Probamos el Skoda Scala, nuestra montura para el ALD Ecomotion tour

Una prueba distinta, esta enfocada a la eficiencia y a comprobar cuán eficientes podemos ser al volante. En este caso, nosotros participamos en este «eco-tour» con el nuevo Skoda Scala, un vehículo que llega para asentar nuevas bases en el segmento de los hatchbacks.

Comenzamos la aventura desde Leganés

Da comienzo una de las rutas más exigentes para un coche, con desniveles que van desde los 500 metros hasta los 1.800 metros. Nuestra travesía comenzaría en Leganés y nos desplazaríamos por carreteras secundarias hasta la Granja de San Ildelfonso (Segovia), para en la jornada final terminar en Alcorcón.

La Prueba no solo se tiene en cuenta la eficiencia, sino que también las etapas tienen que completarse en un tiempo determinado. De esta forma, no nos basta con un en modo «Eco» y ejercer una conducción eficiente, sino que también tenemos que tener en cuenta el terreno y utilizar la inercia a nuestro favor. 

Un aliado de primer nivel

Nuestra fiel montura para este certamen fue el Skoda Scala, un nuevo modelo de la firma que utiliza la plataforma modular transversal MQB A0 -la misma que el Seat Ibiza-, pero alargada, ya que mide más que un Golf. Sus medidas llegan hasta los 4,3 metros de largo y 1,7 de ancho. Gracias a su generosa batalla (2,65 metros), la habitabilidad es uno de los pilares fundamentales en el Scala.

Como nuestra prueba emulaba un trayecto real, en el cual teníamos que llevar nuestro equipaje con nosotros, hicimos uso del maletero del Skoda Scala. Este presenta una capacidad de 467 litros, el maletero más grande del segmento. 

A su vez, nuestra unidad montaba el motor 2.0 TDI de 150 CV diésel, con el que tendríamos que batir los 5,25 l/100 km que homologaba -según el nuevo ciclo WLTP-. El primer tramo de Leganés a San Ildefonso tuvimos un consumo medio de 5,6 l/ 100 km, aunque estábamos seguros que podíamos bajar más, si la geografía nos lo permitía. 

Eficiente pero también dinámico

El paso por curva se siente muy seguro y con aplomo, con una estabilidad bastante elevada para un coche de su segmento. A su vez, presenta un tarado de suspensión cómodo, con el que no te enteras de las imperfecciones del terreno mientras circulas.

El tacto de la dirección es muy agradable, en cualquier modo de conducción. Sin embargo, en modo Eco -como fuimos en el 95% del tiempo de la etapa- la dirección se presentaba aún más cómoda, dándonos una sensación de control en todo momento. Los asientos tiene un buen soporte lateral, pero sin llegar a agobiarnos, por lo que no solo los amortiguadores nos hacían sentirnos cómodos, sino que también los asientos ayudaban a que nos sintiéramos como en casa.

Terminamos los primeros 300 km en nuestro primer destino, La Granja de San Ildefonso con un consumo de 5,5 l/100 km. 

Comienzan otros 200 km de ruta ecológica

Hoy el día se presentaba más difícil aún. Esta vez tendríamos que realizar un tramos que comprendía carreteras que se encontraban a 1.800 metros de altura, justo en el Puerto de Navacerrada. En este etapa es donde realmente vimos la eficiencia del nuevo Skoda Scala. 

A pesar de las carreteras reviradas, logramos bajar los consumos, gracias a la alta eficiencia de su modo «Eco». Este incorporaba un modo «vela», el cual dejaba circular al coche en inercia, con el fin de maximizar el ahorro de combustible. 

Tras más de 580 km recorridos en ambas etapas, llegamos a la estación de Repsol -patrocinador del evento-, donde teníamos que repostar para comprobar cuanto carburante habíamos consumido. Al final, logramos bajar hasta los 5,3 l/100 km, consumiendo 26,65 litros para recorrer 580 km. Una cifra muy buena, ya que equivaldría a menos de 7 euros cada 100 km recorridos.

Por tanto, el Skoda Scala nos ha dejado un buen sabor de boca. Un modelo que ofrece mucho equipamiento, así como comodidad y dinámica cumbres del mercado. Está disponible desde 13.990 euros en su versión de gasolina 1.0 TSI de 115 CV (con descuentos aplicados).