Totem GT: Miss Italia

Ya nos gustaría que la propia Alfa lanzara un nuevo Giulia de dos puertas, pero actualmente no pueden permitirse el lujo de desarrollar cupés o cabrios, y tienen que priorizar la rentabilidad en el mercado de los SUV. El coche que nos ocupa no es un deportivo cualquiera sino un verdadero supercar, una joya de la artesanía de producción muy limitada y al alcance de pocos bolsillos, con un precio que ronda el medio millón de euros. En los últimos tiempos han surgido varias empresas que desarrollan restomods (clásicos modernizados) sobre la base de coches italianos. Así recordamos los Futurista y Safarista de Automobili Amos (basados en Lancia Delta Integrale), el maravilloso EVO37 de Kimera Automobili (basado en Lancia Montecarlo) o el reciente Lamborghini Diablo “Eccentrica”. Todas estas empresas enfocan el negocio de una forma similar, con una estructura de costes pequeña centrada en el diseño y el marketing, y el apoyo de empresas de ingeniería, fabricación y componentes.

Totem Automobili, con sede en Venecia, es obra de Riccardo Quaggio (28), diseñador de automóviles graduado en el IAAD de Turín, con experiencia en los departamentos de diseño de Honda y Alfa Romeo. Fundó la empresa Totem en 2018 y en 2022 expuso su modelo Super GT en Pebble Beach (Monterey, California). Después de año y medio, parece que ya están entregando las primeras unidades a clientes.

 

Los clásicos nunca mueren

Sin duda las bellísimas líneas de su cupé son la mejor carta de presentación, y sus formas musculosas, con los pasos de rueda muy ensanchados, evocan las del Giulia GTA de competición. Como en cualquier restomod, el aspecto moderno se logra principalmente montándole unos grupos ópticos con luces diurnas tipo LED y unas llantas más grandes. En este caso unas de 18 pulgadas, con gomas Pirelli P Zero o Trofeo R como opción. Las líneas de la zaga son bastante diferentes de las del Giulia original, y recuerdan mucho a la del Alfa Disco Volante carrozado por Touring Superleggera (2012) sobre la base del 8C Competizione, otra joya para coleccionistas.

La cuestión clave es que el Totem GT parece un Alfa Giulia pero en realidad no lo es, ya que emplea una nueva estructura de fibra de carbono con unas medidas diferentes al original. El Giulia antiguo mide 4.080 mm de largo y el GT Super se va hasta los 4.274 mm para favorecer la habitabilidad, y con más distancia entre ejes. Es el mismo concepto que el Ruf CTR de 2017, que parece un Porsche 911 tipo 964 pero emplea una estructura de carbono en lugar del monocasco de acero original. El bastidor de carbono del Totem GT Super lleva acoplados subchasis delanteros y trasero de acero, y en ellos se aloja la suspensión Bilstein de doble trapecio de aluminio delante y detrás.

 

Hasta ahora, los entusiastas que querían un super-Giulia actualizado podían recurrir a especialistas como Alfaolics, en el Reino Unido. Este prepara Alfas Giulia (105 Series) con todo lo que el cliente pueda desear (motor, suspensiones, frenos, cambio, barras antivuelvo, dirección asistida, asientos, tapicerías y hasta sistemas de infoentretenimiento), pero manteniendo la estructura original reforzada. También han desarrollado el GTA-R, con un peso de 830 kg, motor 4 cilindros 2.3 de 240 CV, diferencial autoblocante, suspensión, frenos de seis pistones, etc. En definitiva, un mata-gigantes capaz de poner en aprietos a coche mucho más potentes.

Volviendo al Totem, desde la marca aclaran que toman como base los Giulia GT Junior 1300/1600 fabricados entre 1970 y 1975. Inmediatamente nos surge la duda sobre qué partes del original son las que perviven. Porque es evidente que hay un punto en que si te pasas cambiando componentes, el coche deja de ser el que era. No lo decimos peyorativamente, simplemente ocurre, para bien y para mal. Y si en este caso al Giulia le cambian la carrocería, el motor, la transmisión, la suspensión y el interior, al final lo que tienes es un coche con forma de Giulia que sin duda es mucho más rápido y moderno, pero del cupé original ya no queda nada. Los paneles de la carrocería y las puertas también se sustituyen por unos de fibra de carbono.

