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Retroprueba: BMW M3 E36 Cabrio ¿Te encanta conducir?

El BMW M3 ha sido desde su nacimiento en los años 80, un referente en su clase. Una berlina deportiva tan utilizable como excitante cuyo rendimiento ha mejorado generación tras generación, hasta llegar a las espectaculares cifras que ofrece el modelo actual. Pero hoy volvemos al pasado para subir el M3 E36 Cabrio.

BMW M3 E36 Cabrio

Con el M3 o M4 actual, el nivel de eficacia y prestaciones conseguidos sobre el asfalto rozan lo absurdo. No obstante, hoy viajamos casi 30 años atrás para poner a prueba la segunda generación del modelo, el E36 de los años 90, un vehículo que personalmente siempre me había hecho latir el corazón con fuerza, pero jamás había tenido la oportunidad de conducir. Hasta hoy.

Un juguete para mayores

Como gran aficionado a las 4 ruedas que he sido desde que tengo uso de razón, recuerdo en mis años de infancia rodeado de coches en miniatura. Cuando había alguna ocasión especial como mi cumpleaños, hacerme un regalo era tarea fácil. Sólo necesitaba coches, preferiblemente 1/18, para ser feliz.

Algunos han sobrevivido hasta la actualidad, otros no. En cualquier caso, recuerdo un E36 325 cabrio de la marca Maisto que era uno de mis favoritos.

BMW M3 E36 Cabrio

No sé que fue de él, de hecho, nunca más me había acordado del mismo, hasta que me encuentro cara a cara con el M3 “yellow dakar” que nos ocupa. Puede sonar absurdo, pero realmente siento como si el tiempo se hubiese parado, y de repente uno de esos juguetes hubiera crecido de tamaño y lo tuviese ante mi, listo para que lo conduzca. Y estoy de suerte, pero tengo las llaves.

M3 E36: Un aparato muy serio en la época

Corría por allá 1992 cuando BMW sacó la segunda generación de este mítico modelo. Sustituía al mítico M3 E30, un vehículo deportivo con motor de 4 cilindros y poco más de 200CV cuya estética exclusiva era verdaderamente espectacular. En el caso del E36, el aspecto del M resulta más discreto con respecto al Serie 3 convencional, aunque a nivel mecánico, su potencial supone un salto hacia adelante.

Con un motor de 3 litros de cilindrada, este 6 cilindros en línea ofrece nada más y nada menos que 286CV en su primera versión. A día de hoy esta cifra no suena demasiado impresionante.

BMW M3 E36 Cabrio

No obstante, si nos remontamos a la primera mitad de los 90, nos daremos cuenta de que por esa época sí que hablábamos de un aparato muy serio. Para muestra las cifras de algunos verdaderos deportivos coetáneos, como el Ferrari 348 con 300CV, o el Porsche 911 964 Carrera con 250 CV.

Además, el BMW M3 E36 Cabrio, con tracción trasera y autoblocante, no disponía de control de tracción, así que había que tener manos para conducirlo, o eso decían. Mucho he oído hablar de su conducción hasta hoy. Ya es hora de pasar a la acción.

De la teoría a la práctica

Pero lo primero que hago antes de sentarme a los mandos de esta bella máquina es apreciar la magnífica combinación de colores de esta unidad que tengo entre manos, en un estado estrictamente de serie.

BMW M3 E36 Cabrio

El color amarillo exterior de este M3 E36 Cabrio, denominado Yellow Dakar, combina con total elegancia con el azul oscuro de la tapicería de piel interior. Claramente se trata de un vehículo que ha tenido muy buena vida, pues a pesar de sus 27 años, se encuentra sin restaurar y en un estado admirable tanto a nivel exterior como interior.

BMW M3 E36 Cabrio

En el habitáculo, el paso de los años se percibe por el diseño de los elementos, no por el desgaste de estos, el cuál resulta imperceptible gracias a su gran calidad.

Hora de girar la llave

Por fin me siento a sus mandos, dispuesto a girar la llave. Los asientos son bastante confortables, así como la posición de conducción. Lo que me llama la atención es el volante, con un diámetro de medidas generosas, para mi algo excesivas. Por lo demás, todo en su sitio.

BMW M3 E36 Cabrio

Giro la llave y el 6 cilindros cobra vida. Al ralentí suena como un reloj, emanando sonido de motor potente, aunque sin estridencias. Es la hora de ponerme en marcha, pero antes opto por descapotar bajo el sol balear. El anclaje de la capota es manual, pero el mecanismo de ésta es eléctrico. A pesar de los años su funcionamiento sigue siendo perfecto. Levanto el cortavientos situado en la parte trasera y arranco.

Como con mi anterior escapada en Audi RS2, hoy también me encuentro en la isla de Mallorca, un territorio que por su geografía dispone de carreteras magníficas tanto de montaña como de costa. Siendo septiembre y entre semana, hay poco tráfico, las circunstancias ideales para probar un M3 E36 Cabrio.

BMW M3 E36 Cabrio

Comodidad total para viajar en autopista

No obstante, el punto de inicio, en la ciudad de Inca, está algo apartado de las carreteras ratoneras del Noroeste de la isla adónde me dirijo. Así que tengo la oportunidad de rodar por la autopista que cruza la isla y poner a prueba las cualidades del M como GT. El aplomo en vía rápida es total, y las suspensiones de serie te ofrecen un confort absoluto.

Es evidente que con un M3 E36 Cabrio se puede viajar lo lejos que se quiera sin cansarse. El poderío se intuye, aunque a bajo régimen, la primera impresión es que la entrega de potencia en bajos es menos contundente de lo que esperaba.

