Audi Sphere gama, Emilio Olivares ha podido conocer el futuro de la marca alemana
El año pasado, también en Monterey, se dio a conocer el primer miembro de esta familia de prototipos, que adelantan el futuro de Audi. En este mágico escenario hemos podido ver a los tres sphere juntos, y hemos sabido que el cuarto está en camino. La cosa promete.
La semana del automóvil de monterey, en California, es el escaparate perfecto para dar a conocer novedades. El primer modelo en ver la luz fue el Audi skysphere. Unas semanas más tarde hizo su estreno, en el Salón del Automóvil de Fráncfort (IAA), el segundo concept car, el grandsphere. En la primera mitad de 2022 le siguió el urbansphere, y el próximo será el activesphere. Nosotros ya hemos podido ver un avance y sabemos que tendrá un formato SUV, pero para contemplar el diseño final tendremos que esperar hasta 2023.
Uno es un descapotable, otro una berlina, el otro parece un gigantesco monovolumen… Podríamos pensar que no tienen muchas cosas en común pero nada más lejos de la realidad. La palabra raíz compartida “sphere” (esfera) pone de relieve el enfoque de estos prototipos. Unos diseños que quieren aportar un nuevo concepto para el interior, con un innovador ecosistema digital que generará un nuevo mundo de experiencias a bordo.
El término “sphere” deja claro que el corazón de estos vehículos siempre gira en torno al habitáculo
“Estos vehículos conceptuales representan nuestra estrategia de marca, y muestran cómo imaginamos el futuro próximo de la movilidad premium”, declaraba Henrik Wenders, responsable de la marca Audi, que considera que, en el futuro, el diseño ofrecerá a los usuarios nuevas experiencias durante sus viajes en coche. Como decíamos, Audi los ha denominado “sphere” porque este nuevo concepto de diseño del espacio interior tiene como objetivo envolver a sus ocupantes. Con la transición a la electromovilidad y, dentro de unos años, con la implantación de la conducción autónoma (Nivel 4), este ámbito del automóvil cambiará de forma más drástica que en cualquier otro momento de las últimas décadas. Y con el interior y la arquitectura espacial también surgirá un nuevo concepto global de coche, en el que el habitáculo se convertirá en el núcleo del nuevo diseño del vehículo. Un ecosistema digital también hará posible ampliar los servicios personalizados al máximo.
Cada uno de los tres concept cars, skysphere, grandsphere y urbansphere, interpreta de forma diferente este cambio de paradigma en el diseño, con un decidido enfoque en el dinamismo, la distinción y también los viajes de larga distancia. En cada caso, las necesidades de los pasajeros y la calidad de la experiencia figuran en lo más alto de las especificaciones de diseño de estos tres vehículos. Las innovaciones tecnológicas, los materiales y el acabado artesanal con la más alta calidad envuelven a los pasajeros en todos los sentidos: a bordo disfrutan de la libertad de conducir ellos mismos o, siempre y cuando sea posible, de desconectar del tráfico y del entorno, en un coche de conducción totalmente automatizada, donde el habitáculo se convierte en un espacio para relajarse, conectarse o incluso comunicarse.
A diferencia de otros concept cars, nuestros protagonistas no miran hacia un futuro distante, sino que presentan diseños y tecnologías que se espera que estén presentes por primera vez en nuevos coches de producción de Audi a partir de mediados de la década de 2020. Pero vayamos por partes.
Skysphere concept
Este prototipo fue desarrollado en el Audi Design Studio en Malibú, muy cerca de Pebble Beach. Para diseñar este innovador concepto, el responsable del estudio de diseño Gael Buzyn y su equipo se inspiraron en un modelo clásico, de gran peso en la historia de la compañía: el Horch 853 roadster. Este impresionante descapotable, que también alcanza los 5,20 metros de longitud, que supuso la definición del lujo moderno en la década de los años 30, ganó el Concurso de Elegancia en Pebble Beach en 2009.
