Ya es primavera en Toyota

En apenas quince días, la misma compañía presentó un cupé de tracción trasera, cuya única razón de ser es el placer de conducir, y un SUV eléctrico nacido para salvar el planeta. Bienvenido al 2021 al estilo Toyota. Y, siendo Toyota, no hay nada aleatorio en estos anuncios tan opuestos.

De hecho, estos son los frutos de las semillas que sembraron a finales de los noventa, cuando Toyota respaldó a los híbridos mientras que otros fabricantes apostaron por los motores diésel. Resultó ser un movimiento muy inteligente con 70 millones de híbridos vendidos en todo el mundo.

Los frutos de una buena estrategia

Y ahora se frotan las manos mientras otros están desviando recursos urgentemente hacia reemplazos eléctricos para automóviles que emiten altos niveles de CO2, o evitando modelos deportivos emblemáticos, como Nissan Europa con el próximo Z o Ford, que no producirá un nuevo Focus RS. De hecho, en Toyota cuentan con su “trío GR”: el nuevo GR86, el GR Supra y el GR Yaris –a los que habría que sumar las versiones V8 del Lexus LC y RC.

Los promedios de CO2 de Toyota han estado superando durante años los exigentes objetivos de la UE. Un claro ejemplo es el Yaris: gracias a que el 88% de las ventas son híbridas, su promedio de CO2 es de 70 g/km, un 24% mejor que los rivales, incluso contando con un eléctrico puro (EV) en la gama.

Por todo ello, Toyota puede disfrutar y tomarse su tiempo en esta transición que afronta el sector. Incluso puede permitirse invertir en otras posibilidades, como las celdas de combustible de hidrógeno, que ya impulsan al Mirai. Puede seguir fabricando coches urbanos a pesar de sus bajos precios –lo que impide en gran medida su electrificación–, mientras que otros fabricantes han tenido que batirse en retirada apresuradamente.

Andrea Carlucci, director de producto y marketing de Toyota Europa, dijo que la estrategia general continuaría siendo la expansión gradual de su oferta híbrida, pero con la electricidad completa entrando en funcionamiento cuando los diferentes mercados esten listos para ello. “Mirar hacia dónde se dirigen la competencia no es suficiente. Queremos ver hacia dónde se dirigen los clientes.

No todo el mundo va a la misma velocidad. Esa velocidad viene dictada por muchos factores, pero nuestra ambición es hacer feliz a la gente. No creo haya una sola solución, porque el consumidor no estará listo para una única solución”.

Toyota continuaría ofreciendo una gran variedad de coches, dijo, y eso incluiría modelos más deportivos si hubiera demanda. “No se trata solo de crear fans, también se trata de mantener a los ingenieros muy motivados”, dijo Carlucci. “La competencia es parte de nuestra historia. Aquí es donde podemos extraer lo mejor de Toyota”.

Una vitalidad que inunda a Toyota

Ese entusiasmo proviene de la cúspide de la empresa. El CEO Akio Toyoda, que compitió en las 24 Horas de Nürburgring, y quien declaró en 2017 que no habría más Toyota aburridos.

Un claro ejemplo es el GR86, la segunda generación del GT86, modelo hermanado con el Subaru BRZ. Este modelo ahora cuenta con un 2.4 litros (235 CV), en lugar del 2.0 anterior (200 CV), y se acompaña de un aumento del 50% en la rigidez torsional y una mejora aerodinámica.

Subaru también es socio de Toyota en el proyecto de un SUV totalmente eléctrico, cuyo primer capítulo es el prototipo bZ4X. Se convertirá en un automóvil de producción a finales de este año, tendrá un tamaño similar a un RAV4 y será rival del VW ID.4. Cuenta con dos motores, uno en cada eje y su plataforma e-TNGA está diseñada para maximizar el espacio para los ocupantes y el equipaje. Aunque la bZ4X es un prototipo, las imágenes de su interior muestran que está casi listo para pasar a la fase de producción.

Lo que más destaca es su volante cuadrado, al estilo Tesla, que va asociada a una dirección por cable, lo que será una primicia mundial en un automóvil de producción. Este sistema elimina la conexión física entre las ruedas delanteras y las manos del conductor pero, a cambio, la electrónica puede amortiguar cualquier interrupción de las superficies irregulares de la carretera o frenadas bruscas, al tiempo que ofrece un control preciso.

El ingeniero jefe Koji Toyoshima dice que el objetivo es crear un habitáculo tranquilo y conectado para poder pasar tiempo en familia de calidad. “Nuestro cliente objetivo es alguien que da importancia al tiempo que pasamos con familiares y amigos”.

La carrocería tiene un diseño completamente nuevo, sin rejilla en la parte frontal. Pero, según Toyota, este es un automóvil muy convencional, que ha sido diseñado para hacer que la transición de un gasolina a un eléctrico sea lo más fácil posible para los conductores y sus familias.

El bZ4X de producción será uno de los quince Toyota totalmente eléctricos disponibles en el año 2025. Para entonces, la línea global de Toyota incluirá 70 vehículos electrificados: híbridos autorrecargables, híbridos enchufables, vehículos con celdas de combustible de hidrógeno y coches eléctricos. Siete de esos quince BEV (vehículo eléctrico de batería) formarán la familia bZ y los demás serán en su mayoría versiones electrificadas de modelos existentes.

¿Por qué bZ? Las siglas significan “más allá de cero”, lo que indica la intención de Toyota no solo de convertirse en una compañía neutral en lo que se refiere a emisiones de dióxido de carbono, sino de hacer del mundo un lugar mejor.

Al respecto, el ingeniero jefe Toyoshima afirma que “no solo se trata de contribuir al medio ambiente con un vehículo de cero emisiones, sino de lograr un valor más allá, con una conducción más fácil y divertida”. A lo que Carlucci agregó: “Todos los diferentes estilos de vehículos de Toyota deben tenerse en cuenta para la elección en la evolución de los sistemas de propulsión”. Así que estamos a la espera del primer automóvil deportivo de Toyota totalmente eléctrico…