Top 10: cuentarrevoluciones más especiales del mundo del motor

Con la llegada del nuevo Porsche 911 GT3, rendimos homenaje a los relojes y cuentarrevoluciones que mejor transmiten la emoción del conducir.

Gordon Murray T.50

El nuevo superdeportivo (100 unidades a 2,69 millones + impuestos) lleva un V12 Cosworth GMA de 3.9 litros que rinde 663 CV a 11.500 rpm, aunque sube hasta las 12.100 rpm. Ningún otro coche de calle ha alcanzado ese régimen de giro. También es el coche atmosférico con mejor relación potencia/cilindrada, con 166 CV por litro. Además el V12 pesa solo 178 kg.

Aston Martin Valkyrie

Esta máquina concebida por Adrian Newey, el genio de Red Bull F1, incorpora un sistema de propulsión híbrido, con un motor eléctrico de 120 CV y un 6.5 V12 atmosférico desarrollado por Cosworth. Es capaz de rendir 1.000 CV a 10.500 rpm, aunque la línea roja sube hasta 11.100. La instrumentación TFT va en el volante. Solo se fabricarán 150 unidades.

Porsche 911 DLS by Singer

El Porsche atmosférico más fascinante del mercado lo fabrica Singer en California, sobre la base de un 964. La mecánica la ha desarrollado el especialista en competición Nicholson McLaren con el apoyo de Mahle. Como consultores han participado Tuthill Porsche, especialistas de prestigio en 911 de competición. Desarrolla 500 CV a 9.000 rpm, con cuatro válvulas por cilindro, válvulas de titanio y mucho magnesio para reducir peso. El precio de cada unidades es de 1,5 millones más impuestos.

Ferrari 812 Superfast

Podíamos haber incluido a LaFerrari, pero es híbrido y su tacómetro es una pantalla. En Maranello llevan más de 70 años fabricando motores V12, y el 812 Superfast emplea el tipo F140 que se estrenó en el Enzo y ha seguido evolucionando en 599, F12 o LaFerrari. El F140GA del 812 es un V12 de
6.5 litros que rinde 800 CV a 8.500 vueltas. El 812 GTS acaba de salir.

Lexus LFA

Su V10 de 4.8 litros rendía 560 CV a 8.700 rpm. Estaba inspirado en el que usaban los Toyota de F1, con culatas de aleación de magnesio, válvulas de titanio o pistones de aluminio forjado, y fue desarrollado con Yamaha. En parado puede pasar del ralentí a 9.000 rpm en seis décimas de segundo, y a ese régimen sus pistones recorren 25 metros por segundo.

Lamborghini Aventador SV

Los Lamborghini son una referencia en cuanto a motores atmosféricos de altas revoluciones. El Aventador presentado en 2011 estrenó estructura de aluminio y un nuevo motor V12, que inicialmente rendía 700 CV. La versión SV (2015) alcanza 750 CV a 8.400 rpm, y el SVJ (2018) sube hasta los 770 CV a 8.500. El tacómetro aparece en una pantalla.

Porsche Carrera GT

El 918 Spyder (2014) sube más de vueltas con su 4.6 V8 derivado del que lleva el RS Spyder de carreras, pero es híbrido. En cambio la mecánica V10 del Carrera GT (2003, 1.270 unidades) se diseñó inicialmente para volver a Le Mans en 2000. Con 5.7 litros, ofrecía 612 CV a 8.000 rpm en su cuentarrevoluciones. Era apasionante y puro, pero también exigente y delicado de conducir rápido.

Honda S2000

No todo iban a ser deportivos inalcanzables. El Roadster que subía de vueltas “como una moto” sigue siendo admirado y deseado por los que saben de coches. Ninguno de los deportivos de su categoría podían ofrecer sensaciones como las que proporcionaba esta joya mecánica, con su increíble motor de 2 litros y 240 CV que entregaba la potencia máxima a 8.300 rpm. Además la dirección era muy rápida y el tacto del cambio, con recorridos cortos y precisos, simplemente perfecto. Se dejó de fabricar en 2009.

Ferrari 458 Speciale

Nos gustan los cuentarrevoluciones amarillos, como ya vimos en el Enzo o el 430 Scuderia. Pero hemos elegido el 458 Speciale por ser la última berlinetta V8 atmosférica, que suben de vueltas más que los recientes biturbo. En este caso hasta las 9.000 rpm para rendir 605 CV. El actual F8 Tributo alcanza 720 CV a 8.000 revoluciones, lo cual tampoco está nada mal.

Dodge SRT Viper

No es el que alcanza mayor régimen de giro, pero el cuentarrevoluciones del SRT Viper de 2013 intimida (8.4 V10, 650 CV a 6.200 revoluciones). El primer Viper se puso a la venta en 1992 como una reinterpretación del Shelby Cobra. Un deportivo V10 indómito, muy rápido pero también incómodo, caluroso, brusco y difícil de conducir al límite. Dejaron de fabricarlo en 2017.