Abarth F595 a prueba, fórmula racing para calle
Nos encantan las marcas cuya historia y presente está estrechamente ligado a la competición. Abarth es una de las más representativas de ese hermanamiento, ya que nació hace medio siglo por Carlo Abarth como equipo de competición, un apellido que hoy sigue vivo en los circuitos y las calle gracias a este nuevo Abarth F595.
¿Un Formula 4 de calle?
Abarth es el motorista y patrocinador principal de la Formula 4, una disciplina en la que los jóvenes arrancan su carrera deportiva. Así que nada mejor que crear un equivalente en el Abarth de calle.
Así nace este F595, que usa el mismo motor gasolina T-Jet de 1.4 litros de los monoplazas Tatuus powered by Abarth de Formula 4, que pelean por la victoria en circuitos de toda Europa.
Son 165 CV para el juguete italiano. El motor lleva el turbo Garrett con una relación de compresión geométrica de 9:1, lo que supone un par motor de 230 Nm desde solo 2.250 rpm, pero los caballos llegan más arriba en el régimen.
La transmisión es manual, con el cambio automático con levas en el volante en opción, y este Abarth acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, pero la ventaja del nuevo turbo está en el 80-120 km/h, que lo hace en 7,8 segundos, y la velocidad máxima, que es ahora de 218 km/h.
Más divertido y preciso en circuito
El frío del Circuito del Jarama hacía ronronear al Abarth F595 nada más arrancarlo, es hora de probar su famoso «veneno» en circuito, donde la marca ha vivido en sus cinco décadas.
El nuevo F595 pronto se siente como en casa en las curvas del trazado madrileño, divertido y como siempre muy ágil, pero ahora también más enfocado a circuito.
Esto se nota especialmente en la suspensión trasera Koni con tecnología de amortiguación de frecuencia selectiva (FSD). El Abarth 595 es siempre un coche nervioso debido a su tamaño, pues solo mide 3,66 metros de largo y su batalla son solo 2,3 metros.
Sin embargo ahora es más plantado a alta velocidad, los cambios de apoyo producen menor inclinación de su carrocería y aunque seguimos yendo sentados altos y erguidos tenemos la sensación de movernos menos. Vamos que el escorpión se ha tomado un Valium para estar más tranquilo cuando todo ocurre deprisa.
Pero esto no disminuye su diversión, porque si jugamos con él podemos hacer que baile un poco de atrás, y todavía tenemos que estar atentos a su tren delantero y el gas que damos saliendo de la curva, ya que como versión casi de acceso no tenemos un autoblocante mecánico.
Lo que si tenemos es el selector «modo Scorpion», que nada más pulsarlo activa el veneno de este coche y se pone en modo ataque para ser rápido y reactivo a nuestras peticiones, de dirección y de aceleración.
Pero todo hay que pararlo. Al peso contenido del Abarth F595 se suma un sistema de frenos con discos ventilados delanteros de 284 mm y traseros de 240 mm. Es eficaz y contundente, cero críticas a su mordida.
El sonido además también acompaña su carácter más racing, gracias a que Abarth monta de serie en el F595 el escape “Record Monza Sovrapposto”. Lleva doble salida de escape a cada lado vertical, con un sonido ronco y muy deportivo.
Rápido hasta en parado
Para esta versión Abarth ha diseñado una estética especial, con el color Azul Rally como protagonista para detalles tales como los retrovisores y los paragolpes delanteros y traseros.
El F595 se puede elegir en los colores Blanco Race, Gris Campovolo, Gris Track, Negro Scorpion, Gris Record y Gris Tarmac. Las llantas Sport de 17″ son de color negro mate y hay un emblema del modelo en la trasera, y luces antiniebla de serie delante.
Por dentro también hay varios detalles de esos que enamoran a primera vista. El volante es de piel y los asientos deportivos Sabelt opcionales son el punto más picante. El salpicadero y el marco de la pantalla multimedia van en negro mate.
Esta incluye el sistema Uconnect HD de 7″ con radio DAB y conexión con smartphone con Apple CarPlay y Android Auto de serie.
Y lo mejor es su precio, con las ofertas de lanzamiento de Abarth el F595 cuesta solo 20.200 euros, todo un juguete para que los más jóvenes se adentren en el mundo de los deportivos de forma asequible pero divertida.
