Bugatti W16 Mistral: La obra maestra que conquista el cielo abierto y redefine la velocidad
La leyenda de Bugatti suma un nuevo capítulo de gloria. El W16 Mistral ha elevado el listón en el mundo de los descapotables, pulverizando el récord mundial de velocidad y dejando atrás al imponente Veyron Grand Sport Vitesse por una diferencia abrumadora de 45 km/h.
La dinastía de los más rápidos
La saga de récords en Bugatti comenzó con el Veyron 16.4 Super Sport, un pionero que marcó la pauta. Le siguió el Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse y, más tarde, el asombroso Chiron Super Sport 300+, el automóvil más rápido del planeta. Hoy, esa dinastía recibe a un nuevo integrante: el Bugatti W16 Mistral, que se alza como el descapotable más veloz del mundo con una marca histórica de 453,91 km/h.
Este logro, extraordinario incluso frente al récord absoluto para coupés cerrados de 490,48 km/h, es una hazaña aún más impresionante al considerar que supera el récord anterior en descapotables de 408,84 km/h.
El responsable de esta gesta no podía ser otro que Andy Wallace, el piloto de pruebas eterno de Bugatti y un icono del automovilismo.
Fue en el trazado de ATP Automotive en Papenburg, Alemania, donde Wallace, bajo la atenta mirada del CEO de Bugatti, Mate Rimac, vivió una experiencia cargada de adrenalina y emoción. “La estabilidad del coche era increíble, como si quisiera seguir acelerando sin límites”, confesó Wallace, quien también describió el momento como “intenso y profundamente emocional”. Sentir el rugido del motor sin barreras y la fuerza bruta del viento con el techo descubierto hizo de este intento un recuerdo inolvidable.
El toque de exclusividad: ¡un récord con un Bugatti de cliente!
Lo más sorprendente de este récord es que el W16 Mistral no era un prototipo modificado, sino un modelo de producción, el mismo que un afortunado cliente adquirió por 5 millones de euros y que ahora, tras este logro, podría alcanzar un valor estimado de ¡14 millones de euros!
El propietario, no sólo testigo, tuvo el privilegio de rodar junto a Wallace, saboreando casi la misma velocidad que la marca récord, una experiencia que pocos en el mundo podrían soñar. Y lo hizo en un vehículo que rendía homenaje a los colores icónicos de sus predecesores: una carrocería de carbono negro adornada con un vibrante naranja en su perímetro inferior y llantas a juego.
El Bugatti W16 Mistral no sólo ha marcado un hito en la velocidad, sino que ha redefinido el concepto de la libertad al volante, fusionando lujo, potencia y emociones en una obra maestra que quedará grabada en la historia del automovilismo.