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Prueba Renault Megane RS Trophy 2020, divertido desequilibrio

Ay el sabor francés…Siempre ha sido la faceta atrevida del segmento de los hot-hatchbacks, distante a los correctos y versátiles GTI de Volkswagen, siempre su mejor alternativa a cambio de renunciar al cómodo uso diario, pero siempre emocionantes al volante a un nivel que otros no llegaban. Ahora el modelo galo recibe una pequeña actualización, un Renault Megane RS Trophy 2020 al que toca sacar a jugar.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

¿Qué hay de nuevo en este Megane RS?

Realmente no mucho. Estamos ante un restyling del modelo que se presentó en 2017 y que viene dado por la puesta al día del Megane normal. La principal diferencia es que el Megane RS no Trophy ahora tiene 300 CV como el Trophy, hay faros LED nuevos, un sistema de escape con válvula mecánica para cambiar el sonido y alguna mejora de tecnología.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Podrías pensar que el RS Trophy entonces ya no merece la pena tanto, pero sigue siendo el único Megane con diferencial Torsen, con un chasis más rígido gracias a los amortiguadores y muelles más duros, un 25 y un 30% respectivamente, y unas barras estabilizadoras más rígidas.

Otro cambio es que el Megane RS Trophy 2020 ahora solo se puede pedir automático. Y lo bueno de esta versión es que es la única en la que pedir los asientos baquet opcionales, unos Recaro de 2.300 euros.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Entonces ¿no hay nada diferente en su conducción?

Teoricamente no debería haberlo, y en la práctica así parece ser a pesar de no tener un MY2017 al que subirte antes que a este Trophy 2020. Pero como nos pagan por esto, habrá que probar sus 300 CV.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

El motor de 1.8 litros de Renault es bastante rabioso, con mucho carácter turbo debido a unos 420 Nm que empujan con inquina cuando nuestro pie derecho busca acercarse lo máximo posible al suelo del coche.

El sonido es ronco, nada estridente, y el mencionado escape con válvula se nota cuando pasamos de modo normal a Sport, o a RS. Hay unos petardeos de fondo, un toque racing que siempre se agradece en una época de silencios incómodos.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

El Megane RS Trophy 2020 corre, y da sensación incluso de ser más rápido de esos 5,9 segundos que declara en el 0 a 100 km/h. Lo bueno es que el motor está vivo en casi cualquier régimen, aunque ten cuidado con el corte, que está cerca al poco de pasar por las 6.000 rpm.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Pero ojo, agarra bien el volante, es rabioso, es duro de chasis y eso hará que si la dirección no está recta el coche pueda tender a buscar trufas en los arcenes y te veas corrigiendo. Por suerte la dirección es bastante rápida y precisa.

Y eso que esta versión Trophy lleva el Torsen, sin él a buen seguro no seamos tan rápidos, por lo que ya es un factor clave para vaciar un poco más la cuenta bancaria en favor de esta versión.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

La dureza extra del chasis también se nota, va asentado muy bien, las curvas rápidas son medias con este coche, y las lentas son un abrir y cerrar de ojos, una anécdota tras otra en esta historia de gestas y aventuras de un galo en territorio enemigo.

Un 4Control más presente de lo debido ¿bueno o malo?

El sistema de eje trasero direccional sigue presente en el Renault Megane RS Trophy 2020. No ha sido el primer coche en tenerlo, pero si es el único de su segmento con él.

Es una tecnología que gira las ruedas traseras unos grados en el sentido opuesto a las delanteras a menos de 60 km/h, y a más de esa velocidad las gira en la misma dirección.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Su presencia es más notable de lo que podría uno esperar, especialmente cuando el asfalto no está liso como un billete recién impreso. No es que el coche haga extraños, es que tu cerebro debe recalibrarse en cada giro como el sistema calcula cuanto debe girar las ruedas.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Especialmente sensible cuando vas jugando entre los 50 y 70 km/h. ¿Es incómodo? Los primeros minutos, luego tu cuerpo empieza a acostumbrarse y antes de que te sepas la marsellesa estás volando por las curvas con este compacto deportivo. La paciencia no viene de serie eso si.

Divertido y ágil, pero ¿para el día a día?

La condición de llevar este setup de suspensión le hace deliciosamente atractivo para adentrarse en el mundo de los circuitos. Además el eficaz sistema de frenos Brembo lleva disco de dos piezas delante, lo que se traduce en que podemos castigarlos más tiempo con menos miedo a la fatiga.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

No hemos podido meterlo a circuito, pero viendo lo bien que nos acompaña en las curvas, lo rápido que es en recta y como se apoya sin miedo en curvas rápidas, el Renault Megane RS Trophy tiene la mirada algo más puesta en la pista que en la calle.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Esto significa tener que ser un poco más cuidadoso con los resaltos de tu ciudad, esquivar ciertos baches del asfalto, y renunciar a unos viajes placenteros como harías en otros compactos deportivos. Aquí la balanza está más inclinada hacia el rendimiento, hacia la diversión, y eso me gusta mucho en un compacto cuyo adjetivo es deportivo.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Además, si no fuera más rápido y duro que un Megane normal, Renault no habría ofrecido estos Recaro, unos asientos en alcántara que nos sujetarán a las mil maravillas en todo momento, sin demasiado calvario para nuestro lumbar, pero sin ponérnoslo fácil para sentarnos en ellos.

Para el día a día tenemos la pantalla vertical de 9,3″ de Renault, bien ubicada, intuitiva y con gráficos sencillos, a veces demasiado sencillos. Lo bueno es que esta sencillez se traslada a la instrumentación, también digital, pero que podemos personalizar para ver un gran cuentarrevoluciones y la velocidad en grande en medio.

Renault Megane RS Trophy 2020, veredicto

A este look musculoso y agresivo le sumamos un chasis bien enfocado en el conductor, en ser más rápidos que la media a cambio de un poco de confort diario, y tenemos un compacto deportivo a la antigua usanza.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

El Renault Megane RS Trophy no quiere medias tintas, promete y cumple con sus pretensiones, ser divertido, ser rápido, ser deportivo, así que si buscas la receta perfecta aquí no la encontrarás, pero serás feliz cuando lo saques a estirar las piernas en las curvas.

Prueba Renault Megane RS Trophy 2020

Luego está el precio. El Trophy cuesta 37.875 euros, más de 4.000 euros extra respecto al normal. ¿Merece la pena? Pues hombre, cuando amueblas un salón, sabes que te vas a gastar más si pones una buena tele de mejor resolución y un buen equipo de música más potente, pero cuando te sientes en el sofá, disfrutarás más todos los días. Aunque aquí ese asiento sea un baquet Recaro, la nitidez del chasis y la capacidad de poder poner todos los caballos en el suelo, marcan la diferencia.

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