Teo Martin inaugura el Motor & Sport Institute: «la universidad del automovilismo»

El empresario y entusiasta del motor, Teo Martin, pone en marcha su Instituto dedicado a la enseñanza a nivel universitario de todas las disciplinas ligadas al deporte y la industria del motor.

Ninguna otra empresa europea reúne en su seno todas las herramientas necesarias, desde la preparación de profesionales, pasando por el diseño, la construcción y el desarrollo de pilotos bajo una misma cubierta.  Son más de 12.000 m2 cubiertos situados en Alcorcón, Madrid, que representan un «antes y un después» para la tecnología del automóvil de competición español, aunque su explotación será internacional.

Todos los grandes proyectos se fundamentan en una  pasión y una visión. Y sobre estos dos cimientos fundamentales, más el aporte lógico de los recursos financieros y técnicos, el Martin,  ex piloto, sponsor y propietario de equipo,  ha logrado completar un sueño que ha dejado de ser eso para transformarse en realidad material.

El IMS está envuelto en un edificio  de cristal espejado y distribuido en 4 plantas que albergan claustros universitarios, zonas de fabricación de coches y componentes avanzados, salones de cálculo y diseño, áreas de pruebas de chasis,  motores, y aerodinámica, centro de alto rendimiento y desarrollo de pilotos, simuladores de conducción y simuladores de e-sports. La guinda del pastel: la colección personal de Teo, de más de 70 coches de competición, algunos ganadores de campeonatos mundiales de rallyes que estará disponible para visitarse.

 Un templo único donde ya se escucha el rumor de los ordenadores de cálculo y el ruido de las máquinas herramientas que se emplean en la zona del equipo de carreras, Teo Martin Motorsport, dedicado a las carreras de karting, rallies, Fórmula Open y GT Open.

Los mejores equipos de competición no pueden propiciar másteres de competición o títulos de ingeniería industrial en un mismo ámbito. Los mejores centros de simulación de conducción avanzada no disponen de un gimnasio de alto rendimiento y entrenamiento mental como en  el MSI. Y donde hay excelentes túneles de viento  al 40% y capacidad para construir chasis de carbono de F1 como en el MSI, hay salas para la competición virtual en línea, el e-racing, o médicos especializados en deporte al servicio de los pilotos.

Desde el gran hall de entrada que distribuye a los recién llegados a las distintas áreas puede escuchare el rumor de voces que llegan desde la planta universitaria. Y en la planta baja, tras gruesos cristales impolutos, con una blanca fuente de luz led, puede verse el trabajo de los técnicos y mecánicos sobre los vehículos de competición, y rodeando esta área, la zona de mecanizado 3D y el sitio donde se instalará el puesto de ensayo de suspensiones y chasis de siete actuadores, lo último para medir la capacidad de resistencia y adherencia de un coche a la pista.

El MSI de Teo Martin llegó a un acuerdo con la cercana Universidad de Francisco de Vitoria que se encarga de aportar sus programas y plantilla de catedráticos para la titulación de Ingeniería Industrial  y para el master en Ingeniería de Competición que podrán cursar estudiantes españoles y de cualquier país del mundo.

Antonio Naranjo, Director del Área de Ingeniería Industrial de UFV, explica que “el modelo académico está basado en un aprendizaje centrado en el alumno y la realización de proyectos muy similares a los existentes en los entornos industriales y de competición. El alumno logrará ser un ingeniero de alta empleabilidad a través de 2 diferentes aprendizajes“:

El MSI, situado a metros de la autovía de circunvalación M40 en Alcorcón, Madrid, pone a España en una situación privilegiada dentro del mundo de la tecnología de competición por su capacidad para la generación y desarrollo completo de proyectos, no sólo en el ámbito de las carreras sino, también, en el de los turismos.

En septiembre próximo todo estará en marcha. La zona educativa en la tercera planta recibirá entre 80 y 120  alumnos que encontrarán en plena actividad los laboratorios químicos, físicos y de metrología, los dinamómetros de rodillos y los bancos de pruebas de  motores eléctricos y convencionales. Cualquier amante del automóvil y la competición se asombrará de la extraordinaria sensación que invadirá su cuerpo cuando visite el lugar. Una vista que no será solo al edificio sino, también, al profundo significado de aquella pasión y visión que hizo posible un emprendimiento semejante en España.

Texto y fotos por: Orlando Ríos.