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Prueba Porsche Taycan: el eléctrico más emocionante del mercado

Con la revolución eléctrica que estamos viviendo, muchos amantes de los automóviles se han posicionado rechazando los eléctricos, al considerarlos una especie de electrodomésticos. Esto pudo ser discutible en ciertos modelos, pero cuando Porsche lanza un eléctrico 100%, esas ideas preconcebidas saltan en pedazos. Prueba Porsche Taycan y te convencerá.

El Taycan es sensacional como máquina para conducir, pero también gustará a los que simplemente sean amantes de la tecnología, la belleza y las cosas bien hechas.

Vamos a recordar los datos fundamentales del Porsche Taycan que ya eran conocidos, para centrarnos después en las sensaciones de conducción. El nuevo Porsche mide 4,96 metros de largo (un Panamera llega a 5,05) y lleva dos síncronos motores eléctricos, uno en cada eje. Por lo tanto es un 4×4. Hay dos versiones, Turbo y Turbo S. La primera desarrolla 500 kW (equivalente a 680 CV) y la segunda, 560 kW (761 CV). La batería en misma para las dos versiones, con una capacidad de 93.4 kW/h. Los motores no llevan aceite pero la caja de cambios sí, aunque no hay que cambiarlo nunca. También lleva agua para el circuito de refrigeración de las baterías.

El Taycan funciona con un sistema de 800 voltios, frente a los de 400 que suelen usar el resto de coches eléctricos. Esto, según la marca, implica cargas más rápidas, mejoras las prestaciones y reduce el espacio necesario para las baterías de alto voltaje.

En nuestra Prueba Porsche Taycan Turbo y Turbo S rodamos el primer día por autopistas y carreteras secundarias de Holanda y Bélgica, con algunas zonas rápidas pero sin apenas pendientes ni zonas de curvas enlazadas. En el segundo ya encontramos carreteras más viradas. Lo que no faltó durante las dos jornadas fue lluvia, algo engorrosa para buscar sus límites pero interesante para experimentar su asombrosa motricidad.

Al volante

Nos sentamos en el Porsche Taycan y alucinamos con la calidad y el diseño del interior. Aunque te gusten los habitáculos clásicos con botones y relojes analógicos, como es mi caso, es difícil no sentirse impresionado por el nuevo deportivo.

Las líneas maestras son inequívocamente Porsche. Lleva el cuadro de mandos digital, una gran pantalla central y una tercera pantalla frente al copiloto, aunque esta es opcional. Una curiosidad respecto al interior es que hay un acabado llamado “textil” que prescinde por completo de cuero, pensado para los talibanes del ecologismo.

El asiento va muy cerca del suelo, diría que como en un 911. De hecho la posición de conducción es igual que en el mítico deportivo con motor trasero. El Porsche Taycan se arranca con un simple botón, por supuesto a la izqda. del volante. No en una especie de mando que gira como en otros Porsche, y nos parece un acierto porque tendría poco sentido girarla y que no sonara nada. Sabes que el Taycan está arrancado porque el display que está frente a ti se ilumina. La pequeña palanca para seleccionar la marcha y el botón “P” están a la derecha del volante. Una vez en marcha la suavidad y el silencio es total. La dirección ofrece la resistencia adecuada, no es demasiado asistida y resulta muy precisa.

Efecto nave espacial

El Panamera Turbo S en color «verde Mamba».

En cuanto encuentras una zona despejada, tu curiosidad y tu instinto rcar19_te incitan a pisar el pie “a tabla” en el Turbo S… La aceleración es bestial, tanto que pasa de 0 a 100 km en 2,8 segundos. Es una cifra solo equiparable a la de los mejores y más modernos superdeportivos, como un Ferrari F8 o un McLaren 720S. Es más rápido que un 991 GT3 RS (3,2 seg.) e igual de rápido que un 991 Turbo S (2,8 seg.).

Pero aún así, el hecho de que la aceleración del Taycan sea completamente lineal, sin cambios de marcha y mucho más silenciosa, hace que la experiencia sea más impactante que en un coche de gasolina. De hecho puede llegar a marear. Me imagino la cara de incredulidad de los conductores que, hace solo tres segundos estaban colocados a mi lado en el semáforo, y que ahora me ven tan lejos.

