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Prueba smart Brabus fortwo cabrio: dominar la ciudad se puede hacer con estilo

Ni bici, ni moto, ni transporte público, el arma definitiva para la ciudad es un biplaza de 2,74 metros de largo, 1,66 de ancho y 1,54 de alto. Pero ya puestos a ser el rey de las calles, ¿por qué no serlo con estilo? ¿Por qué elegir un smart fotwo pudiendo elegir un smart Brabus fortwo cabrio? Con esa filosofía encaramos esta prueba en la que decubrimos por qué cada día hay más usuarios de Car2Go y sobre todo, por qué todo el mundo debería probar uno de estos al menos una vez en la vida. Descubramos las armas, las virtudes y los defectos del rey de la ciudad, del amo y señor de los espacios pequeños y los giros imposibles.

El smart fortwo que tenemos con nosotros es la segunda generación que llegó en 2015, sin embargo no fue hasta 2016 cuando el preparador especialista en Mercedes-Benz presentó en colaboración con la marca subsidiaria la versión Brabus. Una versión mucho más cañera, atrevida, dinámica y distinguida del compacto urbanita que tanta fama ganó desde su nacimiento. Habrá a quién le puede parecer demasiado gamberra o incluso macarra, a nosotros nos parece casi indispensable para diferenciarlo de la flota de coches de alquiler por tiempo y sobre todo, para marcar tu personalidad. En este caso la unidad lucía el color gris titanio mate tanto en su carrocería como el chasis denominado «Tridion», es decir los pilare traseros que por lo general se pueden configurar en otro color.

¿Qué implica el apellido Brabus?

Estética, pero también dinámica. Por fuera salta la vista que no es un smart fortwo cualquiera gracias al paragolpes delantero más agresivo, el difusor trasero, las llantas específicas Brabus de ocho radios dobles y la multitud de placas con el nombre Brabus alrededor del coche. Tenemos luces diurnas LED delante y detrás y dado que es la versión cabrio, su techo en este caso es de lona negra.

Por dentro tampoco faltan los detalles, especialmente en la palanca de cambios, automática en este caso, y el freno de mano, que presentan el emblema y el nombre de Brabus respectivamente. También contábamos con pedales de aluminio y un pequeño marcador redondo detrás del volante a la derecha, el cual indicaba las revoluciones y la hora en un segundo marcador más pequeño mediante un reloj digital. Habría sido todo un detalle que ese reloj totalmente hubiera sido un medidor de soplado del turbo, un detalle mucho más racing acorde con el coche, ya que la hora la podemos mirar en otros dos sitios más. Aquí tenemos un espacio más que cómodo y suficiente para dos ocupantes adultos de estatura media alta. Con mi 1,85 de estatura no había problema en encontrar una postura de conducción adecuada y cómoda. Se podría equipar con un paquete llamado «Brabus Xclusive» que añade unos asientos en cuero nappa, volante especial y otros detalles que aumentan la personalización del coche.

A nivel dinámico, el smart Brabus fortwo incorpora una serie de mejoras en chasis, suspensión y dirección, además de que su cambio twinamic, una caja automática de doble embrague, cambia más deprisa. Todos se vuelve más reactivo en el pequeño biplaza urbano pero sin menospreciar el confort original para su uso en ciudad. Mecánicamente la ganancia de 19 CV con respecto a la versión normal más potente también ayuda. No solo su motor de tres cilindros turbo pasa a rendir 109 CV, también 170 Nm de par, 20 Nm más que el normal.

Cabrio o no cabrio, esa es la cuestión

Aquí entra en juego el gusto y el presupuesto de cada uno, pero no vamos a negar que con el coche en su versión más descapotada gana muchísimo. La diferencia de cuellos que se giraban para mirar el coche capotado y totalmente descapotado era considerable. Dejas de ser un pedazo de metal más entre las calles para ser ese pedazo con estilo y sin techo al que todos querrían subirse a dar una vuelta. El coche cambia de personalidad y eso es algo que merece la pena. Además hay por así decirlo tres variantes, o incluso cuatro si contamos el coche con el techo cerrado.

Para descapotarlo es muy sencillo, solo hay que accionar el botón junto a la palanca de cambios y mantenerlo apretado hasta que el techo de lona quede plegado justo por detrás del reposacabezas. Si seguimos accionando el botón, el techo se sigue plegando hasta compactarse donde quedaría la luneta trasera. En esta posición perdemos parte de la visibilidad del retrovisor central. Pero para conseguir un auténtico smart Brabus fortwo cabrio hay que bajarse del coche y desmontar los dos pilares superiores, los que unen el pilar A y B del coche. Para ello solo hay que tirar de una pequeña palanca en la zona interior del pilar, en la parte próxima al pilar B, levantar la viga y listo. La operación para hacerlo 100% cabrio no requiere más de un minuto y además, los dos pilares te los llevas contigo anclados a la tapa del maletero con un sencillo y rápido sistema de anclaje. La diferencia de peso con la versión coupé es de apenas 50 kilos.

