Comparativa Cupra: ¡Todos para uno!
Es curioso cómo algunas marcas han necesitado décadas para construir su identidad propia, ganarse un nombre o un lugar en el mundo del automóvil. En cambio, en términos de tiempo industrial, de la noche a la mañana Cupra ha nacido, ha crecido, se ha comprado un terreno en la finca de la deportividad y ha edificado su estatus de marca deportiva distinguida y de imagen fresca y joven. Ahora todo el mundo sabe lo que es un Cupra, y lo más importante, más gente quiere uno, y más gente que antes puede tener uno.
Empecemos por el que abrió la lata. El Cupra Ateca fue el pistoletazo de salida de la marca en 2018, una versión picante del primer SUV que dio Seat y que fue un éxito. También lo fue su versión deportiva, que con tracción total, un motor explosivo y una puesta a punto digna de un compacto deportivo dio la oportunidad de tener un coche práctico y muy divertido.
El año pasado el Cupra Ateca se renovó a imagen y semejanza de su hermano de marca española. Esto implicó cambios estéticos, con nuevo frontal, luces, rediseño de llantas, nuevos colores, y un interior actualizado y más tecnológico. Nuestra unidad blanca destaca muy bien el color cobre de la marca, y el escape Akrapovic nos anticipa la melodía que emitirá su motor de 2.0 litros y 4 cilindros.
Eso sí, para que suene con virulencia tiene que estar bien caliente, algo que no costará mucho ya que el Ateca desde el minuto uno nos apetece conducirlo con energía, no es un coche para ir despacio, a los leones no los encierras, los sueltas en la sabana a que desate su furia.
Que su forma de SUV familiar no te engañe, esto es un coche de 4,38 metros de largo y 485 litros de maletero capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 4,9 segundos. Y es que su tracción total 4DRIVE y el cambio automático de doble embrague (DSG-7) lo hacen tremendamente eficaz para ganar velocidad, ya sea desde parado o saliendo de una curva o adelantando en carretera, despega levantando el morro hacia el cielo mientras te pega al asiento báquet.
Espacio de sobra en tu nuevo Cupra
Y luego por dentro es muy espacioso, aunque fruto de ser el primer modelo de la marca aquí tenemos todavía una palanca de cambios del DSG grande, y la pantalla central de 9,2” va integrada en la consola central en lugar de “apoyada” sobre ella como en los demás modelos.
De serie tenemos también la nueva instrumentación digital, que incluye hasta 6 modos de visualización diferente, común a toda la gama, y que tiene uno específico y muy deportivo con el cuentarrevoluciones central, la velocidad en medio en números y dos paneles de información personalizables a los lados, es el favorito para centrarnos en la conducción más deportiva con el Ateca.
Los fantásticos asientos báquet aquí son de serie y no podrían recogernos más cómodamente a la vez que evitan que nos movamos en las curvas, necesario teniendo en cuenta lo rápido que podemos tomarlas con este SUV deportivo.
Y lo cierto es que no parece un SUV cuando te pones a exprimir sus 300 CV y 400 Nm de par, sino un compacto más alto, como si te hubieras puesto el asiento en la posición más alta en un León. Es fantástico lo bien que tracciona y cómo no pierde agarre saliendo de las curvas.
Además, contamos con unos frenos generosos, también necesarios claro, de 340 mm delante y 310 mm detrás, que lo paran con contundencia. Si nuestro propósito es usarlo más a menudo en conducción deportiva Cupra ofrece en opción un equipo diseñado por Brembo que aumenta el diámetro a 370 mm delante, y que se diferencia por llevar las pinzas en color cobre en vez de negras.
Cambio de pareja
Pasamos al otro Cupra mítico, el León. Siempre ha ido ligado a esta designación, pero ahora invierte el orden de los factores, no así el del producto, que sigue siendo redondo para quien quiera un coche compacto deportivo. Nos acompañan dos unidades de idéntica mecánica pero diferente carrocería. Unos Cupra León E-Hybrid normal y Sportstourer, la que hasta ahora era la única versión de motorización disponible.
