Cuando Subaru se convierte en un equivalente a seguridad

Cuando hablamos de Subaru no podemos evitar pensar en seguridad, ya que la marca lleva comprometiéndose con proporcionar los mayores niveles en sus coches desde sus comienzos, posicionándose por delante de sus rivales al realizar crash test más de 10 años antes de que los programas de evaluación de seguridad fuesen obligatorios.

La marca japonesa aúna toda su experiencia en el ámbito de la seguridad sobre cuatro pilares fundamentales, los cuales forman lo que Subaru apoda como “All-Around Safety”: seguridad primaria, seguridad preventiva, seguridad pasiva y seguridad activa. A través de esta tecnología que mejora la conducción, no solo en caso de accidentes, sino desde el mismo momento en el que el conductor entra en el vehículo.

Para la seguridad activa, Subaru se ha focalizado en proporcionar el mejor espacio interior para proporcionar al conductor una marcha confortable y ergonómica. También se ha implementado un sistema de detección de ángulo muerto para evitar accidentes durante los cambios de carril. Otros sistemas como luces automáticas, sensor de lluvia o una interfaz sencilla hacen que nada distraiga al conductor de su tarea principal: conducir.

Seguridad activa

En este apartado entra en juego el sistema de tracción total simétrico (AWD Symmetrical), un elemento que dota a los vehículos Subaru de unas prestaciones y niveles de seguridad muy altos. En condiciones de baja adherencia garantiza un extra de seguridad sin renunciar a unas prestaciones dinámicas junto a unos consumos envidiables. Este sistema de tracción intercambia constantemente información con diferentes dispositivos del vehículo –como el sistema de estabilidad, el ABS o el sensor de ángulo de giro en la dirección–, para proporcionarle en cada momento la respuesta que buscas mediante un control activo de par adicional. Otros elementos que entran en este apartado son el Brake Assist –que asiste al conductor presionado con más fuerza (si es necesario) el pedal del freno, o el sistema de par vectorial– proporcionando más par a la rueda exterior de la curva para ganar agilidad.

Acto seguido tenemos la seguridad preventiva, que está coronada por el sistema EyeSight. Como si de dos ojos se tratasen, a los lados del retrovisor se localizan dos cámaras a color con sensores CMOS, que procesan imágenes y reconocen objetos, vehículos, bicicletas, peatones o marcas viales en movimiento o estacionarias. Debido a que las cámaras se encuentran separadas son capaces de contemplar a un mismo objeto desde la misma altura, pero desde posiciones distintas, una visión estereoscópica. El sistema EyeSight asiste al conductor en condiciones críticas, previene o mitiga las consecuencias de un posible accidente ante eventuales distracciones y ofrece una conducción más segura. Entre sus funcionalidades se incluyen: el sistema de frenado precolisión, detección de peatones, advertencias visuales de distancia de seguridad, control de crucero adaptativo, advertencia de salida de carril y alerta de arranque del vehículo en seguimiento.

En el último punto encontramos la seguridad pasiva. En este sentido Subaru ha reunido todos los datos recopilados durante sus crash test y ha desarrollado un refuerzo en forma de anillo en la estructura para proteger a los peatones en caso de un atropello accidental. La localización del motor bóxer más baja de lo normal –lo cual también rebaja el centro de gravedad y aumenta la estabilidad– junto con un acondicionamiento especial debajo del capó hace que se reduzcan las lesiones de cabeza en atropello. Todos los pilares se conectan a través del techo y el suelo, combinado con rieles laterales reforzados que se unen para crear una jaula que protege la cabina central. Este diseño absorbe los choques de manera eficiente desde cualquier dirección en caso de accidente. En definitiva, con este “anillo” de seguridad, los modelos de Subaru están preparados para cualquier condición climática adversa y obstáculos que puedan aparecer en la carretera.