El coche de los Bentley Boys
El equipo de diseño de Bentley dirigido por Luc Donckerwolke, quien dibujó el Lamborghini Murciélago antes de pasar a Seat, se puso manos a la obra. Fue el joven Sangyup Lee el que marcó los primeros trazos de este Speed 6. El resultado es un coche que, incluso sin el verde inglés que cubre su carrocería, es definitivamente británico y auténticamente Bentley, aunque se pueden adivinar formas y proporciones que lo acercan al universo de Aston Martin o Jaguar. Está mucho más cerca del suelo, el morro es largo y bajo y la trasera corta y agresiva. En el caso de llevarlo a la serie hay que hacer algunos cambios.
Con los ingenieros de Bentley, Joe Baker, Luke Ford y Kevin Baker a mi lado, me dispongo a echar un ojo al interior. El botón de arranque no funciona, pero todo lo demás sí, y tras ponerlo en marcha, el cuadro de relojes emerge detrás del volante, transformado en una pantalla TFT que mezcla agujas e información digital. El V8 se pone en funcionamiento con un rugido que ni el mayor de los sobornos podrá hacer que sea legal. No es un coche pensado para circular con él, y de hecho el radio de giro es mínimo, ya que las llantas rozan con las aletas. Los neumáticos rozan en el interior de las mismas en los baches y, francamente, tampoco voy a sacar conclusiones de un coche con el que no sobrepaso los 100 km/h, pero que muestra por dónde quiere ir Bentley en el futuro.
El motor que lleva esta pieza es el V8 4.2 litros sin turbo del Audi RS5, del que también toma el chasis, el cambio DSG o la tracción total. Definitivamente no hay previsto un motor de seis cilindros en el Speed 6, pero el engaño bien vale la pena, ya que el V8 suena delicioso. En el modelo de producción se utilizará el nuevo V8 que está desarrollando Audi, con turbos eléctricos para eliminar el tiempo de respuesta y una potencia entre 500 y 600 CV para acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos.
Bentley permitirá que el Speed 6 se mueva por debajo de los 1.800 kilos. Podrá equipar un motor V8 y un sistema híbrido, y aunque la tracción trasera es el objetivo principal de esta plataforma, también puede disponer de tracción total. El Speed 6, de hecho, tiene dos bocas de combustible, una para gasolina y otra para el enchufe de recarga. Bentley está aún muy lejos de firmar la aprobación de este EXP 10. Antes tiene que poner en el mercado el Bentayga y abordar la sustitución del Continental GT y de la versión de cuatro puertas, Flying Spur, lo que llevará la producción de este Speed 6 a los años 2019 o 2020. Por el momento el Speed 6 merece todo el apoyo posible para convertirse en un coche de producción.