Pero a partir de los próximos meses irán llegando las variantes más prestacionales y radicales, como son los León 2.0 TSI de 245 CV y 300 CV, ambos ligados al cambio DSG de 7 velocidades y de tracción delantera. Mismos motores que tendrá la variante familiar, con la diferencia de que Cupra permitirá configurar esta carrocería con tracción total y una potencia de 310 CV. Y a partir de este mes también llega un León E-Hybrid de 204 CV que rebaja el precio del híbrido enchufable y tiene mayor autonomía eléctrica.
Más allá del estilo y la longitud, 4,39 metros de largo el cinco puertas y 4,65 el Sportstourer, las diferencias entre una carrocería y otra radican en el maletero. Las versiones de gasolina convencionales ofrecen 380 y 620 litros de capacidad, respectivamente, con opción de portón eléctrico para el familiar. Si optamos por los híbridos enchufables como estos, pasan a 270 y 470 litros cada uno.
El espacio interior no cambia pues la batalla es la misma, y por suerte la conducción tampoco, siguen siendo igual de ágiles y precisos al volante, solo será un poco más lento el familiar en el 0 a
100 km/h por el peso extra, pero solo 3 décimas, con un buen tiempo de 7 segundos y con 224 km/h de velocidad máxima, solo un kilómetro por debajo.
Prácticos y deportivos a partes iguales
Estos León E-Hybrid son los más recomendables para un uso diario y el disfrute de los fines de semana o escapadas improvisadas. Con 245 CV producidos por el motor térmico 1.4 gasolina junto al eléctrico de 116 CV, corre lo suficiente para ser un digno Cupra, y el peso extra de las baterías queda compensado por la suspensión adaptativa con hasta 14 modos de configuración individual. En el modo más confortable podremos hacer un uso diario sin sufrir los baches ni los resaltos en el viaje al trabajo o a los recados.
Mientras que en el modo más deportivo, más allá del modo “Cupra”, las inercias se minimizan al máximo en los cambios de apoyo en curvas enlazadas, tenemos un León con el que ir muy rápido y que sale de las curvas como una exhalación gracias al par eléctrico instantáneo. Además de los modos de conducción habituales, controlados directamente desde el botón “Cupra” del volante deportivo de cuero, tenemos los modos de gestión del tren motriz híbrido.
Estos son uno 100% eléctrico que se activa nada más arrancar, y que nos permitirá ir en silencio hasta a 130 km/h, lo cual lo hace perfecto para el trayecto diario al trabajo con sus 52 km de autonomía. Como todo híbrido enchufable, si lo cargamos a menudo podremos tener consumos de risa, con 245 CV, pues apenas homologa 1,4 litros a los 100 km, cifras fáciles de conseguir si gestionamos bien la batería en según que trayectos.
Y lo mejor es que esa potencia eléctrica está también a nuestro servicio para divertirnos. En el modo “Sport” y “Cupra” el León E-Hybrid pone a trabajar a todo el tren motriz híbrido, de forma que al leve toque del acelerador comienza a catapultarse, es más impresionante recuperando desde baja o media velocidad que saliendo de parado, simplemente no hay retardo en su respuesta con el par eléctrico instantáneo.
¿Quieres más?
Es hora de subir al Formentor, la estrella de nuestra comparativa, el niño mimado de Cupra, su primer modelo 100% diseñado desde cero y el mejor exponente los valores de la marca española y su filosofía.
Del SUV de estilo coupé tenemos tres unidades diferentes en mecánica, porque su atractivo diseño es fiel y común en cualquier motorización, variando las llantas disponibles en diseño y tamaño, así como la parte trasera en cuanto a paragolpes y escapes, dejando la doble salida redonda para su modelo más potente.
Pero lo demás es todo igual, esos nervios afilados, ese perfil con la leve caída del techo, su mirada puntiaguda y sensual, su poderosa zaga… Si conoces a alguien al que no le guste el Formentor, ponle gafas.
