Volkswagen abre la mayor fábrica de eléctricos de Europa

La fábrica de eléctricos de Volkswagen en Zwickau (Alemania) solía fabricar Golf. Ahora está siendo reconfigurada para la nueva ID3.

Desde la distancia, la fábrica de Volkswagen de Zwickau, en Sajonia (Alemania), parece como si la hubiera dibujado un niño, con sus largos edificios con dos chimeneas grandes y cilíndricas, y el nombre de la empresa en letras grandes. Y, hasta ahora, ha sido una fábrica tradicional, produciendo coches convencionales de gasolina y diésel del Grupo VW desde principios de los años noventa –y, antes de eso, Volkswagen Trabant.

La nueva fábrica de eléctricos de VW

Tradicional hasta ahora, porque VW está reorganizando la fábrica para producir solo coches eléctricos. Para 2021, toda la producción será de la nueva plataforma MEB del Grupo. Por primera vez, Volkswagen está convirtiendo una planta 100% de coches con motor de combustión en 100% eléctricos.

La revista CAR está entre los primeros periodistas en acceder a la factoría durante su transformación. Zwickau podría perfectamente seguir produciendo unos 300.000 coches diésel o gasolina al año, pero el gigante alemán ha tenido que lanzarse a la electrificación con los dos pies. De hecho, la envergadura de la restructuración expresa el esfuerzo que la compañía está haciendo con la electrificación.

“El miembro del consejo de VW para e-mobility, Thomas Ulbrich, ha prometido que Zwickau será la mayor, más moderna y más eficiente planta de vehículos eléctricos (EV) de Europa”. La decisión de convertir Zwickau en una fábrica de EV se tomó a mediados de 2016, con Ulbrich describiéndola como “el núcleo” del aumento de la producción de este tipo de vehículos en el grupo.

Los trabajos empezaron el año pasado y acabarán a finales de 2020. Dentro, la línea de producción de los ID3 está prácticamente completa, con unidades de preserie para las pruebas de resistencia y de choque ya saliendo de la cadena de montaje.

Impresiona ver el proceso, particularmente la estación del “matrimonio”, donde la plataforma MEB se eleva desde la parte inferior para enlazarse –todo operado por robots– con la carrocería que se aproxima por encima de la línea de producción. A pleno rendimiento, esta operación se realizará en tan solo 80 segundos.

Volkswagen asegura que la producción en Zwickau será “neutral en carbono”. Se reducirán las emisiones usando una estación de potencia y calor combinada, que aprovechará la energía térmica residual para calentar la fábrica. Las emisiones de CO2 “inevitables” se compensarán con inversiones en proyectos de protección del clima. “Nuestra promesa es que un coche MEB, como el ID3, será neutral en CO2 en el momento de la entrega al cliente”, explica Ulbrich.

Dicotomía

Las últimas unidades del Golf Mk7.5 todavía se seguían produciendo en Zwickau durante nuestra visita, haciendo una curiosa yuxtaposición en el área de inspección final, donde los Golf y los ID3 circulan por líneas adyacentes. Es muy simbólico, por una línea, un coche de combustión interna esperando su reemplazo. A su lado, el nuevo modelo eléctrico en el que la compañía está apostando gran parte de su futuro.

La cuestión clave es, por supuesto, si el nuevo Volkswagen ID3 será capaz de conseguir tanto respaldo del público como lo ha hecho siempre el Golf, y así recuperar la enorme inversión realizada.