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10 razones para amar a AMG

Cada aficionado a los automóviles tendrá las suyas. Pero sin duda estas son suficientes razones para enamorarnos de AMG, de sus deportivos y sus logros.

1. Porque mantienen “un hombre, un motor”

Hay otros fabricantes de excelentes motores V8, pero, ¿cuál elegirías si te dijeran que necesitas uno para dar la vuelta al mundo, con la máxima fiabilidad?

Como sabrás, cada motor AMG lleva sobre la culata una placa con el nombre y la firma del técnico que lo montó. Esta bonita tradición dice mucho de la excelencia que se autoimponen en la fabricación de sus mecánicas.

Nada como conocer a uno de estos magos de la técnica para entender cómo viven su profesión. Michael Kübler (39) lleva 13 años montando motores V8 y V12 de AMG y tiene 244.000 seguidores en Instagram (f1mike28). Para montar un V8 de la serie M 177 (modelos 63) o M 178 (familia GT) se tarda entre cuatro y cinco horas y constan de unas 600 piezas.

Él se encarga, además, de los V12 que van destinados a los Pagani, lo que supone un nivel de exigencia aún mayor si cabe, y le lleva unos dos días de trabajo cada unidad. Orgulloso de su trabajo, dice que “en Affalterbach hacemos los mejores motores del mundo”, e incluso está convencido de que sus motores tienen alma.

2. Porque rivalizan con el 911

El Porsche 911 es el deportivo más icónico de la producción mundial y, para muchos, un automóvil sin verdaderos rivales directos. La propia Porsche presentó el 928 en 1977 con intención de sustituirlo, pero luego vieron que no era buena idea.

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Desde Aston lanzaron un rival para el 911 con el V8 Vantage (2005), un coche brillante que no obstante no puso en peligro la hegemonía germana. Así que el Mercedes-AMG GT presentado en 2015 ha sido su rival más serio hasta ahora.

Ese mismo año comparamos el Mercedes-AMG GT S con el 991 GTS, y nos sorprendió que el AMG, conducido al límite, era más desafiante y obligaba al piloto a trabajar más.

Y también nos asombró su poderoso V8 biturbo. Desde entonces el biplaza de Mercedes-AMG ha evolucionado con numerosas versiones hasta llegar al alucinante y extremo Black Series lanzado el año pasado. Y también ha enamorado a clientes muy exigentes que hasta entonces no habían pensado en un Mercedes. Misión cumplida.

3. Porque traen la Fórmula 1 a las calles

Cuando el Mercedes-AMG Project ONE se presentó en el Salón de Fráncfort de 2017, todo el mundo alucinó. Llevar a la calle la tecnología de la F1 es un argumento de venta que las marcas han usado con frecuencia, casi siempre con más fantasía que realidad. Este hypercar se encuadra en la categoría de modelos de edición limitada como los híbridos LaFerrari, McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder, pero estos supercoches no estaban basados en monoplazas de fórmula 1.

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Tobias Moers, a la sazón presidente del comité de dirección de Mercedes-AMG, declaró: “El Project ONE eleva el listón de lo técnicamente viable a un nivel nunca visto y define una referencia absoluta con su combinación de eficiencia y prestaciones”.

Ola Källenius, hoy presidente de Daimler, lo dejó claro: “El Project ONE es el primer bólido de F1 con homologación para circular por las vías públicas”.

Este biplaza enchufable cuenta con una unidad de propulsión formada por un V6 de 1.6 litros –tomado directamente de la F1– y cuatro motores eléctricos que se distribuyen de la siguiente manera: uno está integrado en el turbocompresor, otro se encuentra junto al motor de combustión y los dos restantes impulsan las ruedas delanteras, de modo que dispone de tracción total.

La potencia total superará los 1.000 CV y, aunque el V6 será capaz de girar a unas 11.000 rpm, se mantendrá por debajo del límite de revoluciones del F1 para asegurar la fiabilidad. Solo se fabricarán 275 unidades que ya están vendidas, a un precio de 2,3 millones de euros.

4. Porque han ganado el campeonato DTM

AMG nació para la competición y ese ADN sigue más vivo que nunca. La marca acaba de proclamarse vencedora del campeonato alemán DTM, con Maximilian Götz al volante de un Mercedes-AMG GT3.

