Audi RS6 DTM: Una bestia a la barbacoa

Todos hemos oído hablar del Audi RS6 DTM que llevó Jon Olsson a la famosa carrera Gumball 3000, y lo que hacía en el día a día su dueño con él, como llevar y traer a gente de Uber en sus trayectos, pero lo que más nos gustaba era su inigualable alma de competición, mezclada con la comodidad de un 5 plazas familiar.
Durante la semana, esta maravillosa y única bestia salvaje fue robada, lo peor de todo es que para rematar la faena, los autores del crimen quemaron por completo el vehículo. Un Audi RS6 a la barbacoa.

Esto sucedió, según la policía neerlandesa, mientras se preparaba el rodaje de un video, y se perpetuó a mano armada. Al saberse, de inmediato se produjo la búsqueda del vehículo por toda la ciudad, esperando que la apariencia poco usual del coche facilitara las labores de búsqueda. Pero no se encontró hasta que se declaró un incendio en un garaje, y acudieron los bomberos, siendo la sorpresa nefasta la de encontrar el esqueleto del famoso cuatriaro totalmente calcinado junto a otros vehículos.

¿Y por qué nos encantaba este coche? Pues muy fácil, podría ser por sus casi 1000 caballos, o por sus dos turbos bañados en oro, o por su furioso motor V8, o por el kit aerodinámico tan radical que montaba, o quizás la razón de más peso, sea todas las anteriores juntas. Pero una cosa estaba clara, este coche enamoraba a primera vista, con su rugido digno de un depredador. Eran tales las pasiones que levantaba, que incluso la marca que lo fabricó en un principio (y en su versión de serie claro) vio el potencial, a incluyó al dueño de la bestia como embajador para llevar a cabo algunas ediciones especiales.

Ya no volveremos a ver las danzas de esta máquina bien afinada por la nieve.