 

Desde Totem hablan de “el momento mágico” en el que el nuevo bastidor de carbono se une con el “original bulkhead” del Alfa (la parte delantera del chasis de acero, la que suele unir las traviesas laterales). No hay que ser ingeniero para saber que esta unión no es necesaria desde el punto de vista técnico, y por tanto debe haber otras razones. Por un lado está el lado romántico de mantener algo del Giulia original. Pero lo más importante (suponemos) es que el coche nuevo pueda utilizar el número de chasis, la documentación y la matrícula del clásico, como ocurre con otros restomod.

 

Gasolina o eléctrico

 

Existen dos versiones del Totem GT, el Super (gasolina V6) y el Electric, ambos con potencias impactantes. El primero emplea un motor 2.8 V6 turbo a 90⁰ llamado “Gloria” que les suministra Italtecnica Engineering, y en cuyo desarrollo ha colaborado Claudio Lombardi. Por las cifras básicas sería normal pensar que es el que usa el Giulia Quadrifoglio, pero parece que no. Se ofrece a los clientes en dos versiones, de 600 CV a 7.200 rpm (215 CV por litro) y 700 Nm de par, y la de 750 CV a 8.300 rpm (258 CV por litro) y 850 Nm de par. Este propulsor dispone de cuatro válvulas por cilindro y cárter seco. Si además tenemos en cuenta que se montan en un coche que pesa solo 1.180 kg, en seco, la relación peso/potencia es estremecedora.

También afirman que esta mecánica es el V6 biturbo más ligero del mundo, con un peso de menos de 180 kg. El V6 va acoplado a un cambio tipo transaxle de seis velocidades con diferencial autoblocante integrado. El piloto puede elegir entre cuatro modos de conducción: Gentile, Adagio, Vivace y Veloce. Los frenos los suministra Brembo, con discos ventilados, con cuatro pistones (delante) o seis como opción, y dispone de mecanismo antibloqueo ABS de Bosch Motorsport. No hay duda de que conducirlo debe ser toda una experiencia.

 

El interior biplaza es amplio, apenas tiene algo que ver con el original y es una maravilla, con mucho cuero y aluminio. No obstante, conserva el estilo clásico, con el velocímetro y el tacómetro, aunque se le han añadido unas grandes salidas de aire. Lleva volantes Momo (varios a elegir), ventanillas y espejos eléctricos, dirección asistida, aire acondicionado y hasta arranque sin llave (tiene un botón rojo para encender el motor). Destacan los asientos de fibra de carbono y cuero desarrollados en colaboración con Sabelt, por supuesto totalmente personalizables con 45 colores de cuero a elegir. El sistema de infoentretenimiento también es vintage, con un potente equipo de sonido y una pequeña pantalla de 3,5 pulgadas que integra Google Maps, radio digital, Bluetooth y USB.

 

Toda la fascinación de su diseño y sus acabados también se pueden disfrutar en formato eléctrico. Y aunque seguramente no sea el tipo de propulsión más deseado por los amantes de los clásicos, el Totem GT Electric es tan rápido como el gasolina. Además, está concebido para sonar y comportarse como si fuera de combustión, lo que implica un desarrollo técnico sorprendente para un fabricante tan pequeño. En cuanto a las cifras esenciales, lleva una batería con capacidad de 81 kWh que pesa 352 kg, que alimenta un motor de 600 CV y ofrece un par máximo de 1.100 Nm, así puede acelerar de 0 a 100 en 2,9 segundos y alcanzar 255 km/h… Anuncian una autonomía de entre 400 y 500 km, y dispone de cuatro modos de conducción con sonidos diferentes, que se emiten por altavoces situados en el interior y el exterior del coche.

También parece que estuvieron trabajando en un cambio de marchas “manual” (aunque sin embrague claro), algo inédito en un eléctrico, pero que finalmente ha sido inviable, por lo que el coche dispone de la clásica palanca con las posiciones R, N y D. En todo caso, es indiscutible que la creación del ambicioso Riccardo Quaggio tiene un mérito extraordinario.