Para proporcionar a los pasajeros la máxima libertad, el Audi skysphere concept se diseñó en base a dos experiencias de conducción: las que transmiten un gran turismo y un deportivo. Para ello recurre a una espectacular característica técnica: una distancia entre ejes variable. Unos motores eléctricos y un sofisticado mecanismo, con componentes de la carrocería y el chasis que se deslizan unos dentro de otros, permiten modificar la batalla y la longitud exterior del coche un total de 250 milímetros. Al mismo tiempo, la distancia libre al suelo se ajusta en 10 milímetros, para mejorar el confort y el comportamiento dinámico.
Estos tres concept cars comparten la capacidad de conducción autónoma nivel 4
Al referirnos a sus dimensiones, y volviendo a las comparaciones con el pasado, con 5,23 metros de longitud frente a 5,19, y 1,85 metros de anchura frente a 2,0, es fácil ver la similitud entre el legendario Horch 853 descapotable y el Audi skysphere. Sin embargo, la diferencia más llamativa se encuentra en la altura: el Horch, con su icónico diseño, alcanza hasta 1,77 metros, según la forma de la carrocería; por su parte, su descendiente autónomo, el Audi skysphere, se queda a 1,23 metros del asfalto en modo Sport, bajando la posición del centro de gravedad y optimizando la aerodinámica. Eso sí, el concept car rinde culto al modelo clásico sin quedarse en una mera reinterpretación retro.
“Las nuevas tecnologías, como la electrificación, la digitalización y la conducción autónoma, nos han permitido crear una experiencia que va más allá de la que ofrecen los típicos roadsters de hoy en día”, afirmaba orgulloso Gael Buzyn.
Un motor eléctrico situado en el eje trasero se encarga de suministrar la potencia a las ruedas de este eje. Con una potencia de 465 kW (632 CV) y un par máximo de 750 Nm, el roadster, que pesa alrededor de 1.800 kg, acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos, gracias también a un reparto de pesos que, con el 60% en el eje trasero motriz, asegura una excelente tracción. Los módulos de la batería están situados principalmente detrás del habitáculo, una configuración ideal para el centro de gravedad y la dinámica del vehículo. El resto de módulos se ubican entre los asientos del skysphere, en el túnel central del habitáculo, una posición que también favorece el dinamismo. La capacidad de la batería es de más de 80 kWh, lo que permite una autonomía mayor de 500 kilómetros.
Un rasgo característico de la vista lateral son los estribos, que parecen sobresalir de los pasos de rueda traseros, un efecto necesario cuando se activa el sistema de modificación de la batalla. El estribo está unido a la parte delantera y, al moverse, se desliza bajo la puerta fija hacia la parte trasera. En el proceso la batalla se reduce de tal forma que se pasa de una distancia entre ejes similar a la de un A8 L a la del significativamente más compacto Audi RS5. Esto supone nada menos que 25 centímetros, que supone una enorme diferencia, no solo técnicamente, sino también visualmente y, sobre todo, en lo referido a la experiencia de conducción.
Grandsphere concept
Como si se tratara de un vuelo en primera clase, la gran berlina, de 5,35 metros de longitud, combina el lujo y el confort de los viajes privados con una amplia oferta de experiencias a bordo. El Nivel 4 de conducción autónoma permite nuevas dimensiones de libertad ya que, con en este modo activado, el habitáculo se convierte en una amplia “esfera” de experiencia, sin volante, pedales ni pantallas, mientras que las plazas delanteras se transforman en un salón de primera clase, con el máximo espacio y acceso a todas las funciones de un ecosistema digital holístico en el que se integra el Audi grandsphere.
Si a su longitud le sumamos 2 metros de anchura y 1,39 de altura, las dimensiones del Audi grandsphere concept sitúan de forma inequívoca a esta berlina en la clase de los vehículos de lujo. La distancia entre ejes de 3,19 metros es incluso superior a la de la versión de carrocería larga del actual Audi A8. Pero aún más sorprendente que lo que sugieren estas cifras es la impresión que causa al verlo por primera vez: el Audi grandsphere no se parece en nada a una berlina tradicional, sino más bien a un GT de cuatro puertas, con una silueta muy marcada que procede directamente del túnel de viento. Y lo hace prescindiendo de cualquier adorno superfluo.