La posición más cómoda para disfrutar de la conducción a cielo abierto es sin duda en la que solo plegamos el techo hasta la primera parte, en la segunda cuando se pliega del todo el viento entra un poco más pero con las ventanillas subidas no hay problema y una persona de pelo largo no tendrá que escupir pelos de la boca cada dos por tres. Además en ciudad, donde se usará el coche mayoritariamente, este pequeño inconveniente es casi nulo.

Ni kart ni carrito de golf, el coche urbano perfecto

Por tamaño, y apariencia podría ser un carrito de golf evolucionado, pero no le hace justicia al coche porque no se comporta como tal. Tampoco es un kart, porque vas más alto y vas más protegido que en uno, de hecho vas tan protegido como en un coche normal gracias al chasis especial y su jaula de seguridad integrada. Por lo tanto tenemos casi todo lo contrario, un coche al que le hubieran metido la tijera y lo hubieran convertido en el urbano perfecto. Con solo siete metros de diámetro de giro, ni siquiera necesitarás una rotonda para dar la vuelta, podrás hacerlo en dos carriles y un hueco que haya de una plaza de aparcar.

Es muy ágil en curvas cerradas y en calles estrechas no da miedo circular ni maniobrar. Encontrarte un coche de frente en una zona estrecha no será problema, solo tendrás que meterlo en el primer hueco que veas, esperar a que el coche pase, salir y continuar tu camino como si no hubiera pasado nada. Callejear nunca fue tan divertido como con un smart Brabus fortwo. Además, gracias a sus 109 CV y el cambio automático de doble embrague, accionable desde las levas, podrás ser también de los más rápidos. Acelera de 0 a 50 km/h en lo que el de al lado del semáforo suelta el móvil y mete primera para salir, tu ya estarás girando hacia la siguiente calle.

Pero cuidado porque los coches tan buenos en ciudad suelen flojear fuera de la jungla de asfalto. Sin embargo, elegir la versión Brabus te da ese toque extra dinámico que quizás haría falta para poder divertirte también en la carretera. Por autopista no hay ningún problema al circular a velocidad legal, salvo por los cambios de viento al adelantar un camión que en este coche se notan mucho más. En carreteras secundarias demostró ser todo un digno aparato que se entiende mejor con las zonas reviradas y con las curvas lentas, donde su dirección, más precisa que la de la versión  normal, ofrece una gran comunicación con respecto a lo que ocurre en el asfalto.

Práctico hasta cierto punto

Es un aspecto muy controvertido y que salta a la vista en un coche de este tipo. Si empezamos por su maletero, 190 litros se pueden quedar escasos para ciertos viajes, no así para una escapada de fin de semana. Aunque si bien es cierto hay cierto espacio detrás de los asientos, gracias también a unas redes en las que poder dejar algunos enseres o ropa. El maletero puede casi desmontarse, pues podemos plegar la bandeja corredera superior, y su «pared» que separa el compartimento de los asientos se puede quitar despegando el velcro inferior por si tuviéramos que cargar algún objeto más largo.

Está claro que es un segundo coche, o al menos deberá serlo si se quieren hacer grandes desplazamientos con él, porque el equipaje para dos personas deberá ser muy reducido y porque su pequeño depósito de 35 litros nos obligará a parar para repostar cada ciertos kilómetros. Aunque en este aspecto el smart Brabus fortwo cabrio homologa una cifra de 4,6 litros a los 100km de consumo medio, pasando a ser de 5,2 en ciudad.

Pero antes de nada no hay que olvidar que smart desde hace muchos años ofrece también el smart forfour, su versión de 3.6 metros y cuatro plazas, que por consiguiente también cuenta con algo más de maletero. Por supuesto también hay versión Brabus en el cuatro puertas.

¿Cuál es el precio de ser el rey de la ciudad a cielo abierto? El smart Brabus fortwo cabrio tiene un precio base de 22.450 euros, pero la tarifa se reduce a 18.700 euros si optamos por la versión de techo cerrado. Si queremos más plazas y puertas el Brabus forfour parte en 19.550 euros.

Fotos: David Photocars

 

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