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Y lo han conseguido frente a competidores como el Audi R8 LMS, BMW M6 GT3, Ferrari 488 GT3, Lamborghini Huracán GT3, McLaren 720S GT3 o Porsche 911 GT3 R. El Mercedes-AMG GT3 debutó en 2015, se actualizó en 2019 y llegaron a los equipos a principios de 2020.

El GT3 emplea el motor 6.3 V8 atmosférico, mientras que el GT4 incorpora el 4.0 V8 biturbo. Ambos con cambio secuencial de seis marchas, disponen de frenos ABS y control de tracción. La tecnología desarrollada en los circuitos se aplica luego en los modelos de calle más extremos, como el reciente Black Series.

El nivel de pilotos en el campeonato DTM también es muy alto, con participantes llegados incluso de la F1 como Alexander Albon, Christian Klien o Timo Glock. Otro ilustre es Mike Rockenfeller, ganador de las 24H de Le Mans y de Daytona.

5. Porque son los reyes de las super-berlinas

Mucho antes de que Audi y BMW lanzarán poderosas berlinas V8, AMG como marca independiente ya preparaba los motores de los Mercedes 300 SEL 6.3 (W109). Y desde entonces no han parado. Cierto es que Maserati se adelantó a todos con el Quattroporte de 1962, pero después su trayectoria ha sido más discontinua que la de Mercedes y AMG, y sus cifras de producción mucho menores.

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El famoso 300 SEL 6.8 AMG “rote sau” ganó en su clase (y 2º absoluto) en las 24 Horas de Spa de 1971, y pronto ofrecieron preparación para el 300 SEL 6.3 de calle, que pasó de 250 a 280 CV.

Desde entonces hemos visto muchos Clase S supermotorizados por AMG. Y también por supuesto berlinas C, E y los más recientes SUV. Recordamos, por ejemplo, el E60 AMG de 1994, una rareza y una joya para coleccionistas.

Fue desarrollado a partir del ya excelente E 500 (W124). El 5.0 V8 de serie rendía 326 CV y en el E60 subió a 6 litros y 381 CV, y hoy se cotizan en hasta 150.000 euros.

De la nueva Clase S aún no hay versión AMG, pero en la actual Clase E destaca el imponente E63 S 4Matic+, en versión berlina y Estate, que fueron actualizados el año pasado. Su motor 4.0 V8 biturbo alcanza 612 CV, el E 63 4Matic+ se conforma con 571 CV.

6. Porque rugen en el corazón de los Pagani

Corría el año 1983 cuando Horacio Pagani viajó desde Argentina hasta Italia para cumplir su sueño. Sin dinero pero con una carta de recomendación de Juan Manuel Fangio.

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Comenzó trabajando en Lamborghini y en 1999 creó su propia marca. También con el apoyo de Fangio consiguió que Mercedes-Benz le suministrara motores V12 AMG, y desde entonces sus coches los han montado.

Primero atmosféricos en el Zonda, y después biturbo en el Huayra. Horacio Pagani ha logrado diseñar y fabricar superdeportivos del máximo nivel y posicionarlos en lo más alto por prestigio, calidad y en consecuencia, precio. Ha demostrado un enorme talento como ingeniero y diseñador, pero también como empresario.

Basta con recordar que los primeros Zonda costaban unos 250.000 euros, y ahora esos mismos se cotizan hoy en varios millones de euros. Los nombres de Pagani y Mercedes-AMG brillan unidos en el olimpo de los deportivos.

7. Porque le dieron alas a Hamilton

Todo gran piloto necesita un gran coche para demostrar su valía. Recordamos que Schumacher se retiró tras la temporada 2006 después de ganar siete mundiales, y volvió para competir con Mercedes-AMG en 2010, 2011 y 2012, coincidiendo con el retorno de la marca alemana a la F1.

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Todos en el equipo reconocen que su aportación, a pesar de que no logró victorias, fue muy importante para poner el equipo a punto. Y además recordamos a Schumacher en el espectacular anuncio del SLS AMG, ese en el que entraba en un túnel a gran velocidad, se subía por el lateral y el techo hasta hacer un tirabuzón y volver al asfalto.

