BMW iX: probamos por primera vez al revolucionario SUV eléctrico

Hollywood llega al nuevo SUV eléctrico de BMW cada vez que lo pones en marcha. Una banda sonora exclusiva compuesta para más de 30 altavoces, woofers y amplificadores por Hans Zimmer, efectos especiales al estilo MGM en tecnicolor y una animación en pantalla panorámica inspirada en Disney cobran vida cuando te acercas a una zona georreferenciada de tres metros alrededor del BMW iX y cuando abres la puerta.

Por lo tanto, BMW se ha esforzado mucho en el nuevo iX desde el principio.

¿Hay algo más de brillo y glamour una vez dentro?

Mientras que el exterior rompe muchas reglas de diseño -la «parrilla» platino, la vista lateral abultada pero la trasera sorprendentemente elegante- el habitáculo es igualmente rebelde, lujosamente equipado con un montón de detalles de alta tecnología.

El iX cuenta con el último sistema de infoentretenimiento OS 8, que combina el conocido mando iDrive con nuevas funciones como actualizaciones de software a distancia, una selección de aplicaciones y diversas funciones a la carta.

Más que un truco es el grabador remoto de robos, que puede transmitir imágenes del interior y el exterior tomadas por cinco cámaras diferentes directamente al smartphone del usuario.

Otros aspectos destacados del chip son el vídeo de realidad aumentada, que incorpora información adicional como la asistencia gráfica para la dirección en la aproximación a una rotonda, la conectividad 5G, la amplia personalización mediante BMW ID, la navegación por aprendizaje, la guía automática a las plazas de aparcamiento disponibles y Apple Maps con planificación adaptativa de la carga en ruta.

Los sillones tapizados con piel flexible cosida en cruz y pelada de vacas presumiblemente criadas con forraje ecológico parecen súper cómodos. Aunque el espacio disponible es abundante, el techo de cristal disponible compromete el espacio para la cabeza en las plazas traseras.

El selector de programas de conducción ha sido sustituido por el botón «My Modes», que permite elegir entre tres configuraciones denominadas Personal, Sport y Efficient, y se puede acceder a las diferentes pantallas -principal, head-up y en el salpicadero- mediante interruptores en el volante, a través del mando o mediante comandos de toque, zoom y deslizamiento. Aunque el número de interruptores se ha reducido a la mitad, el número de funciones prácticamente se ha duplicado.

Hay dos versiones del iX desde su lanzamiento, el xDrive40 y el xDrive50. Como habrás adivinado, ambas versiones tienen tracción total.

El 40 tiene 322 CV y 467 Nm, buenos para un sprint de 0 a 100 km/h de 6,1 segundos y una velocidad máxima limitada de 200 km/h, mientras que el 50 se beneficia de 519 CV y un tiempo de sprint más punch de 4,6 segundos con la misma velocidad máxima.

BMW afirma que el 40 puede recorrer 413 con su batería neta de 71kWh, mientras que el 50 puede recorrer 611 km con su batería de 102,5kWh.

El iX es casi tan grande como un X5, pero con 2.585 kg, pesa aproximadamente 300 kg más, a pesar de una generosa dosis de aluminio fundido a presión y en láminas, plásticos reforzados con fibra de carbono y acero de alta resistencia. A diferencia del i4, que comparte su base con los Serie 3 y 4, este es un auténtico vehículo monopropósito diseñado desde cero y que podría dejar de fabricarse al final de su ciclo de vida de siete años.

Aun así, todo en el iX es debidamente avanzado: el coeficiente de resistencia aerodinámica ultrabajo de 0,25, la suspensión neumática activa en las cuatro esquinas con amortiguadores adaptativos, pero sin tracción mecánica ni barras estabilizadoras motorizadas, la estructura de la carrocería de múltiples métodos, desde los paneles de nido de abeja hasta la extrusión, y el carácter de salón del espacioso habitáculo, que parece una reencarnación moderna del Eden Roc Bar.

Casi todo lo que se ve, se huele y se toca tiene una clara conciencia medioambiental, es decir, es neutro en emisiones de CO2, se recicla o, al menos, se produce con un 100% de energía hidráulica local. No podemos pensar en un SUV más ecológico.

Vamos, ¡conduzcámoslo ya!

El iX es sinónimo de potencia con una G mayúscula y tres r’s. No importa en qué punto del espectro de 0 a 200 km/h te encuentres, pisa el acelerador y el viento de cola se convertirá rápidamente en un tornado.

Quienes hayan probado las versiones M de los coches X de BMW no se sorprenderán de que el iX también sea merecedor del apelativo de máquina de conducción definitiva.

Cumple con todos los requisitos importantes: la dirección es un preciso escáner 3D que transmite la superficie de la carretera a las palmas de las manos; el manejo es hasta el límite lo suficientemente neutral como para merecer la ciudadanía austriaca o suiza; la tracción con cinta de velcro es otro elemento inherente al ADN del coche; los frenos son fuertes sin importar la frecuencia con la que los pruebes, el notable rendimiento hace que la conciencia más verde se sonroje de vergüenza, y otra vez. Suena impecable. Pero no del todo.

Una aceleración fuerte hace que la proa se eleve, al estilo del Titanic. Cuando la fase neutra expira, aparece un subviraje de leve a decidido, aunque nunca es lo suficientemente pronunciado como para desestabilizar el coche. Las acrobacias de circo requieren un césped resbaladizo y zonas de rodaje del tamaño de un principado menor.

El sistema de regeneración activa tiene dos ajustes: B para frenar con un solo pedal, D para conducir y autodesacelerar suavemente. La regeneración por inercia forma parte de este último algoritmo, pero en cuanto el navegador satelital inicia el guiado de la ruta, la caja negra -y no el conductor- se encarga de la secuencia y la duración del despegue.

Las levas de cambio serían un medio intuitivo para activar un efecto mejorado o reducido, y para desactivar por completo el e-brake artificial. Junto con unos frenos más agresivos, un control de la carrocería más estricto y una mayor velocidad máxima, las levas podrían formar parte de un deseable pack deportivo…

BMW iX: primeras impresiones

Todavía no hemos visto las ediciones SUV más grandes del Mercedes EQS. Pero a pesar de ciertas inconsistencias, estamos impresionados con el iX después de esta primera prueba. Se presenta como un pastel de innovación totalmente fresco y recubierto de los valores de la marca que hemos aprendido a amar.