado manda y ya están desarrollando una versión híbrida que debería llegar al mercado entre 2025 y 2026.

Otro punto crítico es el de Maserati, cuyas ventas no marchan bien. A juicio del directivo, no es un problema de la gama sino de marketing, y el pasado 10 de octubre se anunciaron varios cambios en la multinacional, incluyendo un nuevo CEO para la compañía italiana.

Tras esa reciente reestructuración, Carlos Tavares declaró: “Durante este período darwiniano para la industria automotriz, nuestro deber y responsabilidad ética es adaptarnos y prepararnos para el futuro, mejor y más rápido que nuestros competidores para brindar una movilidad limpia, segura y asequible. Los miembros del equipo de liderazgo recién nombrados harán sus valiosas contribuciones a la determinación de nuestro equipo general de abordar los desafíos futuros, reforzando y acelerando nuestra transformación para convertirnos en la empresa de tecnología de movilidad preferida”.