BMW M3 E36 Cabrio

La hora de la verdad

Y por fin llega el momento. Dejo la autopista y pronto me encuentro en carreteras de montaña rodeado de un paisaje precioso. El motor está en su temperatura ideal de trabajo, y considerando que estoy a los mandos de una unidad perfectamente al día mecánicamente, puedo lanzarme a probar el coche de verdad. Por delante, un sinfín de curvas con puertos de montaña que me llevarán hasta el Mediterráneo.

Toca bajar marcha y pisar el acelerador a fondo. El sonido del motor sube de tono de forma progresiva, con una entrega de potencia bastante progresiva que se traduce en un aullido metálico que pone la piel de gallina. El cantar del 6 cilindros a alto régimen resulta inconfundible e imponente. Puro M.

BMW M3 E36 Cabrio

Así como a priori me había parecido que los 286CV podían parecer algo descafeinados, al estirar las marchas es cuando te das cuenta de que la potencia siempre ha estado allí, tan sólo había que buscarla. El PAR no resulta excesivo, -320 Nm- pero conducido con alegría, el M3 ofrece una conducción tremendamente excitante y sensacional.

BMW M3 E36 Cabrio

El chasis no resulta ni de lejos deportivo como el de cualquier vehículo equivalente actual. De hecho, está a años luz. Puede que la suspensión de serie no acabe de ser suficientemente rígida, los frenos necesitarían ser algo más potentes, y la dirección no es la más precisa del mundo.

Además, al no tener control de tracción hay que tener criterio al salir a fondo de las curvas porque el sobreviraje aparece fácilmente, aun a pesar de hacerlo de forma bastante noble y totalmente controlable. ¿Es esto algo negativo? ¡Al contrario, es maravilloso!

El M3 se deja llevar por dónde tú quieras, y su conducción se convierte en una danza sobre el asfalto, perdiendo efectividad y tracción en pro del placer puro.

BMW M3 E36 Cabrio

Más sensaciones que prestaciones  

Desde luego su efectividad queda lejos de cualquier utilitario deportivo actual. ¿Pero a alguien le importa? ¿Acaso tiene algún sentido entrar a valorar si el M3 E36 está cerca o lejos de los deportivos actuales? La respuesta es no.

Al fin y al cabo, el E36 tiene casi 30 años, y hay que imaginarlo en el contexto de su época. Por aquél entonces, por cierto, era capaz de poner contra las cuerdas a la mayoría de sus rivales, todo sea dicho.

BMW M3 E36 Cabrio

Huyendo de comparaciones innecesarias, lo que sí tiene más sentido es valorar si el M3 sigue ofreciendo placer al volante a día de hoy. Y aquí amigo, sobran las palabras. Porque si lo conduces rápido la tormenta de sensaciones que te ofrece es enorme, pero es que si lo conduces relajado también te saca una gran sonrisa.

Es un coche que de verdad te hace sentir, carente de ayudas electrónicas pero con Alma. Conducción pura en definitiva.  Y si a todo eso le sumas ir descapotado escuchando el sonido metálico de sus seis cilindros, la felicidad está garantizada.

BMW M3 E36 Cabrio

Tanto es así que no puedo parar de conducirlo, hasta el punto en que se me hace de noche en plena carretera. Pero me da igual. Mañana seguiré.

Las conclusiones al final del día me dejan aturdido. Con los años los nuevos modelos han ganado eficiencia, rendimiento y seguridad, pero lejos quedan esas sensaciones tan genuinas de antaño, tan auténticas y puras.

No estoy ante el mejor coche que haya conducido nunca ni de lejos, pero de alguna forma el M3 E36 Cabrio me ha seducido profundamente. Me ha conmovido. ¿Tendré que pensar en hacerme con uno propio?

BMW M3 E36 Cabrio

Un clásico por fin valorado como se merece

El M3 E36 está ahora a punto de cumplir 3 décadas durante las cuáles jamás ha dejado de ser tan excitante como es ahora. No obstante, sí es cierto que vivió una años difíciles en que fue claramente infravalorado; su estética quedó anticuada en los años 2000, a la vez de que sus prestaciones quedaban muy por debajo de las versiones posteriores del modelo como el E46 o el E90.

BMW M3 E36 Cabrio

Todo ello hizo que el E36 tocase fondo en cuanto a precio, y muchas unidades acabaron cayendo en malas manos y teniendo una mala vida que las abocó en muchos casos al desguace. Por suerte, también muchas unidades han sobrevivido.

Con el paso del tiempo, las cosas han cambiado, y por fin, esta carrocería ha vuelto a ser valorada como se merece. Naturalmente esto ha traído consigo que su precio se dispare, tanto en el caso de la versión de 286 CV como la posterior de 321 por lo que ha dejado de ser un juguete al alcance de cualquiera. Al menos, los apasionados que adquieren unidades de este modelo en la actualidad sí las valoran como merecen.

BMW M3 E36 Cabrio

Lo malo, es que, al haberse convertido en objetivo de coleccionistas, a la vez que su valor sube sin parar, muchos M3 acaban guardados como oro en paño y sin apenas ven la luz del día en colecciones privadas. No sé si será el caso de esta unidad, que tras la prueba se va destino a Bélgica, dónde encontrará su futuro dueño.

En cualquier caso, me consuela saber que durante dos días ha tenido el tipo de vida para el que fue originalmente producido: ser disfrutado sobre el asfalto.

Por: Dani Blasco

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