Buscar

Prueba Mini Cooper SE: ahora eléctrico, ¿seguirá siendo un referente?

¿Puede un ícono volverse eléctrico y seguir siéndolo? El rey ‘chic’ de las ciudades querido por sus dimensiones es también un estilo de vida, ahora de cero emisiones pero con mucha personalidad dentro y fuera.

El Mini Cooper SE se electrifica pero sigue siendo un icono

Raro es empezar hablando de la renovación de un coche sin que vaya acompañado de un aumento de sus dimensiones. Y es que la vida ha cambiado: ahora la gente es más alta, tenemos un estilo de vida más activo y hemos dejado atrás el “menos es más”. Aunque, precisamente eso es lo que buscan muchos clientes de Mini: un coche compacto y minimalista, aunque no discreto.

 

Evolución sin renunciar a lo 'chic'

Desde 1959 la marca ha evolucionado mucho pero jamás ha dejado de lado el ser un referente de lo más ‘chic’.La quinta generación del cinco puertas ofrece una versión 100% eléctrica, aunque también existe una gasolina –no sabemos por cuánto tiempo más–.

Son 3,85 metros de largo,1,75 m de ancho y 1,46 de alto. Y al igual que los de combustión, existe la versión S. En este caso es más potente pero también tiene más autonomía porque llevan baterías distintas: 40,7 kWh y 184 CV (135 kW) vs 54,2 kWh y 218 CV (160kW). No iba a ser de otra manera y pude probar el SE, en Sitges y alrededores, donde el color de los coches –sunny side yellow y blazing blue–, combinaba a la perfección con el entorno.

 

Los años siguen pasando pero el Mini Cooper SE no renuncia a su estética 'chic'

 

En el exterior, sigue manteniendo los faros circulares y una parrilla llamativa, aunque ahora es octogonal y sin cromados. Por otra parte, del lateral se ha eliminado la barra negra circunferencial. Donde el coche transmite gran parte de su identidad es en la trasera, con unos pilotos enrasados, mientras que la tercera luz de freno y la antiniebla están integradas en la zaga. Además, cuenta con una franja negra que divide la sección trasera. El diámetro de los neumáticos ha aumentado hasta los 635 mm y disponemos de llantas desde 16 a 18 pulgadas, destacando la cifra aerodinámica del vehículo de 0,28 Cx.

 

Minimalismo al poder

En el interior, solo una palabra se me viene a la mente cada segundo: minimalismo. Es tan sencillo y tan puro que no hay otro igual en el mercado. Inspirado en la unidad de 1959, encontramos una pantalla central y un cuadro de mandos debajo. La pantalla es redonda, sí, redonda de 240 mm y ligeramente desplazada hacia el conductor.

 

Lo que más destaca del interior del Mini Cooper SE es su minimalismo

 

En esta misma línea, desaparece el cuadro de instrumentos y se sustituye por el head-up display con toda la información que pueda resultar relevante. Debajo del salpicadero –que incorpora por primera vez superficies textiles–, encontramos una barra desde la que acceder a las funciones más importantes como el volumen, el selector de marchas y la simulación de una llave de arranque. Como consecuencia, la consola central se convierte en un gran espacio de almacenamiento.

 

Un coche de ciudad

Durante la prueba, pude ir cambiando los modos de conducción, una de las características más divertidas. De serie vienen tres de ellos: Core, Green y Go-kart y se pueden añadir cuatro modos más adicionales, como uno Timeless que emula un cuadro analógico y una estética clásica.

 

Su autonomía de 400 km nos hacen ver que es un coche de ciudad

 

Porque no es solo un modo sino una atmósfera en la que se envuelve el coche. El Go-Kart además, tiene un sonido que te envuelve y permite desactivar el control de tracción. A pesar de que este modo hace que el coche corra más o sean más rápidas sus respuestas, cabe destacar que no es nada brusco.

Este vehículo concreto, homologa 402 km y su versión normal tiene hasta 305 km. Con estas autonomías, nos deja claro que es un coche para la ciudad, al igual que también nos lo deja claro su maletero de 200 litros – ampliables hasta 800–. Respecto al precio, los eléctricos nunca han sido baratos y Mini tampoco, pero quien quiera un ícono como este deberá pagar los 38.850 euros de los que parte el S o los 35.250 euros para el gasolina.

 

Test rápido

1 minuto: estos colores, solo disponibles en algunos acabados, son todo lo que a mi generación le gusta. La moda de reírse del coche amarillo ya pasó.

2 minutos: me encanta este minimalismo porque sigue teniendo funciones muy interesantes como el girar la supuesta llave de arranque, aunque ahora también pueda ser digital.

15 minutos: los eléctricos tienen un par instantáneo y a veces pecan de brusquedad al pisar el pedal del freno o del acelerador. Por suerte, no es su caso.

40 minutos: primera parada, esperar no me gusta demasiado, aunque descubro que con este coche puedes sacarte un selfie desde la pantalla central, así que pongo mi mejor cara.

TEAM CAR SPAIN PUBLICACIONES, S.L utiliza cookies propias y de terceros para recordar tus preferencias y optimizar la experiencia de usuario. Para obtener más información lee nuestra política de cookies.
Al pulsar en “Aceptar” aceptas el uso de las diferentes cokies que utiliza el sitio web. Puedes configurar o denegar el uso de las cookies en la configuración de la política de cookies.