Pero el piloto que más se ha beneficiado de la tecnología Mercedes-AMG ha sido Lewis Hamilton, que ha ganado sus siete títulos con mecánicas del fabricante alemán. En 2008 con McLaren Mercedes, y en 2014, 2015, 2017, 2018, 2019 y 2020 con Mercedes-AMG. A sus 36 años, el piloto británico aún tiene tiempo de aumentar su increíble palmarés.

8. Porque fabrican el compacto más poderoso

El primer A 45 / CLA 45 se presentó en 2013 y fue el primer AMG de cuatro cilindros. Esta explosiva mecánica 2.0 turbo rendía 360 CV y transmitía la potencia a las cuatro ruedas, a través de un cambio AMG Speedshift DCT de 7 velocidades. Así era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos.

La gama actual, lanzada en 2019, recibió un nuevo motor 2.0 turbo que rinde 387 CV y 480 Nm en el AMG A45 normal. Va ligado a sistema de tracción total 4Matic y el cambio de ocho velocidades automático de doble embrague. Hace el 0 a 100 km/h en 4 segundos y llega a 250 km/h. En el caso de los AMG A45 S y AMG CLA45 S, la potencia se eleva a 421 CV y 500 Nm de par.

Con el mismo tren motriz, pero con reparto vectorial del par en la tracción total, logra bajar el 0 a 100 km/h a 3,9 segundos, con una velocidad máxima de 270 km/h, alcanzable por el básico con un paquete opcional.

Esta versión sube el corte a las 7.200 rpm y es el bloque de cuatro cilindros con mayor potencia por litro del mercado.

En cuanto a los modos de conducción que ya conocemos, como el “Slippery”, “Sport”, “Sport+”, “Individual” y “Race”, hay un “AMG Dynamics” que añade cuatro modos para modificar la tracción total, la dirección y el ESP. Tampoco falta un escape activo, que varía el sonido según el modo de conducción que llevemos puesto.

9. Porque brillan en las subastas

Entre los supercoches creados por AMG destaca por su cotización el CLK GTR. Se hicieron aproximadamente 25 unidades (entre ellas cinco roadster) y esencialmente es un coche de Le Mans matriculable, con un V12 de 6.9 litros (o 7.3), y cambio secuencial.

Se creó para competir en la categoría GT1 donde debutó en 1997. En 2009 se cotizaban en unos 700.000 euros, pero actualmente rondan los 8 millones de euros. El siguiente supercar de la marca fue el Mercedes-Benz SLR McLaren de 2003. Su enorme motor AMG 5.5 V8 con compresor rendía 626 CV y era una máquina impresionante.

Costaba más de 500.000 euros, se produjeron más de 2.000 unidades y hoy se encuentran desde unos 250.000. AMG también ha aprovechado su experiencia en las carreras para lanzar otros modelos especiales, como los CLK DTM AMG de 2006.

Igualmente está muy cotizada la versión radical del SLS AMG, el Black Series de 2013 con el “motorazo” 6.2 V8, un coche de GT3
para carretera limitado a 350 unidades.

10. Porque han relanzado a Aston Martin

Los amantes de los deportivos estamos felices de que la tecnología Mercedes-AMG se esté empleando para revitalizar a la legendaria marca británica.

Es evidente que, para una compañía independiente como Aston Martin, es complicado y muy caro desarrollar todos los complejos mecanismos técnicos que emplean los deportivos modernos. Fue allá en 2013 cuando Aston y Mercedes-AMG anunciaron su acuerdo para el uso por parte de la firma británica de motores V8 y ciertos componentes electrónicos.

De ese pacto se han beneficiado modelos recientes como el DB11 (2016) o el DBX (2020). En octubre de 2020 los alemanes tenían un 2,6% de las acciones de Aston, y anunciaron un nuevo acuerdo para compartir más tecnología, incluyendo sistemas híbridos.

Mercedes-Benz AG anunció además que su participación en Aston Martin
subiría a un 20% del total. Igualmente, el equipo Aston
Martin de F1 emplea mecánicas suministradas por Mercedes-AMG.

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