BMW 128ti a prueba, pisando fuerte
Cuando el Serie 1 dijo adiós a la propulsión y dio la mano a la tracción delantera en favor de mejor espacio y economía de costes también dijo adiós al segmento de los deportivos de tamaño medio con ese 140i tan explosivo. En su lugar recibió un BMW M135i xDrive, pero se metía en un terreno muy alto. ¿Solución? Recuperar las siglas Turismo Internazionale y crear el BMW 128ti.
¿Es un 135i suavizado o un 120i mejorado?
A esta pregunta se responde más rápido de lo que tarda el 128ti en pasar de 0 a 100 km/h, que son 6,1 segundos, usa el motor del 135i, sus barras estabilizadoras o el mismo diferencial Torsen de deslizamiento limitado.
Pero en el fondo hay más, porque la dirección, el chasis, la suspensión y ciertos elementos llevan un ajuste específico para este modelo de solo tracción delantera, que además ha sido puesto a punto en Nürburgring, donde tuvimos la primera toma de contacto con el prototipo final.
Efectivamente el bloque es el mismo, el 2.0 litros de 4 cilindros pero en vez de 306 CV rinde 265 CV, y en vez de 450 Nm son 400 Nm. En cifras de compacto deportivo, no es el más potente pero tampoco el más lento en prestaciones, es más, diría que está en la justa medida para un coche de esta categoría.
Se siente rápido en cualquier momento, el cambio automático de 8 velocidades, único disponible, ayuda a ello si vamos haciendo una conducción tranquila, y siempre cumple bastante bien cuando esta conducción pierde ese calificativo y pasa a lo opuesto.
Más ligero y directo
El BMW 128ti es 80 kg más liviano que el modelo del que deriva, que por si te quedan dudas es el 135i xDrive, todo gracias a que ahora solo el eje delantero recibe el par motor. Esto nos da como resultado un coche que responde a las mil maravillas a nuestras órdenes, muy incisivo en la dirección, que parece más inmediata y precisa que la de cierto rival alemán.
Lo cierto es que nos gustaría poder entrar más en profundidad sobre este tema, el coche en los primeros kilómetros ya dejaba ver que llegaba para ofrecer una alternativa al siempre inmortal Golf GTI, con un chasis de nivel superior y unas reacciones y sensaciones muy buenas.
Sin embargo el tráfico, la lluvia haciendo patinar los Michelin Pilot Sport 4 e incluso la nieve no nos permitieron exprimir a fondo unos muy apetecibles 265 CV que en los breves momentos que si se podían desplegar prometían buenas dosis de efervescencia y emoción.
Rojo para los detalles
Este Serie 1 vitaminado se diferencia del resto de modelos gracias a sus detalles en rojo junto al pack M. Por fuera en el morro, las taloneras y el emblema «ti» junto al paso de rueda trasero los elementos en rojo delatan su puesta a punto deportiva. En este blanco contrastan muy bien, pero ¿y si lo quiero en Melbourne Red o Misano Blue? Los acentos pasan a negro.
Además las llantas de 18″ con radios en «Y» son solo para el 128ti, y esconden las pinzas de freno rojas del sistema M Sport, al que poco se puede reprochar cuando hablamos de detener los 1.520 kilos del modelo.
Por dentro el BMW 128ti también recibe toques sutiles pero acertados en conjunto. Los asientos, el volante, el salpicadero y las puertas llevan costuras en «Race red», y el anagrama «ti» está cosido en el reposabrazos central. Los asientos por defecto son los deportivos, cómodos y de buena sujeción, aunque primando más lo primero.
Un precio muy competitivo
BMW sabe que su 135i puja en un segmento de mayor precio así que aquí tenían que alejarse de esa cifra de 54.000 euros. Dicho y hecho, todo un BMW 128ti de 265 CV cuesta 43.700 euros. Habría sido menos pero el cambio de normativa de emisiones hacía que el 128ti con los Michelin opcionales se homologara emitiendo más y por tanto los impuestos crecieran, así que BMW ofrece sin coste extra de serie poner estos neumáticos.