En situaciones como esta o en las curvas se puede comprobar como tracciona, gracias a un elaborado sistema de tracción total que manda a cada rueda exactamente el par que necesita. Esto es una ventaja de los eléctricos, ya que funciona más rápido y mejor que un coche 4×4 equipado con diferenciales. Pulsando un botón en el volante puedes ver, en la esfera digital izquierda de las tres que tienes delante, como es el reparto del par en cada eje en tiempo real. Esto ya lo ofrecían los 911 con tracción total.

La capacidad de recuperación también es de otro planeta, ya que dispone de 1.050 Nm de par máximo. Como referencia, un Panamera Turbo S E-Hybrid de 680 CV con motor V8 biturbo y motor eléctrico alcanza 850 Nm como máximo. Esto hace que los adelantamientos se puedan lograr en un abrir y cerrar de ojos, en silencio y con la sensación de mínimo esfuerzo y de poder absoluto. A diferencia de otros eléctricos que solo tienen una marcha, el Porsche Taycan cuenta con dos, pero solo en el eje trasero. La primera le permite acelerar con rabia en las salidas desde parado, y la segunda, más larga, asegura alta eficiencia y una buena reserva de potencia incluso a altas velocidades. La velocidad punta de las dos versiones del Taycan es de 260 km/h.

Este es el selector giratorio donde se pueden seleccionar los modos de conducción.

Modos de conducción

Al igual que otros Porsche, el Taycan lleva un mando giratorio integrado en el volante, que permite elegir entre varios modos de conducción: Normal, Sport, Sport Plus, Individual y el nuevo modo “Range”. Este se selecciona cuando el objetivo es lograr la máxima autonomía posible. Durante la prueba Porsche Taycan pudimos verificar que, si tienes mucha carga en la batería, el sistema te limita a 150 km/h o a 130, y que si ya te queda poca carga, pone el límite más abajo, en 100 km/h.

Frenada regenerativa

El sistema de frenos del Porsche Taycan está diseñado para recuperar la mayor cantidad de energía posible. Según la marca, en hasta en un 90 por ciento de las frenadas los frenos actúan como generador, cargando las baterías. Para las situaciones en las que se precisa más potencia en la frenada, entran en funcionamiento los frenos con el sistema hidráulico convencional. En todo caso el tacto de los frenos es natural, no sientes nada raro como en otros híbridos.

Llegan las curvas

El Taycan tiene el centro de gravedad muy bajo gracias a los motores colocados en los ejes y sobre todo gracias a las baterías colocadas en el piso del coche, entre los dos ejes. Las baterías pesan unos 500 kilos y hacen que el peso del coche sea alto, 2.300 kg., pero esto no supuso un problema. Por tanto la estabilidad es magnífica, pero es que además hay muchos sistemas electrónicos que la hacen aún mejor. La clave de su impresionante eficacia dinámica está en el Porsche 4D Chassis Control, que conecta y sincroniza todos los sistemas del chasis, como los que usan los Porsche de combustión. Esto incluye la suspensión neumática adaptativa con el control electrónico de los amortiguadores (PASM), el sistema de estabilización de balanceo con estabilizadoras activas y el Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus).

Las llantas del Turbo son de 20 pulgadas y las del Turbo S, de 21. Las llantas con carbono son opcionales.

Sistemas de ayuda

Cuando empiezas a atacar las curvas lo que te pide tu cerebro es empezar a jugar con el cambio, pero eso no es posible porque no hay marchas. Si conectas los modos de conducción Sport y Sport Plus, notas que el coche retiene más cuando levantas el pie del acelerador, lo que ayuda en la conducción deportiva. Esta capacidad de retención extra también se puede lograr pulsando un botón en el volante. En todo caso el Porsche Taycan nunca eso que se ha dado en llamar “un coche de un solo pedal” en el sentido de que, basta con acelerar y levantar en pie cuando quieres frenar, para que el coche decelere con claridad y apenas te haga falta usar los frenos. Esto sí ocurre en otros eléctricos, como el BMW i3, el Jaguar F-Pace o los Tesla.

