Carlos Sainz y el garaje de ensueño que guarda su historia con Ferrari
En el corazón de cada amante del automovilismo late una pasión por los coches que va más allá de la velocidad. Carlos Sainz, piloto madrileño de la Scuderia Ferrari hasta finales de esta temporada, ha desvelado con discreción y elegancia las joyas que adornan su garaje personal. Aunque siempre en un segundo plano respecto a su compañero Charles Leclerc, Sainz ha demostrado que su colección automovilística no tiene nada que envidiarle al monegasco.
Charles, conocido por su predilección por modelos icónicos como el Daytona SP3, el Purosangue y el recién estrenado SF90 XX, parece haber encontrado un rival digno en el propio Sainz. Y es que, lejos del foco mediático, el madrileño guarda con orgullo cuatro Ferrari que no sólo reflejan el prestigio de Maranello, sino también momentos significativos de su carrera.
“Compré mi primer Ferrari cuando gané mi primera carrera hace dos años. Era un 812 Competizione. Es, sin duda, mi favorito”, confesó Sainz, dejando entrever una conexión emocional con este modelo. Pero su garaje no se limita a esta obra maestra. También presume de un SF90 XX y un Daytona SP3, demostrando un gusto impecable por la exclusividad y la belleza.
“Para mí, lo más importante es el diseño de un coche. Eso es lo que guía mi elección”, añadió.
El próximo capítulo: el Ferrari F80
Sin detenerse en su búsqueda de la perfección, Carlos tiene la mira puesta en un modelo aún más exclusivo: el esperado Ferrari F80. “Espero poder adquirirlo. Es un coche que me gusta mucho”, confesó con la ilusión de un niño que sueña con su próximo juguete.
Sin embargo, la relación de Sainz con los coches de calle es peculiar. Como piloto de Fórmula 1, admite que ningún deportivo puede igualar la emoción de conducir un monoplaza. “Nunca he sido un gran aficionado a los coches de calle. Nada me da tanto placer como un Fórmula 1”, afirmó con sinceridad.
La responsabilidad al volante
A pesar de su acceso privilegiado a superdeportivos, Sainz mantiene un enfoque sensato sobre cómo disfrutar de ellos. Ante la pregunta de si alguna vez ha llevado al límite a sus Ferrari en las autopistas alemanas sin restricciones de velocidad, el piloto fue contundente: “Prefiero no hacerlo. Aunque esté permitido, siempre aconsejo a la gente que invierta en un día de circuito. Si quieres divertirte, hazlo en un entorno seguro. Las carreteras públicas son para ir del punto A al punto B de la forma más segura posible”.
El madrileño también compartió su experiencia en el mítico "Infierno Verde" de Nürburgring. Aunque ya lo ha recorrido, sorprendentemente lo hizo al volante de coches modestos de alquiler. “Sí, he estado allí, pero sólo con coches de alquiler baratos, nunca con algo realmente bueno”, comentó con una sonrisa nostálgica.
Carlos Sainz no sólo ha conquistado circuitos de todo el mundo, sino que también ha tejido una historia personal con Ferrari, una historia escrita con cuatro joyas sobre ruedas y con la promesa de seguir ampliándola.