Un Dodge Super Charger y un motor de 1.000 CV para vivir el sueño americano
En Dodge se han sumado a la moda de los restomod, y que mejor que su coupé más emblemático para resurgir con un motor colosal, y una apariencia bestial. Todo llega bajo el amparo de MOPAR, la marca de componentes y accesorios del grupo FCA, que en el SEMA de Las Vegas ha mostrado este Dodge Super Charger. Y bajo su capó lleva un motor Hellephant, denominación que recibe el motor que MOPAR acaba de incluir en su catálogo. Un bloque de ocho cilindros en V que no podría haber sido mejor bautizado, por su potencia y tamaño, que ahora podrá llevar este Charger del 68 o el cortacesped, porque se vende por separado.
MOPAR es la división de componentes de personalización y accesorios, y en el SEMA Show estos son los reyes del evento, un espacio donde los coches de serie no tienen casi cabida. Para ilustrar de que son capaces han presentado el Dodge Super Charger, una preparación de un Charger del 68.
Mucho más que una restauración
Este presenta una nueva carrocería, más ancha y rebajada, con pasos de rueda más marcados, un conjunto muy al estilo del Challenger SRT moderno. Parte de su carrocería es de fibra de vidrio y lleva espejos retrovisores de un modelo del 71, así como salidas de escape de Alfa Romeo Stelvio QV y un alerón integrado. El color exterior es un gris metálico denominado “De Grigio”.
El interior del Dodge Super Charger Concept es totalmente renovado, con el volante del Dodge Viper y el logo de Hellephant integrado. Los asientos también son del Viper y retapizados en Alcantara, y lleva un acabado en Negro Satinado en sus paneles de las puertas, con el color exterior en el resto del coche. El pomo de la palanca de cambios manual es del Challenger SRT Hellcat, además de contar con arneses de seguridad de cuatro puntos de Sabelt.
Un V8 de 1.000 CV
Pero lo más interesante está bajo su capó, un motor Hellephant 426 Supercharged Mopar Crate HEMI Engine. En total son 7.0 litros de cubicaje, que rinde 1.1014 CV y 1.200 Nm de par, asociado a un cambio manual de seis velocidades, una caja T-6060, la misma que el Challenger SRT Hellcat. El bloque de aluminio es el mismo que se usa en el Drag Pack de MOPAR para los Challenger que corren en la categoría NHRA Factory Stock Showdown, coches sin modificaciones.