Prueba Porsche Taycan

Aun así, al conducir por zonas viradas es un placer llevar la dirección de lado a lado con toda precisión y modular, exactamente a tu gusto y en el momento exacto, la potencia que quieres transmitir a las ruedas. En la pantalla de la que hablamos antes, esa que te indica cuanto par va a cada eje, ves que lo normal es que casi toda la tracción vaya al eje trasero, como debe ser en un Porsche. Pero si le das al gas con fuerza al pasar por la curva o sobre todo al salir de ella, puedes ver como aproximadamente la mitad de la tracción pasa al eje delantero.

En la pantalla circular, indica la carga que le queda a la batería. A la ducha., el punto donde se puede conectar el DSC en modo Sport o desconectarlo.

Si quieres jugar con las inercias del coche es posible conectar el control de estabilidad DSC en modo Sport, con lo que se siente más vivo y reactivo, o también desconectarlo. Pero en las estrechas carreteras mojadas en las que condujimos no quisimos arriesgar mucho en este sentido.

¿Cómo suena?

Desde que nació la marca, el sonido ha sido un aspecto importante en la personalidad de un Porsche. Como todo el mundo sabe, los eléctricos apenas suenan, pero en Porsche han logrado que el Taycan emita un sonido discreto pero emocionante. Es difícil de definir, pero es un tono mecánico un tanto espacial que nos gustó. Para escucharlo (tanto desde dentro como desde fuera del coche) hay dos modos. El primero es conectar el modo Sport Plus. El segundo, es seleccionarlo en el menú, en el submenú Drive, y bajo el nombre “Electric Sport Sound”.

En la ultima línea, el punto donde se selecciona el sonido deportivo.

Comodidad

Otro punto fuerte del Porsche Taycan es su comodidad, y es que lleva una avanzada suspensión neumática de tres cámaras como la que emplea el Panamera. Esta modifica automáticamente la altura del coche en función del modo de conducción y de la velocidad. Respecto al espacio atrás, puedes viajar cómodamente y aunque seas alto, no tocarás con la cabeza en el techo.

Autonomía

Este es un punto clave en cualquier eléctrico puro. En las pruebas de homologación los Taycan lograron una autonomía de unos 450 km, concretamente de 412 para el Turbo S y de 450 para el Turbo, debido a las llantas más pequeñas de este último 20 frente a 21 pulgadas). No obstante en nuestra prueba, a buen ritmo y sin preocuparnos mucho por el consumo, logramos algo más de 300 km. Es una buena cifra teniendo en cuenta los recorridos que suele hacer un usuario a diario, y además en Porsche saben que casi nunca el Taycan va a ser el único coche que posea su dueño. El Taycan también ofrece ventajas respecto a otros eléctricos en cuanto a la velocidad a la que puede cargar.

El Taycan en un cargador Ionity en Bélgica.

La capacidad de carga de la batería es de 93 kW/hora, aunque la real utilizable, para protegerla, es de 85 kW/hora. En una red de carga rápida de corriente continua (CC) bastan 20 minutos para cargar la batería en un 80%. Porsche instalará cargadores de este tipo en sus concesiones y la red europea Ionity también lo hará a lo largo de la geografía española.

Además la marca ofrecerá a los clientes un equipo técnico para que evalúen la mejor forma de instalar un cargador en su hogar. Hay que tener en cuenta que en un cargador doméstico de corriente alterna lo máximo que puedes lograr son 11 kW/hora, lo que daría un tiempo necesario para hacer una carga completa de unas 7,5 horas (resultado de dividir 85 entre 11).

Prueba Porsche Taycan
Lleva una toma a cada lado, en las aletas delanteras. Estas se abren con solo tocar el tirador negro, y la tapa se oculta deslizándose hacia arriba.

También hay que pensar que muchas veces el usuario no llegará a casa con la batería a cero, de modo que las cargas podrían ser más cortas. Estos son los precios del mejor automóvil eléctrico del planeta: el Taycan Turbo sale por 155.648 euros, y el Turbo S, por 189.528. Más adelante llegarán versiones más económicas.

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