Prueba Porsche Cayenne GTS 2020, desafía tu instinto
Prueba Porsche Cayenne GTS 2020, desafía tu instinto
Cuando vas al supermercado y entras en la sección de cervezas ¿habiendo pack de 8 coges el de 6? Y habiendo botella de litro de tu whisky favorito ¿coges la de 700 ml? No lo creemos, por eso cuando Porsche anunció que el Cayenne GTS 2020 tendría un V8 en vez de un V6 solo pudimos exclamara un ¡hurra!
8 cilindros en un Cayenne ¿estoy teniendo un déjà vu?
Si eres seguidor de la marca de Stuttgart o el SUV deportivo que abrió la senda a otras marcas para entrar a este segmento hace 18 años, sabrás que ya había un V8 en la gama Cayenne, pero era el imponente Turbo de 550 CV y que se iba a los 165.000 euros, mientras que el GTS empieza en 131.000 euros.
También te acordarás que el primer GTS era V8, y que hizo que si un Cayenne ya fuera un coche sorprendentemente dinámico, aquí lo fuera aún más, por no hablar de vestirlo en el tradicional color Rojo Carmín (2.700 euros) de las versiones Gran Turismo Sport, como ver a un portero de discoteca en traje rojo, llamativo e imponente a la par.
Esa imponencia presencial se traslada al volante en cuanto arrancamos. Los dos turbos y 4.0 litros de motor empiezan a mover con hiperactividad la gasolina y el aceite que acogen sus entrañas, y unos metros por detrás de nosotros sale una melodía que echábamos de menos.
¿Es esa nota musical suficiente? Podemos subir el volumen de ese altavoz alemán con el botón del escape deportivo, de serie en los GTS, y si pisamos a fondo desde parado, la pegada de la tracción total recibiendo los 460 CV nos afilará la cara mientras la pega contra el reposacabezas de cuero con letras GTS en rojo. Bruto con precisión, rápido para impresionar, pero manejable.
Potencia con control para nuestra satisfacción
Un gran motor en un gran coche no es nada nuevo, pero Porsche nos brinda un Cayenne GTS con el que abrumar a más de un deportivo en carretera secundaria. Las curvas no parecen tan cerradas a pesar de ir sentados tan altos sobre este coloso de metal que pes 2.200 kilos.
La magia la ponen los sistemas que Porsche brinda a nuestra disposición, el PASM de serie para que la suspensión sea más firme o el PTV para que no se desperdicie una micra de los 620 Nm de par motor.
No sabes muy bien en que vas montado, si en un deportivo alto o en un todocamino creado por un ilusionista, el Cayenne GTS se mueve con precisión absoluta, a capricho de lo que tus manos y tus pies manden, y con un límite de adherencia por encima de lo que tu cerebro dicta los primeros 10 minutos, después, una vez recalibrado, empiezas a disfrutar y conocer mejor a este Porsche Cayenne GTS 2020, exprimiendo su V8 como si lo fueran a prohibir mañana. No nos dejamos ni una gota por si acaso…
Pararlo tampoco es un problema. Porsche monta frenos de 390 mm delante y y 358 mm detrás, así que un toque al pedal izquierdo nos tensa el cinturón de golpe. La respuesta es muy inmediata, pudiendo modular casi como en un coche de carreras hasta donde quieres esperar a pararlo.
No nos pusimos a intentar ver cuanto tardábamos en hacer que los discos iluminaran como un “gusiluz”, pero no olvides que llevas un coche de 4,92 metros y 2.2 toneladas. Si tienes el dinero y las ganas de llevarlo siempre al límite, considera los frenos cerámicos PCCB.
¿Cómo cualquier Cayenne todo lo demás?
Salvando su estética, que incorpora de serie los paragolpes Sport Design que habría que pagar en las versiones de menor potencia, el resto de elementos no tienen nada especial, más allá de poder llevar la insignia GTS en el lateral del coche y ciertos detalles en negro brillo, como el nombre trasero o los marcos de las ventanas. Y estas bonitas llantas RS Spyder de 21″ son de serie.
Por dentro también tenemos asientos deportivos, aunque podemos equiparlos en otros Cayenne, y podemos poner Alcántara allá donde queramos, pero esto no es nada especial. Si que gusta llevar las costuras y los cinturones en rojo, a juego con su exterior, pero podemos también ponerlos en gris, o si nos vamos a Porsche Exclusive Manufaktur, el color que quieras.
Por lo demás es todo igual a bordo, la instrumentación con cuentarrevoluciones analógico y dos pantallas digitales, un cambio automático sublime para dejarlo actuar por sí solo o para jugar con sus levas de metal, una gran pantalla central de 11” para controlarlo todo, un buen espacio atrás, un buen maletero, un buen coche grande en definitiva.
Porsche Cayenne GTS 2020, veredicto
Nos alegra ver este motor en esta versión, porque cuando mirar alrededor del Cayenne en la gama Porsche sabes que estos son los últimos acordes de una canción no apta para todos, no para tocarla. Pero al menos si para disfrutarla, aunque sea viéndolo pasar en una calle o una carretera rozando las 7.000 rpm y rugiendo con fuerza y armonía.
Es rápido, es deportivo a un nivel que Porsche siempre perfecciona con sus versiones GTS, ya que en el día a día no supone una tortura en dureza de su chasis, y cuando pasas de modo Normal a Sport o Sport Plus sabes que no estás ante un Cayenne normal, sino que sus siglas significan un plus de emoción al volante.
No será un Cayenne Turbo, del que también somos fan por atreverse a portar ese apellido y hacerlo con respeto a lo que significa, pero este Porsche Cayenne GTS 2020 no ha venido para nada, sino para alegrar los corazones y enamorar los oídos de quienes añoraban un V8 en el Porsche total sin tener que irse al tope de gama.