Con un diámetro de 23 pulgadas, las llantas del Audi grandsphere concept recuerdan a un icono de los años 90: el Audi Avus. Al mismo tiempo, los seis radios dobles señalan la construcción ligera y la estabilidad, recordando las ruedas funcionales utilizadas en competición y la tradición de la Bauhaus en el diseño de la marca.
Aun así, el Audi grandsphere no renuncia al sistema de tracción quattro, esencial para la marca. Esto es gracias a que cuenta con motores eléctricos independientes montados en los ejes delantero y trasero que, mediante una coordinación electrónica, ofrecen tracción a las cuatro ruedas en función de las necesidades, y proporcionan un equilibrio perfecto entre dinámica de conducción y eficiencia. Los dos motores eléctricos del Audi grandsphere concept ofrecen una potencia total de 530 kW (720 CV) y un par motor de 960 Nm.
Bastarían diez minutos para cargar la batería hasta un nivel suficiente para recorrer más de 300 kilómetros, y en menos de 25 minutos se puede cargar la batería del 5 al 80 por ciento de su capacidad. Junto con una autonomía de más de 750 km –en función del sistema de propulsión y la potencia seleccionados–, el Audi grandsphere podría recorrer largas distancias con total garantía.
Urbanshpere
El desarrollo del Audi urbansphere concept se llevó a cabo en estrecha colaboración entre los estudios de diseño de Audi en Pekín y la sede central de la empresa en Ingolstadt. Por primera vez, también han participado los clientes potenciales de China, aportando sus propios deseos y experiencias al proceso de desarrollo.
El resultado puede verse en el concept car, sobre todo en su interior. El espacioso automóvil se presenta como un salón sobre ruedas y una oficina móvil: el vehículo sirve como un tercer espacio vital durante las horas que se pasan en el tráfico. Para ello, el Audi urbansphere combina el lujo de la privacidad total con una amplia gama de funciones de alta tecnología a bordo. La conducción autónoma de Nivel 4 transforma el interior, sin volante, pedales ni pantallas, en un espacio interactivo móvil que se abre a las ofertas de un amplio ecosistema digital.
El término sphere representa un nuevo concepto de diseño en el mundo del automóvil; estos modelos han sido creados desde dentro hacia afuera, centrándose en la experiencia de sus ocupantes
Incluso a primera vista, el Audi urbansphere concept se revela como el modelo más grande de la familia sphere; de hecho, es el más grande de todos los concept cars de Audi hasta la fecha. Sus impresionantes dimensiones –5,51 metros de longitud, 2,01 metros de anchura y 1,78 metros de altura– lo sitúan en lo más alto del panorama automovilístico, aunque se aleja radicalmente de los estándares del segmento.
Esto se debe a que se ha diseñado sistemáticamente desde dentro hacia fuera; por así decirlo, en torno a sus pasajeros. La dimensión más importante es, por tanto, la incomparable distancia entre ejes de 3,40 metros. El interior del Audi urbansphere no está sujeto al clásico dictado de que hay que concentrar el mayor número posible de asientos, compartimentos para el almacenamiento y elementos funcionales en un espacio limitado por la física de la conducción. Por el contrario; responde, ante todo, a la necesidad de los pasajeros de poder experimentar un espacio generoso como factor distintivo de confort.
En definitiva, los “sphere” son una gran familia, de lo más vanguardista, que nos acerca un poco más hacia el futuro. Ya estamos deseando poder ver y que nos presenten oficialmente al nuevo miembro, el activesphere. Un SUV que seguro que trae algún avance significativo. Al fin y al cabo, como decía el genial Julio Verne: “Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad”.