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Prueba Porsche 911 Carrera 4 GTS 2017, al súper con el casco

En su origen, las siglas GTS significaban añadir comodidad y fiabilidad a la velocidad y la deportividad, pues surgieron en el 904 Carrera GTS que corrió y ganó la Targa Florio en 1964. Las siglas Gran Turismo Sport fueron creciendo, de hecho, han estado presentes en la mayoría de los modelos de Porsche, y hoy mantienen el carácter original. El 911 991 se despide pero antes, como última prueba, hemos podido tener con nosotros un 911 Carrera 4 GTS, una de esas versiones que demuestran que cualquier 911 puede hacerlo todo bien, y un poco mejor.

En la gama del modelo, es el eslabón entre los 911 Carrera y los considerados como radicales GT3, GT3 RS, Turbo y compañía. Lo es en potencia, precio y deportividad, aunque como ya ha llegado el 992, ahora mismo es el 911 991 más accesible con un precio de partida de 143.000 euros por el Carrera 2 GTS manual. También ha sido la versión más potente del motor turbo nuevo, el 3.0 litros de 6 cilindros bóxer. En nuestro caso, la tarifa sube a los 152.000 euros por ser el 911 Carrera 4 GTS Coupe.

Prueba Porsche 911 Carrera 4 GTS 2017

Con respecto a un 911 normal, hay detalles que lo delatan como modelo GTS, y en conjunto, lo configures como lo configures, siempre tendrá un aspecto más deportivo de lo normal, en parte gracias al kit estético Sport Design, que atañe a sus retrovisores y sus paragolpes, y en parte también porque la carrocería es la versión ensanchada de los tracción total, aunque pidas el tracción trasera.

Prueba Porsche 911 Carrera 4 GTS 2017

A esto sumamos sus llantas en negro y con cierre monotuerca, de serie de 20 pulgadas, las letras que designan el modelo en su zaga en color negro, y el escape deportivo con la doble salida central, y en conjunto tenemos un 911 Carrera 4 GTS que no pasará desapercibido, menos aún en este color blanco que contrasta con sus llantas y sus ópticas LED tanto delanteras como traseras.

Prueba Porsche 911 Carrera 4 GTS 2017

Y si pasamos a su interior, más de lo mismo. De serie este 911 Carrera 4 GTS lleva una tapicería de Alcantara y cuero, presente en sus paneles de las puertas, salpicadero, asientos y consola central, así como ciertas molduras en fibra de carbono. El volante de diseño GT va en Alcantara pero aquí era de cuero e integra el selector rotativo del paquete Sport Chrono, de serie en los GTS, y el tacómetro central era de color rojo, otro opcional solo para los GTS.

Los asientos son los deportivos, de ajuste eléctrico como opción, pero con las siglas GTS bordadas en su reposacabezas. Las costuras del tapizado de nuestra unidad iban en color rojo a juego con las letras bordadas, pero también llevan sobre coste, no como los cinturones en color rojo, de serie en los GTS.

Lo bueno de esta variante es que podemos configurarlo en cualquier carrocería, tanto coupé, cabrio como Targa, aunque este último solo de tracción total. Aquí tenemos una configuración bastante eficaz en la carretera, un 911 Carrera 4 GTS y con el PDK, una máquina de tracción total diseñada para devorar curvas y reducir rectas de atletismo a pasillos de casa.

Es rápido, mucho, pues la combinación de transmisión y tren motriz le permiten hacer el 0 a 100 km/h en solo 3,6 segundos, pero también casi en cualquier régimen se siente hinchado de potencia, y más en Sport Plus con todos los sistemas en modo ataque. No hace ni falta pulsar el botón Sport Response cuando vamos en este modo, simplemente pisar y ver como el morro se inclina hacia nosotros y trabaja el velocímetro.

Y es que llevar el paquete Sport Chrono de serie ayuda a eso, a activar esta fiera en cualquier momento, aunque si lo que queremos es cruzar la ciudad hasta llegar a nuestro tramo habitual de diversión entre curvas, este 911 Carrera 4 GTS es perfectamente válido para hacerlo sin sufrir por nuestros lumbares o paragolpes, pues la suspensión es relativamente cómoda si ponemos el modo más blando del sistema PDCC. Si queremos más eficacia, solo hay que ponerlo en Sport o Sport Plus y esa carrocería rebajada 10 mm se pondrá tensa gracias a sus amortiguadores adaptativos, dando lugar a un paso por curva envidiable por cualquier deportivo.

Pero es que además la tracción total está ahí ayudando a salir de la curva con alegría y precisión. No es una tracción integral al uso, pues prima el eje trasero, pero cuando hace falta envía el máximo posible al delantero. Solo tirando el coche al límite puede aparecer el subviraje, pero quita los controles en un firme resbaladizo y prepárate a disfrutar con una zaga que se puede insinuar, aunque solo eso, pues la tracción total te devolverá al sitio correcto.

Son 450 CV que se notan y un motor de 3.0 litros turbo muy vivo en la zona baja y media, no tanto en la alta por su condición de motor turbo, pero muy trabajado para que entregue toda su rabia de forma más lineal de lo habitual. De este modo, podemos jugar con el acelerador y el cambio PDK para salir catapultados o con mucha progresividad después de una curva.

Esta caja de doble embrague es de 7 velocidades y como siempre, es un tiro en conducción rápida, y suave cuando la dejamos actuar de camino a casa. Capaz de bajar marchas como jarras de cerveza un alemán, un empujón al acelerador más allá de su recorrido medio activa al cambio bajando una o más marchas de golpe. Además en el modo Sport y Sport Plus espera más de lo normal para subir marcha, por si queremos salir disparados de golpe.

El tacto del volante es mejor que en un 911 normal pero solo se aprecia a alta velocidad, en parte por el tarado de suspensión, que nos transmite más información a nuestras manos, pero igual de rápido que siempre. Y si lo que queremos es pararnos, los discos de freno de acero de 350 mm delante hacen su función sin rechistar, tampoco tienen una gran masa que detener, 1.590 kg en este caso, pero el tacto del pedal permite sacarle los ojos de las cuencas a nuestro acompañante o parar en un semáforo a que pase una anciana sin que se asuste. Para quien quiera más, los carbocerámicos están en opción.

Ahora bien, ¿por qué un GTS como este y no un GT3 o un Carrera T? Pues porque a veces en la vida el equilibrio es necesario, y sin duda este Porsche 911 Carrera 4 GTS es un buen ejemplo de ello. Suficientemente cómodo y no muy tragón para un uso diario, se pueden sacar 11 litros de consumo medio sin ir alegres; y suficientemente rápido y deportivo al tacto cuando no le ponemos trabas. Son 450 CV que pronto se quedarán cortos pero una puesta a punto soberbia y asumible para uso cotidiano, incluso para su compañer@ de vida diaria.

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