Hasta 10 modelos a elegir en la gama Cupra
Cupra ha desplegado todo su arsenal sobre este modelo, no solo en tecnología, también en motorizaciones, pues hay hasta 10 Formentor diferentes en configuración de motor y transmisión, desde el modesto 150 CV gasolina hasta el todopoderoso VZ5 con el motor de 5 cilindros y 390 CV que llegará a finales de año. Para representar el mayor rango de la gama hemos elegido tres versiones gasolina diferentes, pero también está disponible con un motor TDI por si eres de los que hace muchos kilómetros al año.
El modelo de acceso es el que viste en Rojo Desire, con llantas de 18” de serie, y que lejos de parecer lo contrario, va muy equipado de serie, a falta de llantas más grandes, asientos báquet, y el Tech Pack que por 1.352 euros suma el sistema multimedia con pantalla de 12” (lleva la de 10”) Travel Assist, Lane Assist, asistente de emergencia, Identificación de señales de tráfico, cámara de visión trasera, Park Assist y sensor de parking delantero.
El motor 1.5 TSI es ya conocido en el grupo, un motor que raro es el coche que no mueve con soltura.
El Formentor no es una excepción. Los 150 CV y 250 Nm de par permiten tener un coche vivo y resolutivo en cualquier situación. Pero la potencia no lo es todo, y dado que aquí no hay una bomba de relojería que nos aturda, apreciamos mucho mejor las bondades de su chasis.
Y es que Cupra ha creado un SUV que parece menos SUV que ninguno, fruto de usar la plataforma del León, claro. Precisamente se siente casi como uno, e incluso la posición de conducción está muy bien integrada para que te sientas recogido dentro del coche y no sentado sobre él, como en otros modelos rivales.
Conexión total entre hombre y máquina
La dirección, la suspensión, sin ser las del Formentor VZ más potente que lleva una dirección diferente y una suspensión adaptativa, logran conectarte muy bien con lo que ocurre debajo de nosotros, con el asfalto, sin sobresaltos en baches, con un equilibrio entre confort y dinamismo envidiable, podrías llegar a dudar si realmente no tiene este coche el sistema DCC de chasis adaptativo. Así que realmente en este Formentor solo pierdes prestaciones, porque esa percepción de agilidad, de inmediatez en nuestras órdenes y de conexión con el coche y la carretera propias de Cupra sigue muy presentes.
El más llamativo de todos, el Formentor en Azul Petrol Mate, es la joya, el Formentor VZ de 310 CV. Es la versión con la que el modelo se dio a conocer al mundo. Aquí las llantas son de 19” de serie para afianzar su imagen de potencia para la carretera. Y es que este motor nos permite ir muy rápido, un golpeo ayudado por la tracción total listo para dejar atrás a cualquier compacto deportivo.
Al igual que el Ateca también hace el 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, pero por la posición de conducción parece que sea más rápido, percibes mejor todo, y lo único que le pediríamos a Cupra es que también nos deje ponerle un escape Akrapovic como el del Ateca para acabar de redondear un coche que roza lo absurdo de la perfección. Es versátil, es cómodo cuando se lo pides y es rápido cuando te despistas un segundo de más con el acelerador, esto es un Cupra con todas las letras. ¿Para cuando la versión de carreras?
Cupra, también con etiqueta cero
El recién llegado es la unidad en ese verde oscuro que llaman Dark Camouflage, es un Formentor VZ E-Hybrid, que utiliza la misma arquitectura híbrida enchufable que hemos visto en el León.
Aquí con la batería de 12,8 kWh consigue 55 km de autonomía eléctrica, siendo de nuevo un Formentor muy apetecible para el uso diario, las incursiones en ciudad sin limitaciones con su etiqueta Cero de la DGT y la capacidad de ganar velocidad de forma instantánea con ese par eléctrico siempre alerta.
Hay apenas 100 kg extra de peso por todo el sistema eléctrico extra, pero se compensa con creces con la respuesta viva del coche, la reducción de consumo hasta unos 1,5 l/100 km homologados y un precio por debajo de un Formentor de 310 CV. La carga no es ningún problema, ya que como en el León, recuperamos la totalidad de la batería en 5 horas en un enchufe convencional y 3,6 horas en uno de 3,7 kW de potencia.