Buscar

Prueba Volkswagen Golf GTE y e-Golf: ¿híbrido o eléctrico puro?

Hace unos meses os hablamos del nuevo Volkswagen Golf GTI. El compacto alemán lleva más de cuarenta años en la carretera y, más o menos, cada 40 segundos nace un nuevo Golf. Por eso ya ha superado los 33 millones de unidades producidas desde su nacimiento. Por no irnos tan lejos, en 2016 se vendieron en todo el mundo casi un millón de unidades (980.000), de las cuales 580.000 se quedaron en la Unión Europea. Y para seguir mejorando esas cifras la marca ha dado a conocer nuevos modelos dentro de la familia Golf. Entre ellos la gama e-Mobility, compuesta por el GTE y e-Golf, el híbrido enchufable y el eléctrico puro.

GTE, desde 40.250 euros

Para difereneciar a GTE y e-Golf a simple vista, tan solo tendremos que fijarnos en la parrilla y en los faros Led, que incorporan una llamativa línea azul, el distintivo de la movilidad eléctrica en Volkswagen. Dentro, en el habitáculo el azul también es el color predominante, incluso en los característicos cuadros de la tapicería «Tartán» del GTE.

Otro detalle común de las versiones GTE e-Golf es la forma en “c” de la luz diurna, situada en el parachoques. Con una nueva estructura de nido de abeja en los revestimientos de la parrilla, el  GTE se acerca cada vez más al  GTI.Y en el caso del e-Golf, la “c” es ligeramente más grande.

En cuanto a la mecánica, se sigue manteniendo el mismo bloque. Un motor gasolina 1.4 de 150 CV que unido a un motor eléctrico de 102 CV es capaz de desarrollar una potencia conjunta de 204 CV. Todo gestionado a través de una caja de cambios DSG de doble embrague y seis velocidades.

Con ello se consiguen unas prestaciones más que suficientes y un sorprendente consumo de apenas 1,6 litros cada 100 kilómetros en ciclo combinado. En parte, este buen registro se debe a que el GTE es capaz de circular en modo totalmente eléctrico hasta 50 kilómetros, distancia superior a la que recorren la mayoría de las personas en su día a día.

Para optimizar el máximo el rendimiento del coche, Volkswagen pone a nuestra disposición varios modos de conducción, con los que poder ir optando en función de nuestas necesidades puntuales. El «E-Mode» es el modo totalmente eléctrico y al activarlo el automóvil arranca en el modo de cero emisiones, siempre y cuando la carga de la batería sea suficiente. Si se ha activado el modo «Hybrid», el Golf activa automáticamente los motores en conjunto o por separado con vistas a alcanzar la eficiencia máxima posible. Con el «Modo GTE» los motores establecen el máximo dinamismo posible, lo cual resulta bastante práctico a la hora de afrontar adelantamientos en carreteras de doble sentido, muy comunes en las carreteras de Mallorca, donde ha tenido lugar la presentación internacional.

Con los diferentes modos el coche regenera más o menos energía tanto con las frenadas como con las deceleraciones, pero siempre podemos optar por una toma eléctrica convencional. En este caso la toma de corriente está en el capó delantero, justo debajo del logotipo. En definitiva, un modelo de lo más completo capaz de cautivarte de una u otra forma, porque en ningún momento te defrauda y siempre está dispuesto a comportarse como es debido. El GTE es capaz de demostrar que eficiencia y agilidad no tiene que ir por caminos separados.

e-Golf, desde 38.020 euros

En lo que respecta a la segunda generación del eléctrico puro, los cambios todavía son más significativos, ya que el e-Golf ha aumentado un 50% su autonomía hasta situarla en 300 km  (siempre en el ciclo NCCE). Del mismo modo la potencia también ha incrementado considerablemente, hasta los 136 CV (+ 21 CV). Si bien es cierto, en conducciones normales, sin estar pendientes del consumo y con el climatizador funcionando, el registro puede ser de 200 km. En todo caso una autonomía más que suficiente que no te limita en absoluto en tu día a día.

GTE y e-Golf

Parte de esta importante mejora se debe a las nuevas piezas que conforman las baterías de iones de litio, cuya densidad energética ha aumentado de 24,2 a 35,8 kWh respecto del modelo anterior. Eso también se refleja en el aumento el par que ahora se sitúa en 290 Nm (antes 270 Nm), y que como buen eléctrico, pone a nuestra disposición desde el primer momento.

En comparación, el Golf de cero emisiones desarrolla una potencia incluso superior a la del nuevo Golf 1.8 TSI de 180 CV. Una agilidad que se percibe especialmente al poner en marcha el vehículo. El e-Golf acelera de 0 a 80 km/h en solo 6,9 segundos y alcanza los 100 km/h en 9,6 segundos. Por seguir comparando, el anterior e-Golf lo hacía en 10,4 segundos y el GTE actual en 7,6.

La velocidad máxima limitada electrónicamente es de 150 km/h (+10 km/h). A pesar del aumento de potencia y autonomía, el consumo medio permanece constante en solo 12,7 kWh. En este caso, la toma de corriente se sitúa en el lateral del vehículo y no en el frontal como en el GTE.

El tiempo necesario para cargar la batería depende de la fuente de corriente que se utilice: con el enchufe convencional de 230 V (a 2,3 kW) la duración al 80 % es de 13 horas y 15 minutos, en una estación de carga con 7,2 kW es de aproximadamente 4 horas y 15 minutos, y con el sistema CCS (Combined Charging System) con 40 kW es de solo 45 minutos.

A bordo el conductor está informado en todo momento del consumo de energía. En este caso mucho mejor que en la generación anterior porque incorpora de serie la nueva pantalla de 9,2″ con control gestual serie. Además, por primera vez se ofrece el e-Golf de serie con la pantalla “Volkswagen Digital Cockpit” en lugar de los instrumentos analógicos. Esta pantalla y el sistema Discover Pro crean un nuevo mundo de indicación y manejo digitalizado. Algunos de los detalles interiores del e-Golf son asientos confort delanteros, volante multifunción de cuero, pomo de la palanca de cambios de cuero con costuras azules y elementos decorativos de nuevo diseño. Un completo equipamiento que no te lo pondrá nada fácil a la hora de decidir entre uno y otro.

Si tuviésemos que elegir entre GTE y e-Golf, nos decantaríamos por el primero más que nada por el tema de las infraestructuras y las dificultades que todavía encontramos, a día de hoy, para poder recargar este tipo de vehículos. Si viviésemos en Noruega o en California, donde están mucho más avanzados en este sentido, el e-Golf se llevaría la batalla. Más que nada porque es dos mil euros más barato y en ningún caso te hace renunciar a la agilidad y el dinamismo característico de todo Volkswagen Golf. No obstante, si todavía no sabes por cuál decantarte, te recomendamos que te tomes un par de jornadas de reflexión. Mañana vamos a probar el GTI Performance de 245 CV y el nuevo Golf R, tanto el compacto como la versión Variant…

 

 

TEAM CAR SPAIN PUBLICACIONES, S.L utiliza cookies propias y de terceros para recordar tus preferencias y optimizar la experiencia de usuario. Para obtener más información lee nuestra política de cookies.
Al pulsar en “Aceptar” aceptas el uso de las diferentes cokies que utiliza el sitio web. Puedes configurar o denegar el uso de las cookies en la configuración de la política de cookies.