Prueba Suzuki Vitara 4×4 Automático, disfrute offroad y confort en carretera
Prueba Suzuki Vitara 4×4 Automático, disfrute offroad y confort en carretera
Algunas marcas han evolucionado sus modelos hasta nuevos territorios nunca antes pensados. A veces forzadas por el mercado o las regulaciones, otras simplemente como consecuencia natural de la ingeniería. ¿Es el Vitara un todoterreno como lo era antes? Suzuki lo ha evolucionado hasta ser un más SUV que todocamino pero para comprobarlo tenemos este Vitara 4×4 Automático y no estará solo.
Tres Suzuki todoterreno, tres épocas ¿mismo espíritu?
Ya habíamos probado al Vitara en carretera y campo por supuesto en esta versión con motor mild-hybrid de 48V y etiqueta ECO. Pero para ver como ha cambiado nos fuimos de excursión con dos Suzuki 4×4 míticos.
El más veterano, un Samurai del año 1997, uno de los 215.000 que salieron de la planta de Linares (Jaén) bajo licencia Santana Motor. Equipado con un 1.3 gasolina inyección de 69 CV, ni uno más y ni uno menos, su aspecto no puede ser más retro.
No tan atrás es el Grand Vitara, esta unidad de 2007, con el motor gasolina de 140 CV y 2.0 litros, una segunda generación equipada con unos extras «aftermarket» muy tentadores.
Y en Solar Yellow con techo en negro la más reciente versión del Vitara. Con el motor de 129 CV y su motor 1.4 litros, en versión automática y por supuesto con tracción total.
Doble embrague y 6 velocidades
Por supuesto, la mayor novedad en el Suzuki Vitara es su caja automática. Es de doble embrague y 6 relaciones, diseñada para ofrecer consumos como en un manual pero con más confort.
Y eso es lo que tenemos en el uso diario. No es un cambio deportivo, es un cambio automático, más rápido que nuestro pie izquierdo y nuestra mano derecha subiendo y bajando «hierros».
No hay tirones, no hay brusquedad, es suave y casa bien con el carácter versátil del coche. El sobre coste son solo 1.500 euros, y los consumo casi idénticos. En esta versión tope de gama por ejemplo solo crece de 6,2 l/100 km del manual a 6,3.
Y por supuesto en el campo no tenemos que estar pendientes de poner primera o segunda, simplemente acelerar y que el coche gestione todo, cosa que hacer con entereza.
Eso si, si hay que exprimir los 1.373 cc del Vitara, podemos poner el cambio en la posición Manual y cambiar con las levas del volante, de serie con esta transmisión.
Hora de bajar presiones
Nos salimos del asfalto y empezamos a levantar polvo. Nuestro Vitara 4×4 Automático calza neumáticos normales, así que hay que andar con ojo por que superficies o baches nos metemos.
Nuestros amigos van calzados con neumáticos especiales para campo, obviamente su confort en carretera se ve mermado pero esto se compensa en el campo.
Además el Grand Vitara ha sido equipado con una suspensión especial para offroad, por lo que supera nuestros 185 mm de altura libre al suelo. El Samurai lleva sus ballestas originales y no parece necesitar más.
Empiezan los baches, muchos, muy grandes, muy pequeños, y la velocidad de crucero que llevamos sería excesiva para cualquier turismo, pero este Vitara está siguiendo a los otros dos Suzuki sin apenas problemas.
Obviamente nuestro amigo del Grand Vitara pasa sin reducir gracias a su suspensión y sus neumáticos Cooper de gran perfil, mientras el Samurai rebota como si saltara de cama elástica en cama elástica.
Yo esperaba ir pegando cabezados al techo pero la suspensión del Vitara está cumpliendo con creces, no podemos ir rápido pero tampoco vamos lentos, todavía no ha sonado a que la suspensión haga tope y los neumáticos encuentran tracción.
Esto último suele ser raro que no esté ligado al Suzuki Vitara. Especialmente con la tracción total como la de esta unidad, disponible en la gama desde el acabado intermedio.
Para el uso offroad Suzuki incluye le modo Snow y uno Lock, que reparte el par al 50% en ambos ejes. Durante todo el camino dejamos este modo puesto y nunca hubo sustos por perder tracción.
Las pistas eran relativamente sencillas, muchos charcos con profundidades imposibles de adivinar pero una entrada con el ángulo correcto y caña al acelerador inmediatamente suman como resultado progresión continua, del Vitara y de nuestra sonrisa.
Por ahora hemos seguido a ambos todoterreno sin problemas. Han sido pistas no muy complejas, pero un SUV sin tracción total habría tenido que ir despacio esquivando muchos baches o habérsela jugado en más de una ocasión.
Llega el barro consistente y hacemos varias pasadas, las primeras por la zona más «asequible», comprobando que con el gas suficiente el Vitara 4×4 no parece perder fuelle.
El Samurai y el Grand Vitara llevan reductora, en este último era de serie en los cinco puertas, así que ante el mínimo atisbo de problemas pueden ponerla.
Nosotros estamos a merced de la electrónica y los neumáticos, que hoy no son los mejores pero se están comportando. Así que cuando descubrimos un camino de arena optamos por hacer de espectadores.
Es asombroso ver avanzar a base de acelerador y pericia al pequeño Suzuki verde con sus escasos 69 CV. Le doblamos en potencia y obviamente estamos haciendo consumos no de la mitad, pero casi. El Vitara es un SUV capaz de circular por debajo de 7 litros reales, pero nuestra versión automática si que sube por encima, aún así asumible con sus tracción total.
La ligereza es clave en la caja de cerillas verde mate… nuestro coche tampoco es pesado, no llega a 1.400 kilos, y con 4,17 metros de largo es bastante compacto para todo el espacio que ofrece a bordo, donde no hay color con los otros dos Suzuki.
Vuelta a casa hasta arriba de barro y satisfacción
Apenas hemos bajado presiones en el Vitara 4×4 Automático por no sufrir un reventón o desllantar, no como nuestros compañeros. Así que nos vamos directos a casa mientras los demás paran en la gasolinera.
Ha sido un paseo normal, sin correr riesgos pero pasando zonas que sin tracción total habríamos dudado. No con el Suzuki Vitara 4×4 Automático. Se ha comportado a las mil maravillas. Nada cruje de vuelta por autovía, el confort es el de siempre, si hay atasco o que cruzar la ciudad tenemos nuestro cambio automático, y si llega la lluvia o hay que salir del asfalto tenemos lo más necesario para ello, su tracción total.
Desde 25.980 con tracción total, pocos coches ofrecen tanta versatilidad y fiabilidad fuera del asfalto. Este Suzuki Vitara 2020 es el tope de gama, acabado GLX con tracción total y caja automática, pero cuesta 29,730 euros.
